Este jueves, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pondrá rumbo hacia China este jueves 30 de marzo para mantener una reunión con el mandatario Xi Jinping, en aras de afianzar las relaciones bilaterales y poniendo sobre la mesa los principales temas a tratar de la actualidad geopolítica, siendo así el más relevante y urgente la guerra de Ucrania y, en consecuencia, el diálogo que está manteniendo la potencia asiática con Rusia.

Y es que en el momento en que se produce este encuentro es más que clave no solo por el conflicto que se está produciendo a las puertas de Europa, sino también porque España asumirá en breves la presidencia de la Unión Europea y, desde el ámbito internacional, hace apenas una semana que Jinping se desplazó hasta Moscú para reunirse con Vladimir Putin.

Sánchez ha advertido estos días de atrás que, pese a que atenderá “de primera mano” la postura del mandatario chino sobre el conflicto bélico, el principal objetivo sigue siendo encontrar una solución pacífica, considerando a la par que será más que beneficioso que Jinping también se reuniese con el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.

Está previsto que Sánchez, a su llegada a Pekín, sea recibido por las tres máximas autoridades del país: el presidente chino, Xi Jinping; el primer ministro, Li Qiang; y el presidenta del Comité Permanente de la Asamblea Popular, Zhang Dejiang.

Los puntos fuertes de China

En este marco de refuerzo de lazos bilaterales internacionales, España ha reconocido que algunos puntos planteados por Pekín son de gran relevancia, tales como su reafirmación sobre el principio de integridad territorial y soberanía de todos los estados.

A la par, China ha rechazado toda forma y circunstancia en la que se puedan utilizar armas nucleares, además de considerar en el mismo grado una amanaza del empleo de estas armas. 

No obstante, hay otros aspectos que Sánchez no ha recibido con buenos ojos: el hecho de presentar en un plano de iguales condiciones al agresor y al agredido. Una teoría que se comprende a la perfección con la guerra de Ucrania, ya que Rusia ha invadido el país vecino sin justificación alguna.

Sánchez, el primer líder del desfile europeo

Cabe destacar que Pedro Sánchez será el primer jefe de Gobierno europeo que viajará a China en la lista de otros mandatarios de la Unión que lo harán semanas después a él, por lo que el jefe del Ejecutivo español marcará el paso al resto de sus homólogos en cuanto a las preocupaciones conforme a la guerra de Ucrania y sus consecuencias económicas y sociales, entre otros aspectos.

Será con esta dinámica como el presidente francés, Emmanuel Macron; la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni; o la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, trasladarán a Xi Jinping la unión y firmeza de la UE en cuanto a su postura en favor de Ucrania desde el comienzo del conflicto, que ya cumple más de un año desde aquel lejano 24 de febrero de 2022.

En el caso de Sánchez, la visita se hace aún más relevante, entendiéndose dentro del contexto nacional y europeo, por la Presidencia de turno de la UE en el segundo semestre del año, -concretamente, a partir del 1 de julio- y porque se cumple el 50 aniversario de la relación bilateral entre ambos países. Motivos por los que resulta de máxima relevancia reforzar los lazos vigentes.

Fuentes gubernamentales han precisado estos días que la visita oficial de Sánchez a Pekín también se traduce como la devolución de la visita de Estado que realizó el mandatario chino allá por 2018, momentos en los que se selló un conjunto de mecanismos e instrumentos de concertación política, tales como las colaboraciones económicas y comerciales, las cuales no se pudieron llevar a término por la pandemia de coronavirus.

Términos económicos

La geopolítica y la relación bilateral no serán los únicos aspectos exclusivos a tratar en el encuentro, sino que ésta es una visita que conlleva una alta carga económica que beneficiará a ambas partes. En primer lugar, Sánchez asistirá al conocido como el ‘Davos Chino’, es decir, el Foro Boao de Asia, un evento empresarial y económico que tiene grandes similitudes con el que se celebra en Suiza.

La cita económica de este jueves la presidirá así el ex secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, y en el que también estarán presentes representaciones de hasta 28 países, entre los que destacan Indonesia, Australia, Nueva Zelanda, Malasia y Singapur. De la misma manera, el presidente español aprovechará para mantener un encuentro bilateral con Kristalina Georgieva, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), además de otras reuniones con los directivos de empresas como AstraZeneca.

Por otro lado, China es el principal proveedor de España, mientras que las exportaciones españolas están, a día de hoy, en el puesto undécimo en el gigante asiático. Es así como el Gobierno considera que hay un margen de mejora, especialmente en lo que se refiere a los productos agroalimentarios, pero sería necesario que China relajase algunas de sus normas que afectan negativamente a las ventas en este gran mercado.

Impulso turístico

Como tercer punto clave de la visita de Sánchez a China, destaca el que es el principal propulsor de la economía española: el turismo. Y es que será en estos dos días en los que el presidente del Gobierno buscará promocionar las ventajas y encantos del país en estos términos ante una decena de turoperadores.

Las restricciones ante la pandemia en 2020 fracturaron gravemente al sector pero, con la recuperación que se vivió en Europa y, recientemente, la decisión de China de autorizar los viajes en grupo de su población a otros país, se quiere volver a dar una oportunidad.

La oposición entra en valoraciones

Días atrás, desde su comparecencia posterior a la cumbre del EPP en Bruselas, el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, restó importancia a la visita de Sánchez a China argumentando que es una responsabilidad más en la agenda de Moncloa, aún con mayor peso por la Presidencia de España en la UE este verano. “Antes de presidir la UE, es normal; Rajoy ya vio a Xi en Pekín cuando presidía el Ejecutivo”, defendió, recordando así dicha visita, que se produjo en mayo de 2017.

Este miércoles, fuentes de Génova han remarcado que el hecho de que los presidentes viajen “no es excepcional”, sosteniendo a la par que Sánchez no tiene “ni competencias ni capacidad” para “mediar” sobre el estado actual de la guerra entre Ucrania y Rusia “después de lo sucedido en Moscú y sin la Presidencia de la UE”.