Las últimas semanas en el plano político han sido frenéticas. Con motivo de la reforma de la ley que afecta a las penas de presos de ETA, en Génova se han levantado las voces críticas que señalan a la cúpula de Alberto Núñez Feijóo por la postura adoptada, en la que no se han depurado responsabilidades de aquellos cargos del partido que estuvieron involucrados en la tramitación parlamentaria, tampoco en los sistemas de trabajo en el mismo ámbito.
Tal y como recoge ‘El Mundo’, las tensiones han ido engrandeciéndose con el paso de las semanas y, pese a que otras cuestiones de calado en el partido, como las últimas revelaciones sobre el ‘caso Koldo’ o la imputación del Fiscal General del Estado por la causa judicial que rodea a la pareja de Isabel Díaz Ayuso han copado buena parte de la reacción de oposición de los de Núñez Feijóo, lo cierto es que ya son multitud los barones, dirigentes y exministros populares que ya han instado a endurecer, séase “reforzar”, la dirección del principal partido de la oposición al Gobierno central.
Alejados del foco mediático, y tal y como recoge el medio citado en anteriores líneas, diversos cargos del PP vienen quejándose de la escasez de referentes y pesos pesados de la formación “reconocibles” que aúpen el mensaje y la estrategia de alternativa de Núñez Feijóo a nivel nacional. En estos términos, consideran que un partido como tal debe contar con “referentes sectoriales” y “perfiles de peso” tanto para el plano privado como para el conjunto de la sociedad española.
Según han venido trasladando estas voces, dicen desconocer los referentes en materia del sector privado dentro del partido, es decir, los encargados de áreas como Justicia, Defensa o Economía, entre otros ámbitos. Exministros del Gobierno de Mariano Rajoy recuerdan en este punto que, cuando estaban en la oposición, se conocía quiénes eran los encargados de estas materias, al igual que en la época anterior de Aznar. Un escenario que, según lamentan en ‘El Mundo’, no se da en las circunstancias actuales.
Debido a los frentes abiertos en el día a día político, estos exministros instan a la cúpula de Feijóo a acometer un cambio de endurecimiento de sus cargos más cercanos por fuerza mayor de “importancia política”.
Mismas sensaciones son las que se respiran en el PP a nivel regional. En privado, mandos territoriales, e incluso los barones, manifiestas sus quejas de las trabas de coordinación entre las partes y Génova. En concreto, todas las miradas se concentran en Esteban González Pons, quien es eurodiputado y vicepresidente tercero de la formación en la Eurocámara; un cargo que conjuga en tiempo y forma con asesorar a Feijóo en política comunitaria y la Vicesecretaria Institucional del PP, en la que se engloban competencias de distinto calado.
En este sentido, las fuentes consultadas del PP recuerdan que, a la hora de realizar las listas de las últimas elecciones generales, Feijóo no encontró ni consolidó una figura potente para su ‘número 2’ en Madrid -cargo al que ascendió a la ex de Ciudadanos, Marta Rivera de la Cruz-, así como su cargo al frente de la Vicesecretaría de Economía, del que nunca se supo quién ocuparía el cargo. Asimismo, figuras como Carmen Fúnez, ‘número 3’ de Génova a nombramiento de Feijóo, pasan desapercibidas a nivel mediático debido a que no ejerce un papel que llegue a trascender la opinión pública y conformarse como peso pesado de la formación.
La figura de Tellado, en entredicho
Con el telón de fondo de la ley que afecta a las penas de presos de ETA, la postura que adoptó el portavoz del partido en el Congreso, Miguel Tellado, cuando expuso una imagen de las víctimas de la banda terrorista pertenecientes al PSOE despertó otro cisma dentro de las filas populares, pero en las que no se han tomado medidas al respecto; de hecho, por el momento, se han descartado.
Estas voces del PP tildan de “bochornoso” la actitud esgrimida por Tellado en aquella sesión de control, por la cual consideran que se deberían depurar responsabilidades. Ya a principios de octubre, después de esta intervención en la Cámara Baja, Tellado descartó hacer cambios orgánicos dentro del grupo parlamentario, enmarcándose en la férrea oposición al Ejecutivo de Sánchez como en la no confrontación hacia las víctimas.