La comunicación no verbal es tan importante o más que el relato. Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo lo sabían en su visita a El Hormiguero, por lo que ambos trataron de cuidar todos y cada uno de los detalles. También eran conocedores del programa al que acudían -muy crítico con el presidente del Gobierno- y la condición en la que lo hacía cada uno: el primero como líder del Ejecutivo que ya había acudido más veces al plató de Trancas y Barrancas, y el otro como líder de la oposición y primerizo en prime time.

José Luis Martín Ovejero, experto en comunicación no verbal, ha elaborado un extenso análisis de los gestos y la oratoria de cada uno de los candidatos a su paso por Antena 3, que explica en primera persona en declaraciones a ElPlural.com.

Fortalezas de Sánchez y Feijóo en ‘El Hormiguero’

El también abogado ha extraído dos fortalezas y dos debilidades de ambos entrevistados, así como una “anécdota” de cada uno de ellos.

“El estilo del presidente del Gobierno fue muy coherente con la idea que quería transmitir”, apunta Martín, quien señala directamente tanto a la “ropa vaquera” como al detalle de la pulsera LGTBI, que revolucionó para bien a las redes sociales: “La apariencia, en general, iba muy acorde con lo que es un programa de entretenimiento”.

El otro punto fuerte de Sánchez pasa por la gestualidad puramente dicha: “Sus manos acompañaron en todo momento las explicaciones. Es algo muy representativo porque las personas movemos las manos de una manera u otra en función de la seguridad que denotamos; y a Sánchez se le vio muy seguro de sí mismo”.

Por su parte, del líder gallego cabe destacar el “compromiso” que demostró con su partido, en tanto en cuanto “personificó” a los populares. “Cada vez que hablaba del Partido Popular llevaba las manos hacia él, especialmente cuando habló de la candidata de Extremadura, María Guardiola (…) Cuando alguien hace ese gesto demuestra que está comprometido con lo que cuenta, no que está atendiendo simplemente a un guion que trae preparado de casa”.

El experto en comunicación no verbal expone que la otra fortaleza del líder de la oposición fue recurrir a historias personales. “Es algo que yo siempre recomiendo en las clases, comenzar el discurso con una historia personal. ¡Que sea verdad, claro!”, bromea.

Feijóo lo hizo hasta en tres ocasiones. Precisamente, nada más comenzar la entrevista, cuando recurrió a su infancia y al pueblo en el que había nacido y había crecido, para defender su posición frente a la eutanasia, aludiendo al fallecimiento de padre; y varias veces refiriéndose a su hijo y su mujer: “Lo personal tiene un poder hipnótico brutal sobre el público. Está demostrado científicamente que el receptor se queda impregnado de lo que dices y deja de ver los defectos. Simplemente calla y observa”.

Debilidades del presidente y el líder de la oposición con Pablo Motos

En otro orden de cosas, a los dos invitados le acompañaron errores de peso a su paso por El Hormiguero. Comenzando nuevamente por el presidente del Gobierno, el especialista en este ámbito igualmente importante de la comunicación destaca dos: la extensión de las respuestas y la invasión del espacio de Motos.

Martín explica que cuando nos preguntan algo -independientemente de si se es o no político- y nos alargamos en la respuesta es, en parte, porque “necesitamos justificarnos demasiado” en lo que estamos contando.

Por otro lado, ya desde el punto de vista periodístico, atiende a una regla básica de la profesión: cuanto más larga es la respuesta, menos preguntas puede hacer el entrevistador. “De hecho, el pasado miércoles, Motos y Feijóo lo mencionaron”, recuerda entre risas.

En lo que tiene que ver con la invasión del espacio, en este caso era además “muy llamativo”, porque “uno era muy alto y el otro muy pequeñito”: “Siempre digo que es positivo, cuando una persona se siente comprometida, que incline su cuerpo ligeramente hacia delante, pero en este caso parecía un poco intimidatorio”.

Justo una de las fortalezas de Sánchez -el estilo- supuso una debilidad para el gallego: “Intentó dar también una imagen de menos formal, pero le salió mal porque se le notaban mucho las arrugas de la chaqueta, lo cual desvía la atención del mensaje, y eso en un orador es imperdonable”.

La otra tiene que ver con los nervios, palpables durante el transcurso de la entrevista, especialmente al principio. Las pruebas fehacientes de su estado fueron que cogía demasiado el bolígrafo que tenía a mano “aunque lo soltó en seguida, ¿eh? Como si se hubiera dado cuenta”, y que bebía agua en exceso: “Es normal cuando se habla en público que se reseque la boca, pero usó demasiado la taza. Esta es una reacción fisiológica natural en el ser humano provocada por el estrés. El estrés hace que el cerebro se prepare para la acción y en consecuencia deja de salivar porque no asocia nunca al cerebro el estrés al acto de comer”.

Anécdota

A los aspectos positivos y negativos analizados, el también profesor del Centro de Estudios Financieros y autor del libro Miénteme… si te atreves (editorial Aguilar) destaca la “disputa” entre presentador y político en la primera de las entrevistas sobre tutearse o tratarse de usted. Finalmente, ante el trato reiterado de Motos, Sánchez optó por la manera más formal, algo que puede ser un error, de nuevo por el formato del programa: “El da una sensación de estar más desenfadado, y seguramente sea más adecuado para un programa como El Hormiguero, en el que te desenvuelves distinto a como lo harías frente a Ana Pastor o Risto Mejide, por ejemplo, que dirigen otros formatos”.

Por su parte, el detalle que ha pasado desapercibido en la entrevista del gallego y que tiene su aquel es el trato de éste hacia Trancas y Barrancas. “Nunca había visto a nadie tratar de usted a las hormigas. Fue como ‘Joe, qué respeto las tiene’”, explica tirando de humor.

¿Quién ganó en el plató de Trancas y Barrancas?

El analista de la comunicación no verbal da por “primera vez” como ganador a Feijóo, aunque no pasa por alto que la postura que adoptó Sánchez tiene que ver con las críticas habituales de Motos y el equipo del espacio televisivo hacia el dirigente político: “Para mí Sánchez se mostró más agresivo e invasor (…) Es verdad que sabía que iba a un programa en el que ha sido criticado, y esto influye”.

De hecho, hasta en cierta manera esto se convirtió en algo sino positivo, sí menos negativo, de manera que el secretario general del PSOE salió bien del paso. “Podría haber estado más intimidado, pero él se comportó como un verdadero aniquilador, como lo que es dialécticamente y políticamente, especialmente en los momentos de mayor debilidad”, detalla recordando su pugna son Susana Díaz.

Feijóo, por el contrario, “fue mucho más relajado”. “De hecho, desde el primer momento Pablo Motos le marcó las líneas de juego, que pasaban por darse a conocer (…) Es un contexto totalmente distinto al de acudir como presidente del Gobierno, sin duda”, apunta.

A la inversa, “también es verdad que uno tiene unas tablas espectaculares en este tipo de entrevistas” y el otro “era novato”; y en este último hecho, Feijóo supo desenvolverse cuanto menos de manera correcta y no dejarse superar por la primera vez.