El día ha llegado. Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, que renombró a Nadia Calviño como ministra de Economía, Comercio y Empresa en la conformación de su nuevo gobierno sabiendo que su nombre tenía una fecha de caducidad en el Ejecutivo, anunciará este viernes el nombre de su sustituto o sustituta. Calviño ha conseguido los apoyos para convertirse en la nueva presidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI) y tomará posesión de este nuevo cargo el próximo 1 de enero, por eso su salida del Gobierno de coalición era inminente.

Aunque no ha trascendido nada de quién puede ser el sustituto de Calviño al frente de la cartera de Economía, sí han sonado con fuerza varios nombres. El nombre que primero se escuchó pero que ha ido perdiendo fuerza es el de José Luis Escrivá, el que fue ministro de Sánchez anuncia este viernes al sustituto de Calviño durante la pasada legislatura y actualmente ocupa la cartera de nueva creación de Transformación Digital, una competencia que correspondía a Calviño y que podría llevar a Sánchez a unificarla de nuevo dándole Economía.

Otro nombre que suena con fuerza es el de Manuel de la Rocha, secretario general de Asuntos Económicos y G-20 y principal asesor del área del jefe del Ejecutivo. De la Rocha es un hombre de total confianza de Pedro Sánchez, que ha trabajado mano a mano con la Comisión Europea en la redacción y negociación de las continuas ediciones del Plan de Recuperación y adendas a cambio de los desembolsos recibidos a través de los fondos europeos.

Y también se baraja la opción de darle la cartera económica a la actual vicepresidenta cuarta y ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero. Montero no deja de ganar peso en los gabinetes de Sánchez y actualmente es la vicesecretaria general del PSOE. Podría ser que Sánchez decida unificar Economía con Hacienda, aunque el rostro de Montero hay quien dice que no es el perfil al no tener el halo de independencia, al ser afiliada al Partido Socialista, algo que no era Calviño.

Otros nombres que han sonado son el de Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España; David Vegara, exsecretario de Estado de Economía y actual miembro del comité de dirección del banco Sabadell; o José Manuel Campa, también exsecretario de Estado de Economía y actual presidente de la Autoridad Bancaria Europea.

Calviño, por su parte, quería ya este jueves despedirse de quienes han sido sus compañeros en los últimos cinco años en el Gobierno. Así, le ha dedicado mensajes en redes sociales a compañeros del ministerio y otras carteras, así como delegaciones del Gobierno. “Comparto algunas fotos de estos cinco años y medio con compañeros y compañeras de los sucesivos gobiernos del presidente Sánchez. Hemos vividos momentos históricos, superando las dificultades y trabajando codo con codo en un ambiente de confianza y cariño. ¡Gracias!”, ha escrito compartiendo imágenes con los demás ministros del Gobierno.

La nueva andadura de Calviño en Europa

Nadia Calviño tomará este 1 de enero las riendas del Banco Europeo de Inversiones, el brazo financiero de la Unión Europea y una de las mayores instituciones financieras del mundo. Se trata de una institución estratégica para la Unión Europea y para España y, además de su importante papel en la financiación de inversiones en la UE, el apoyo financiero a Ucrania e inversiones en el resto del mundo, el BEI tendrá un papel importante en la gestión de parte de los préstamos Next Generation UE.

A su vez, Calviño coge las riendas de una entidad históricamente masculina, ya que ha tenido siete presidentes a lo largo de su historia y todos han sido hombres. Además, Calviño será la primera española en presidirlo. “Es un gran honor y un orgullo que nuestro país presida por primera vez el Banco Europeo de Inversiones, un puesto de gran importancia que refleja el intenso trabajo de estos años para reforzar la influencia, respeto y liderazgo de España en el ámbito internacional”, afirmó Calviño tras contar con el respaldo para presidir el BEI.

Fue en la reunión del pasado 8 de diciembre cuando el Ecofin la eligió para dirigir la entidad, aunque no sin antes haber tenido lugar una larga competición con la danesa Margrete Vestager, que también aspiraba al cargo.