Jordi Turull, secretario general de Junts, anunciaba este jueves que hay agendada, aunque sin fecha, una reunión entre Pedro Sánchez y Carles Puigdemont sin la presencia del medidador. Un encuentro orientado a fortalecer las relaciones entre sendas fuerzas políticas y a encauzar las negociaciones. Sin embargo, el presidente del Gobierno, ha evitado pronunciarse sobre esta eventual cita. Ante los periodistas a su entrada a la Cumbre del Consejo Europeo, el jefe del Ejecutivo se ha limitado a asegurar que en su agenda no hay ni rastro de ella y que tan sólo figura una con el president de la Generalitat, Pere Aragonès, el próximo 21 de diciembre con motivo de la inauguración de un supercomputador en Barcelona.

No hay confirmación, al menos en público, por parte del presidente del Gobierno. De momento, la reunión entre Sánchez y Puigdemont está en el aire y queda reducida exclusivamente a las palabras de Jordi Turull en TVE. El secretario general de los neoconvergentes sembró la idea desde el programa Cafè d’idees, conducido por la periodista Gemma Nierga, sin hablar de fechas concretas y con el objetivo de “profundizar en la resolución del conflicto político”. El eventual encuentro, eso sí, tendría que producirse en “el extranjero”, aunque fuentes del PSOE consultadas por ElPlural.com se limitaron a comentar que no había nada agendado “en el corto plazo”, sin desmentir categóricamente las palabras del independentista y dejando la puerta abierta a esta posibilidad. “En el futuro se verá”, precisaban estas voces autorizadas.

En esa línea se ha movido uno de los dos protagonistas. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a su llegada a la cumbre del Consejo Europeo en Bruselas, y ante las preguntas de los periodistas, ha dejado en el aire la cita, sin desdecir por completo al secretario general de Junts. “Pues mire, yo veo mi agenda y en mi agenda lo que tengo es una reunión con el president de la Generalitat -Pere Aragonès-. Me parece que es el día 21, como consecuencia de que vamos a hacer la inauguración del súper computador en Barcelona”, ha replicado Sánchez, con cierta ironía, apuntando que su agenda es de carácter “público” y completamente “transparente”.

Sánchez, tras ser repreguntado por los periodistas presentes en Bruselas, ha reiterado que su agenda es “pública y absolutamente transparente”. El jefe del Ejecutivo ha insistido en que sólo tiene una reunión con Aragonès entre sus compromisos más próximos. Misma línea que ha expresado la ministra de Educación y portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, aunque tan sólo se ha limitado a expresar que el eventual encuentro no está “agendado”.

El objeto de la supuesta reunión

Jordi Turull soltaba la bomba ante las cámaras de TVE en Cataluña. El secretario general de Junts anunciaba una reunión, sin especificar fecha alguna, entre Sánchez y Puigdemont sin la intermediación del verificador, una petición expresa de los soberanistas incluida en el acuerdo de investidura. Así lo revelaba a primera hora de este jueves uno de los máximos responsables de la formación soberanista y así lo hacían indicar las fuentes consultadas, aunque desde el entorno de la Ejecutiva socialista evitaban negarlo y aseguraban que “en el corto plazo” no había nada fijado. “En el futuro ya veremos”, comentaban voces autorizadas del PSOE a preguntas de ElPlural.com, dejando la puerta abierta.

Tras el primer careo entre Sánchez y Puigdemont, aunque cargado de tintes institucionales al enmarcarse en la comparecencia del jefe del Ejecutivo español en el Parlamento Europeo. El presidente y su principal interlocutor intercambiaron pareceres durante sus respectivos turnos, mientras el eurodiputado catalán advertía al líder socialista de las “consecuencias” que acarrearía un incumplimiento unilateral de los acuerdos. Entre tanto, Sánchez trataba de sofocar el conato de amenaza del neoconvergente, precisando que el buen cauce de las negociaciones está en las manos de ambos.

Un día después, el secretario general de Junts anunciaba la cita, tras ser interrogado por Gemma Nierga acerca de la ausencia de imágenes conjuntas de ambos líderes. Turull replicó que la función de estas mesas de negociación con el Partido Socialista no es  para hacerse fotografías, sino que “van de resolver un conflicto político y hacer una negociación como debe ser”.

De hecho, el careo, además de tener que celebrarse fuera del territorio español, no contará con la presencia del verificador salvadoreño Francisco Galindo. La intención de los neoconvergentes es “normalizar” las relaciones con los socialistas, a pesar de la desconfianza que aún sienten con sus principales interlocutores. Turull ha resaltado la importancia de que su formación haya “mantenido la posición” durante estos años, lo que ha propiciado que se esté hablando “de los términos del conflicto político” y que este, a su vez, se esté “internacionalizando”.

“Se trata de normalizar una relación y una negociación entre dos presidentes que, desde 2017, fruto de la represión, no ha sido posible”, ha comentado Turull, quien entiende que la mesa de diálogo entre administraciones, tal y como se planteó en su concepción, “estaba destinada a dormir el conflicto político”. “Lo que da risa o lástima es que haya una mesa que no sirve para nada”, ha lamentado el número dos de los neoconvergentes.

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