El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha afrontado este miércoles una nueva Sesión de Control en la que ha recibido las preguntas de los dos principales líderes de la oposición. Superado el bronco intercambio con Alberto Núñez Feijóo, ha llegado el momento del líder de la extrema derecha, Santiago Abascal, que ha optado por esgrimir un argumento racista contra la inmigración. "¿Qué piensa hacer su Gobierno con la inmigración ilegal?", ha preguntado el líder de Vox, antes de acusar a las personas migrantes de ser los culpables de todos los problemas existentes en el país.

"Inseguridad en los barrios, colapso en la atención sanitaria, degradación de los servicios sociales y hundimiento aún mayor de los salarios". Todas estas situaciones son, para Abascal, propiciadas por los inmigrantes. Ni de la mala gestión autonómica de la Sanidad y el abandono de sus profesionales, ni del escaso presupuesto destinado por las comunidades a servicios públicos, ni de los míseros sueldos pagados por las empresas, contrarias a subir el SMI y favorables a traer mano de obra inmigrante para cubrir vacantes. La respuesta de Sánchez ha expuesto la xenofobia del número uno de Vox.

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La intervención de Abascal se ha apoyado en un el informe del Departamento de Seguridad Nacional , en el que se señala como preocupante la “instrumentalización de la inmigración ilegal para desestabilizar democracias”. No obstante, lo que el líder de Vox no ha citado del informe y ha recordado Sánchez es que las dos principales amenazas a las que hace referencia son los ciberataques y la desinformación. De estas dos, una le ha dado pie al socialista a construir relaciones: "Usted, señor Abascal, es un paradigma de la desinformación, es lo que practica día a día".

El líder del Ejecutivo de coalición no se ha quedado ahí y le ha recitado al mandatario de la extrema derecha todos los ámbitos en los que desarrolla esta práctica: "Desinformación para identificar la inmigración con la criminalidad, para relacional el feminismo con un ataque a las libertades a los hombres de nuestro país, para banalizar los efectos del cambio climático, para transformar sus derrotas electorales en fraude electoral cada vez que concurren a las elecciones", ha sentenciado el presidente, que no ha recibido réplica de Abascal. que ha pedido “deportaciones masivas”.

Ataques personales

El presidente del Gobierno también ha tenido que afrontar este miércoles los ataques dirigidos a su mujer, Begoña Gómez, y a otros familiares. El encargo de sacarlo a debate en el Congreso de los Diputados, ha sido Gabriel Rufián, portavoz de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC). El líder independentista se ha referido a las informaciones publicadas en diversos medios de derecha, trasladándole al líder socialista que ahora está "sintiendo en sus carnes la guerra sucia" y equiparando este proceder con el sufrido por otros políticos a la izquierda del PSOE.

Sánchez, lejos de eludir la alusión a esta cuestión, ha querido abordar la noticia de la decisión de un juez de abrir diligencias contra su esposa por supuesto tráfico de influencias y ha afirmado: "En un día como hoy y después de las noticias que he conocido, a pesar de todo, sigo creyendo en la Justicia de mi país, en su autonomía y en su independencia". Pese a esta respuesta, la derecha y la extrema derecha han aprovechado la tesitura para cargar contra el presidente.

Esther Muñoz, vicesecretaria y diputada del PP, ha solicitado en la Cámara Baja que el líder del Ejecutivo comparezca de forma “inmediata” para dar una rueda de prensa y ofrecer “explicaciones necesarias y urgentes” sobre las diligencias abiertas a su esposa por un juez de Madrid. La conservadora considera las informaciones publicadas muy “relevantes y preocupantes” y se ha referido a un “presunto delito de corrupción privada y tráfico de influencias”, pese a que la denuncia presentada por Manos Limpias tan solo cuenta con recortes de prensa y no aporta ninguna prueba o dato concluyente.

Altas personalidades del partido han reaccionado rápidamente para echarle un capote a Sánchez. Santos Cerdán, secretario de Organización del PSOE, ha sido uno de ellos. “No es la primera vez que los socialistas vivimos campañas de acoso y derribo, con falsedades y denuncias falsas. Lo hemos vivido aquí, y también en el país vecino”, ha apuntado el número tres de los socialistas. “Antonio Costa lo sabe bien. Pero la verdad siempre se abre paso. Seguiremos trabajando sin descanso por este país”, ha sentenciado.