El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha protagonizado este lunes el acto de presentación del pacto de Estado frente a la emergencia climática, que ha servido como apertura del curso político para la coalición. Rodeado de casi la totalidad de los ministros, entre los cuales han intervenido aquellos que han estado involucrados en la crisis de incendios y cuyas carteras están relacionadas con la materia, el líder del Ejecutivo ha desgranado las diez propuestas incluidas en la oferta lanzada a todas las formaciones políticas para evitar que se repitan imágenes como las vividas este agosto.
Una vez que los 130 incendios que se sucedieron el mes pasado están sofocados casi en su totalidad, después de haber arrasado 330.000 hectáreas, propiciado víctimas mortales y heridos y acabado con una gran suma de patrimonio natural y personal, ha llegado el momento de solventar la situación y trabajar de cara a que no vuelva a producirse nada similar. En esta línea, Sánchez ha bautizado el momento como “la mayor oportunidad” para “apagar el ruido, sentarnos a escucharnos, negociar y acordar entre todas las administraciones”.
“Los incendios de sexta generación no se apagan en verano, sino en invierno y en otoño, trabajando todos los días del año”, ha trasladado, instando a todas las instancias, dado que las competencias en la mayoría de estas materias están en manos de la comunidades autónomas, a “aprovechar estos meses que tenemos por delante para entender que ha pasado y, en consecuencia, actuar”. “Estamos seguros de que la terrible ola de incendios no es fruto de la casualidad ni de una trama pirómana, como insinúan algunas veces la 'bulosfera”, ha proseguido, antes de señalar los factores clave.
El Gobierno considera que lo acaecido ha sido consecuencia de “una política de prevención claramente insuficiente, que se refleja en la falta de planes ejecutados, en la ausencia de instrumentos de análisis y predicción avanzados, y en plantillas de bomberos y brigadas forestales que, en determinados territorios, no estaban lo suficientemente dotadas”. Asimismo, ha valorado la gestión del territorio como “inadecuada”, señalando especialmente aspectos como “montes cargados de biomasa, caminos y cortafuegos descuidados, falta de especies autóctonas y resistentes al fuego, municipios despoblados e infraestructuras obsoletas”.
Estos dos factores, sumados a “una emergencia climática que hace que los fuegos de ahora sean mucho más virulentos, impredecibles y letales”, son la muestra para el Ejecutivo de la necesidad de alcanzar un pacto de Estado que aúne a todos los partidos políticos, como sucede en ámbitos como las pensiones o la violencia de género. “El negacionismo climático que profesa una parte importante y cada vez más creciente de nuestra clase política resulta tan incomprensible como preocupante”, ha advertido, pasando a continuación a desgranar sus diez propuestas.
Los 10 puntos del pacto de Estado
El primero de los puntos ha sido la creación de fondos con recursos permanentes a nivel estatal y autonómico que sirvan para “acelerar la reconstrucción y recuperación de los municipios y paisajes golpeados” y, a futuro, para “prevenir esta clase de tragedias” mediante la financiación de trabajos de limpieza, acondicionamiento y construcción. A continuación, ha instado a que todas las administraciones asuman el compromiso de aumentar y mantener “los 365 días del año” los medios técnicos y humanos necesarios para prevenir y combatir los eventos climáticos extremos. “Cuerpos de bomberos, brigadistas y agentes forestales estables, formados y dotados de los vehículos y las tecnologías necesarias”, ha ahondado.
El tercero de los puntos, el de mayor implicación, ha sido la creación de una Agencia Estatal de Protección Civil y Emergencias que “potencie y garantice el buen funcionamiento del sistema” y permita “seguir mejorando la coordinación y toma de decisión compartida”. El cuarto se refiere al avance hacia un modelo de gestión forestal adaptado a las realidades sociales, económicas y climáticas del siglo XXI y el quinto, relacionado directamente, al despliegue de una Respuesta Nacional de Resiliencia Hídrica, destinada a aumentar la capacidad para lidiar con inundaciones y sequías.
La sexta propuesta se centra en las olas de calor y la necesidad de adaptar la legislación y el territorio a estas, creando una “amplia red de refugios climáticos en todo el país”. Centrándose en el medio rural y en quien lo vive y trabajo, Sánchez ha propuesto reconocer y potenciar su “papel esencial” en la protección del medioambiente y en la lucha contra los eventos climáticos extremos y fortalecer la contribución del sector silvícola a la lucha contra el fuego, las sequías y las lluvias torrenciales, como séptimo y octavo punto.
Por último, el presidente del Gobierno ha expuesto la necesidad de promover desde las instituciones una cultura cívica de la prevención y la reacción ante emergencias, como noveno aspecto; y de que de todas las Administraciones asuman el compromiso de acelerar la transición ecológica y exigir a la Unión Europea (UE) una mayor ambición. El pacto de Estado será presentado también a los Gobiernos de los países limítrofes con España (Francia y Portugal), se solicitará la creación de una subcomisión parlamentaria en el Congreso de los Diputados y ahora tocará a los partidos debatir sobre su contenido.