Esperanza Aguirre entraba en directo en El Programa de Ana Rosa instantes antes de que lo hiciera Albert Rivera. La exlideresa ha valorado los resultados electorales, se ha quejado de lo sucia que está Madrid, con “caca de perro” incluida, y ha agradecido a Sánchez que el último viernes social le hayan “arreglado” poder cobrar la pensión e ir al espacio de TeleCinco.

Aguirre, ofreciéndose a Ana Rosa descaradamente y prometiendo “momentos divertidos” con Juan Carlos Monedero, ha querido ‘dar las gracias’ a Pedro Sánchez por uno de sus últimos decretos sociales tan denostados por la derecha. La exlideresa asegurana que “algo bueno ha hecho” el presidente del Gobierno.

Dejando este momento a un lado, Aguirre se ha referido a la actual situación de la política española y, sobre todo, de su Partido Popular. La formación conservadora, con Pablo Casado a la cabeza, se ha estrellado contra su suelo histórico con 66 escaños. Una debacle descomunal, pero la exlideresa no considera que el actual dirigente genovés tenga que dimitir.

“Estas elecciones han cogido a Pablo Casado recién llegado”, exculpaba al actual presidente del partido. Considera que los constitucionalistas, “donde también incluyo al PSOE”, no lo “hemos sabido hacer bien” y, de ahí, que el independentismo haya crecido hasta tal punto de que en el País Vasco no hay representación el centroderecha.

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Abascal no es el culpable

Asimismo, Aguirre ha defendido que Casado ostenta unas capacidades “extraordinarias” y sostiene que “tiene que resistir porque va a tener muchas presiones”. “No se puede culpar a Casado de esto”, concluía.

Pero la exlideresa también ha sido preguntada por Santiago Abascal, uno de sus pupilos. Después de que ciertos sectores de la derecha culparan al partido ultra de la debacle del PP, Aguirre sostiene que a ella no le gusta “echar las culpas a nadie”. Asegura que la responsabilidad “la tenemos dentro del PP” y califica la derrota como “importante”.

Destaca la estrategia de Mariano Rajoy en 2016 fue agitar el “fantasma de Podemos” y esta vez lo han hecho con el de Vox, definiéndolo como un partido “anticonstitucional”. A este respecto, Aguirre ha defendido la constitucionalidad de la formación ultraderechista y reconoce que le separan cosas de ellos pero también “me unen muchas otras”.

Por último, Esperanza Aguirre subraya que lo que deben hacer los tres partidos de la derecha es “hablar mucho”. Considera que “si seguimos así de divididos nunca vamos a poder gobernar”.