El grupo parlamentario de Vox en el Congreso de los Diputados ha desplegado este jueves banderas de España con el crespón negro por las ventanas de los despachos que les corresponden en la Cámara Baja como señal de duelo y protesta por la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno tras sus pactos con numerosas formaciones del Congreso, únicamente con el rechazo de PP, Vox y UPN.

Los despachos que tiene asignados el grupo parlamentario de los de Santiago Abascal están situados en las últimas plantas del segundo edificio de ampliación del Congreso y sus ventanas dan a la Carrera de San Jerónimo, por lo que las banderas colgadas alteran el aspecto uniforme de la fachada de la sede parlamentaria.

"Hoy es uno de los días más negros de la historia de España. Pedro Sánchez se incorpora a la lista de los grandes traidores", ha señalado el grupo parlamentario en un mensaje publicado en su cuenta de la red social X (antes Twitter).

 

Y abajo, los manifestantes

En paralelo, a los pies de las ventanas de Vox, en la confluencia de Carrera de San Jerónimo con la calle Cedaceros, se han concentrado en la mañana de este jueves un grupo de ciudadanos llamando "hijos de puta" y "traidores a quienes salieran del Congreso y gritando contra lo que consideran "el régimen de 1978" y contra todos los partidos políticos.

En el debate de investidura, Santiago Abascal acusó a Pedro Sánchez de promover un "golpe de Estado" por pactar la ley de amnistía y abolir el Estado de Derecho y la separación de poderes. Y, nada más terminar el discurso, los 33 diputados de Vox abandonaron el hemiciclo para unirse a las protestas que terminaron al final de la tarde en Ferraz, frente a la sede nacional del PSOE.

Vox ya ha hecho saber que se "opondrá al golpe" de Sánchez "por todos los medios legítimos". "Estaremos donde haga falta", ha zanjado este jueves la portavoz, Pepa Millán.

El discurso de Abascal, cortado por Armengol

Por otra parte, cabe recordar que el discurso de Santiago Abascal en la sesión de investidura del miércoles fue interrumpido por la presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol. 

La socialista se vio en la obligación de advertir al ultraderechista de que no puede aceptar que se acuse de golpe de estado a Pedro Sánchez, y que dichas palabras serían retiradas del Diario de Sesiones si no rectificaba tal acusación. “No puede ser que un diputado vaya contra los cimientos de la democracia”, ha lamentado la presidenta de la Cámara Baja, visiblemente enfadada. "Este país sabe perfectamente lo que es una dictadura y un golpe de estado y no se puede permitir que se hagan ese tipo de acusaciones", añadió.

“Según el artículo 103, no puede ser que un diputado vaya contra los cimientos de la democracia. La democracia se basa en las instituciones que lo conforman y esta cámara es representativa, por lo que le pido que retire las palabras de golpe de Estado porque en función de mis competencias las retiraré yo”, señaló, en concreto, Armengol. Abascal, por contra, se negó a retirar sus palabras, escudándose en que "tiene libertad de expresión desde la tribuna del Congreso".

"Otros grandes tiranos y criminales de la historia también han llegado al poder mediante las elecciones, como Hugo Chávez o Hitler", expresó también Abascal, hilando con sus acusaciones de golpe de Estado. "Por supuesto que veo cuál ha sido el punto en el que se han indignado. El socialista alemán mintió menos a los electores que el socialista español", constató, refiriéndose, nuevamente, a Adolf Hitler. Cabe matizar que Hitler no estaba ni mucho menos cerca del socialismo como se concibe hoy en día, sino que su partido, el NSDAP, llevaba el término 'nacionalsocialista' en el nombre.

"Estoy en la tribuna y voy a decir que estamos frente a un golpe de Estado. Es un golpe de Estado, y si me amordazan y no me dejan decirlo, es porque estoy diciendo la verdad", prosiguió Abascal, manteniendo el mismo discurso exaltado durante toda su intervención.

"Sus mentiras y su risa siniestra recordaban a la del emperador Nerón mientras ardía Roma. Noto una gran falta de moralidad, la sensación de que ha perdido el juicio, le vemos como una mezcla de Maduro vestido de bonito y de Cantinflas. Nos da la sensación de que no se está celebrando una investidura, sino que se perpetra un se perpetra un golpe contra la nación", zanjó un discurso después del cual todos los diputados ultras abandonaron el Hemiciclo.