No hay caverna mediática ni propaganda institucional masiva que pueda ocultar las costuras que se le han saltado al PP en la última semana con Doñana y la Ley del Derecho a la Vivienda. Hay algo que no falla en la derecha española y que podemos calificarla como pauta de comportamiento. Cuando se trata de crear un nuevo derecho o de ampliarlo, el PP siempre vota en contra. Pero cuando la cuestión es eliminarlo, recortarlo o venderlo, ahí está el PP apretando con entusiasmo el botón del sí. Igual le sucede en la lucha contra el cambio climático, que no aciertan ni queriendo, convirtiéndose con Doñana en promotores del negacionismo climático en una suerte de cuñadismo tabernario absolutamente irresponsable.

La hoja de servicios del PP en cuanto a la construcción del Estado del Bienestar es muy escasa. En más de cuarenta años, ni uno solo de los pilares del Estado Bienestar de nuestro país lleva su rúbrica. Ni las pensiones, ni la sanidad pública, ni la educación pública, ni los servicios de dependencia y demás servicios sociales. Nunca y en ningún caso se conoce norma o presupuesto que cree o mejore los servicios del Estado del Bienestar con el PP.

Sin embargo, desde que se promulgó la Constitución Española que nos configura como un Estado Social, todos los pilares que sostienen el Estado del Bienestar y que nos hace ser un país prospero, justo y decente, tienen el sello de un único arquitecto, Partido Socialista Obrero Español. Y de nuevo, con la aprobación esta semana en el Congreso de la Ley del Derecho a la Vivienda se empieza a levantar un nuevo pilar de ese Estado Social, como es facilitar el acceso a una vivienda digna y asequible en España. Y de nuevo, con la firma de un socialista, Pedro Sánchez.

Siendo muy conscientes de que con una sola Ley no se arregla el problema de la vivienda, pero sí puede empezar a solucionarse, llama la atención que el PP vaya de nuevo a ponerse en contra de este nuevo derecho de ciudadanía. Darle la espalda al grave problema de acceso a una vivienda en nuestro país es negarles a miles de ciudadanos, sobre todo jóvenes, la posibilidad de iniciar su proyecto personal de vida, de un hogar propio, de un espacio donde vivir. De nuevo la derecha quiere dejarlo todo al mercado, cuando éste ya nos ha demostrado que sin actuación de los poderes públicos que regule su funcionamiento y promueva vivienda pública, la vivienda, se convierte cada vez más en un privilegio al alcance unos pocos. Una vez más, el PSOE y la mayoría del Congreso y del Gobierno progresista se harán cargo de los problemas de la mayoría social de nuestro país, y de nuevo no se podrá contar con el PP.

Y a la vez que el retrato del PP, en cuanto al Estado del Bienestar, vuelve a pintarse de negro, más oscuro se pone aun con la iniciativa de Moreno Bonilla en Andalucía sobre los regadíos en Doñana. El empeño de la derecha por negar la ciencia que advierte de los riesgos de incrementar los regadíos en Doñana y la muerte de este Parque Nacional es de una incompetencia y una temeridad que merecerá ser estudiada en el futuro.

Falta agua. No es una cuestión que discutir y debatir. No hay. No se puede prometer a unos agricultores algo que no existe, y encima vaciar lo poco existente para intentar cosechar cuatro votos. La irresponsabilidad de Moreno Bonilla es mayúscula, y ya la Comisión Europea lo ha advertido “ese no es el camino”. Se puede decir más alto, pero no más claro. El Gobierno de España de Pedro Sánchez también lo tienen claro, dispuesto a llegar a donde sea necesario por salvaguardar Doñana. De sentido común. Lo que le falta a Moreno Bonilla.

Solo en pocos días ha quedado muy en evidencia que no es lo mismo que gobierne el PP a que lo haga el PSOE. Los intereses y necesidades de nuestra gente y de nuestra tierra, de nuestro presente y de nuestro futuro, se conforman en decisiones como las de estos días en las instituciones democráticas. Con el voto de los ciudadanos. Tengámoslo en cuenta el próximo 28 de mayo porque ese día también se decide mucho de nuestro futuro. Y el de nuestros hijos. Y ya sabemos que mejor votar con cabeza que con vísceras. Que de agua y vivienda van también las elecciones.

 

Ignacio López Cano

Diputado PSOE por Málaga