Algunos de los manifestantes que el pasado domingo acudieron a Plaza de España pare reivindicar su postura contra la amnistía en la que es la enésima convocatorio del PP para protestar contra la medida de gracia a los independentistas acudieron después a la sede del PSOE en Ferraz para mantear a muñecos con el rostro del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder de Junts, Carles Puigdemont. La imagen, que reunió a unas 150 personas, no tardó en hacerse viral.

Entre quienes acudieron al punto que durante semanas de noviembre fue un polvorín se encontraba gente que previamente había estado en la cita popular, a la que también acudieron, además del presidente del PP, sus antecesores Mariano Rajoy y José María Aznar (que esta vez no intervinieron, a diferencia de lo que sí ocurrió en la primera llamada, en septiembre y en el Wizink Center), la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, sus homólogos autonómicos y el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida.

 De hecho, algunas de estas personas portaban banderas del PP europeo. Todos ellos lanzaron proclamas como “1,2,3, colgado por los pies”, “pelele” o “Puigdemont a prisión” mientras lanzaban a dos muñecos al cielo desde una manta. También pudieron escucharse calificativos como “delincuente” o “psicópata” mientras que en algunas de las pancartas “Un grito de unidad contra el sanchismo”.

Silencio de Feijóo

Al líder del Partido Popular siempre le ha costado no mostrarse equidistante con este tipo de imágenes. Ocurrió con las imágenes de Ferraz en su punto más caliente, momento en el cual el PP terminó condenando los actos delictivos, pero le costó hacerlo.

Un comportamiento similar tuvo tuvieron los populares después de que un grupo de personas se congregaran nuevamente en la sede socialista, esta vez con motivo de la Nochevieja. Por aquel entonces, apalearon una piñata del líder del Ejecutivo, de nuevo motivados por las palabras que días antes había pronunciado el líder de Vox, Santiago Abascal cuando expuso que llegaría un día en el que el pueblo “querrá colgar a Sánchez por los pies”. En aquella ocasión, el partido condenó otra vez, sí, los hechos, pero con medias tintas, ya que lamentó la “victimización” del PSOE y vino a decir que era una cortina de humo que desviaba la atención de lo que ellos consideran importante, que no es otra cosa que la ley de amnistía.

El líder del PP ha estado este lunes en un desayuno informativo organizado por La Razón a la que ha acudido también el presidente del partido en Galicia y candidato a la reelección, Alfonso Rueda, sobre quien ha centrado su discurso. Concretamente, Feijóo ha advertido a sus votantes de que el BNG quiere “trasladar el modelo de fractura a Galicia” a la vez que pedía exportar a la política nacional, la gallega, asumiendo que Rueda ofrece “confianza”, “seguridad”, “garantía” y “certeza”: “Hace mucha más falta que la política nacional se parezca a la política gallega que llevar a Galicia todo lo que no le hace ningún bien a ningún español”.

De “normalizar el crimen” a “rescatar” España

Entretanto, el discurso del PP sigue siendo el de calentar la calle, con una Ayuso que sigue utilizando comparativas poco democráticas a ojos de la izquierda para la democracia y un Feijóo que se presenta como salvador de la patria. El pasado domingo ambos líderes se pronunciaron en esta línea.

Empezando por el último, el expresidente de la Xunta se presentó como única posibilidad para “rescatar democráticamente” al país. “Sánchez ha comprado la investidura y su objetivo es construir un muro para aislar a todos los españoles que no estamos de acuerdo”, decía a la vez que instaba a “derribar” dicho muro que, a su juicio, el líder del Ejecutivo ha construido con “mentiras”. ¿Cómo piensa hacerlo? “Unidos, con la verdad, sentido común y la Constitución, que merece la pena proteger”. Las redes le han respondido de manera clara devolviéndole otra pregunta. “¿Rescatarnos, de qué?”, han cuestionado.

Entretanto, Ayuso se siente cómoda en las subidas de tono que la caracterizan -cabe acentuar que llegó a decir que Sánchez nos quería “colar una dictadura por la puerta de atrás”-. En el día de ayer, la presidenta regional recuperó las declaraciones que abanderó durante toda la semana pasada. Así, para la responsable de Sol, el líder del Ejecutivo está “desguazando el estado de Derecho a gran velocidad”. “Así es Sánchez, criminaliza la vida normal y normaliza el crimen porque pactan con el crimen”, destacó.