El turbulento congreso del Partido Popular Europeo (PPE) en Valencia llevará al fin buenas noticias para los populares españoles con el nombramiento de la catalana, Dolores Montserrat, como la secretaria general del partido. “Con su fuerza moderna, activa y política, Dolors Montserrat, quien realizó una brillante campaña a nivel local, regional, nacional y europeo, será mi candidata propuesta para la Secretaría General del Partido Popular Europeo (PPE)”, ha indicado Manfred Weber en un mensaje, en el que se ha referido al congreso que el PPE celebrará a finales de abril en Valencia.
Desde el PP español este mensaje se ha interpretado como una señal de la influencia de sus miembros en Europa y una forma de reafirmar el liderazgo de Alberto Núñez Feijóo. “Es una gran noticia para España y para el PP que Dolors Montserrat sea propuesta como secretaria general y, por tanto, número dos del mayor partido de la UE. También, que un amigo como Manfred Weber aspire a ser reelegido presidente del PPE en nuestro país. Con la designación de Dolors, europeizamos el PP y españolizamos el PPE”, ha celebrado el líder popular.
Entre todas las tensiones que se viven entre Génova y el PP valenciano de Carlos Mazón, Núñez Feijóo trato de mover hilos para trasladar el cónclave de los populares a Madrid tras ratificar una votación en la Cámara Baja coincidiendo con esas fechas; coincidencia de la que más adelante a culpado a la presidenta del Congreso, Francina Armengol.
Génova quiere evitar a Mazón
Desde el pasado 29 de octubre, una fecha que quedará marcada en la historia de Valencia por el paso de la DANA que se cobró 228 vidas, Feijóo ha ido enfriando su relación con Mazón, evitando todo contacto posible y desvinculándose de la figura de su presidente valenciano salpicado por la polémica gestión del desastre.
El encuentro del PPE previsto para los días 29 y 30 de abril reunirá a personalidades como la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el líder de la formación a nivel comunitario, Manfred Webber, o el próximo canciller alemán, Friedrich Merz. El cónclave popular, organizado desde el pasado junio, puso en una tesitura a Génova tras la DANA, aunque se abstuvo de hacer declaraciones cuando se reveló el borrador del calendario de sesiones del Congreso a principios de año.
Para febrero, los populares votaron a favor de que las votaciones se celebraran coincidiendo con la celebración del congreso del PPE. Sin embargo, ese mismo día, el portavoz de la formación azul, Miguel Tellado, en un momento de iluminación se dio cuenta del “error” y propuso el aplazamiento de la sesión parlamentaria. Sin duda, la estrategia puesta en marcha por los de Feijóo pretendía crear un teatro que desembocara en el traslado del cónclave a la capital española, alejando a Mazón de esta manera.
Traslado fallido
Desde Génova, los de Feijóo aseguran que este traslado era tan solo una manera de solucionar el conflicto de fechas, el cual aseguran que es culpa de la presidenta Armengol. El president valenciano decidió entonces hacerse eco de estas acusaciones y poner en el punto de mira a Armengol. Sin embargo, las actas de la votación en la Junta de Portavoces a las que pudo acceder este medio contradicen con la versión ofrecida por el PP y muestran que las fechas contaban con el beneplácito de la bancada conservadora del Congreso.
El temor de Feijóo de una escena en la que los líderes populares de toda Europa llegasen al congreso entre gritos y pitos contra Mazón ha construido esta red de contradicciones dentro de los pasillos del número 13 de Génova. Una petición formal para trasladar este cónclave a la capital madrileña pondría de manifiesto el rechazo a Mazón desde las altas esferas del partido, por lo que no se ha formalizado como tal mientras se ha intentado crear un complicado entramado que produjera este cambio. Para estas fechas, el lugar donde se celebrará el congreso de los populares ya es irrevocable, por lo que la escena que atormenta a Feijóo podría materializarse en pocos días.
Error de estrategia para el PP
Con el traslado del congreso fallido, los de Feijóo se verían obligados a no asistir a la votación que se celebraría en el Congreso esa fecha, temiendo de esta forma que el Gobierno aprovechara la situación para someter a elección decretos ley que no se podrían aprobar de otra manera por la mayoría de la derecha.
Sin embargo, según han podido confirmar fuentes del Congreso, la presidenta de la Cámara Baja ha accedido a modificar las fechas de la votación que pasaran ahora a la semana del 5 de mayo, salvando de esta manera la nefasta estrategia de los populares.
