Nadie en el Gobierno ha movido un músculo de más para despachar el escrito que el juez Juan Carlos Peinado ha remitido este martes al Tribunal Supremo. El magistrado que instruye la causa contra la esposa del presidente, Begoña Gómez, ha solicitado al Alto Tribunal la imputación del ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños. El sentir en el seno del Ejecutivo es coral: “Otro capítulo más”. La maniobra del instructor no sorprende entre los miembros del gabinete del jefe del Ejecutivo, conocedores ya de los métodos de Peinado.
Tanto en público como en privado, en Moncloa han encapsulado el escrito del juez Peinado en la más absoluta de las normalidades. Con matices, claro. Desde el inicio del proceso contra la esposa del presidente, el Ejecutivo ha tratado de desbaratar minimizar las maniobras de Peinado. Es decir, después de tantas maniobras, el Gobierno ya ha agotado su capacidad de sorpresa. Así ha despachado el asunto la portavoz y ministra de Educación, Formación Profesional y Deporte, Pilar Alegría, que en rueda de prensa tras el Consejo de Ministros ha sugerido que es “otro capítulo más” en esta historia judicial.
“Máxima tranquilidad, conocemos perfectamente esta instrucción y, por tanto, lo de hoy es un capítulo más. Por parte del Gobierno y del ministro de Justicia, tranquilidad”, ha trasladado expresamente Alegría.
Otras voces del Gobierno y los socialistas han reaccionado a este último movimiento judicial del instructor de la causa de la mujer del presidente del Gobierno. Por su parte, el portavoz del PSOE en el Congreso de los Diputados, Patxi López, ha tachado lo sucedido de “barbaridad”: “No tengo que hablar más, él mismo se retrata”, ha ahondado.
“El Gobierno está tranquilo”
En respuesta a este movimiento judicial, fuentes del Ministerio de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes que dirige Bolaños han garantizado que el Ejecutivo central “está tranquilo” pero, a su vez, han manifestado su “preocupación por cómo esta decisión afecta a la imagen de la Justicia”, según han precisado en un breve comunicado este martes a primera hora de la tarde.
El único detalle en positivo que extraen desde el Ministerio se refiere que ahora “todo el mundo” pudo escuchar la filtración de la declaración de Bolaños ante el juez Peinado “y puede cotejar lo que dice el ministro con lo que dice la exposición motivada”.
Asimismo, aseguran que el escrito del magistrado “acusa al ministro de falso testimonio porque afirma que se le preguntó por la persona que realizó el nombramiento de Cristina Álvarez y dio el nombre de una persona que después negó serlo”. En este punto, matizan que el juez Peinado, en realidad, preguntó por quién era “el responsable, la persona que supervisa, a Cristina Álvarez, y esa fue la información que el ministro proporcionó”. Por esta exposición de motivos, las fuentes de Presidencia entienden que “la exposición motivada se erige sobre una respuesta que el ministro no dio”.
Las mismas fuentes también aducen a las acusaciones en la causa de la presunta malversación, cuyo escrito del juez Peinado viene diciendo que “los responsables de la Secretaría General de la Presidencia eran los responsables del nombramiento de Cristina Álvarez y que debían conocer un supuesto uso irregular de recursos públicos en favor de actividades privadas de Begoña Gómez”. Pese a ello, tal y como reza en la documentación aportada en la instrucción, la Secretaría General “no realizó el nombramiento” y la asesora de Gómez “no dependía de este departamento”.
A su vez, añaden que “no hay un solo indicio de que haya el menor uso irregular de recursos públicos”, lo que califican de “paradójico” que el texto del juez Peinado se refiera a ello como “público y notorio” pese a la longevidad de la instrucción. “Estamos ante un caso parecido al de Juan José Güemes al que se imputó en base a unas declaraciones que el testigo no realizó, y un tribunal superior (la Audiencia Provincial de Madrid) rectificó el error. Confiamos en que en esta ocasión el resultado sea el mismo”, han ahondado.