El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha alzado la voz después de que grupos ultraderechistas y neonazis se hayan manifestado este martes frente a la sede del PSOE en Ferraz, provocando grandes disturbios y obligando a la policía a intervenir para evitar males mayores.

En este sentido, Sánchez se ha pronunciado a través de las redes sociales para denunciar el silencio del Partido Popular -aunque sin mencionarles directamente-. “No esperamos nada de quienes por acción u omisión apoyan el asedio a las casas del pueblo socialistas. Su silencio les retrata”, ha escrito el dirigente socialista en su cuenta de Twitter (ahora conocido como X). “El avance social y la convivencia merecen la pena. No quebrarán al PSOE”, ha añadido.

El senador del PSOE y expresidente del Senado, Ander Gil, ha criticado además al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, porque, a su juicio, "no puede permanecer callado ante los ataques a la policía, la sede del PSOE y las casas del pueblo". "Son un ataque a la democracia. Su silencio es de una irresponsabilidad gravísima", ha indicado en redes sociales.

Asimismo, el presidente de Asturias, el socialista Adrián barbón, ha asegurado que "este tipo de comportamientos no tiene justificación alguna", en referencia a la protesta en la calle Ferraz, a la que han asistido unas 7.000 personas según Delegación del Gobierno, la más multitudinaria de las cuatro que se han convocado.

"Lamento profundamente que no exista un pronunciamiento expreso del conjunto de los demás partidos en contra de la violencia. Muchos lo han hecho, lo han condenado y es justo reconocerlo. La extrema derecha de Vox sin embargo apoya las concentraciones violentas, las anima y las alienta", ha expresado en un extenso mensaje publicado en redes sociales. Por último, Barbón ha lamentado "profundamente" el "silencio" del PP. "Porque una cosa es tener planteamientos políticos diferentes y oponerse al proyecto político socialista y otra, muy distinta, blanquear la violencia", ha escrito, al tiempo que ha pedido a los 'populares' que, "por el bien de la democracia", el PP "debe reaccionar ante esta situación de extrema gravedad".

Más de 7.000 personas en las protestas en Ferraz

Más de 7000 personas, según datos de Delegación del Gobierno, se han congregado por segundo día consecutivo en la calle Ferraz, donde se ubica la sede nacional del PSOE, con un fuerte cordón policial de efectivos de la UIP y lanzando proclamas contra el Gobierno por sus pactos con los independentistas y la ley de amnistía.

La Policía, equipada con cascos desde el primer momento, ha procedido a cortar el acceso en la calle Ferraz, Buen Suceso y parte de Marqués de Urquijo evitando así acceder a la sede nacional socialista.

Entre cánticos de "España no se vende, España se defiende", "Puigdemont a prisión" o "que te vote Txapote" se han congregado a las 19.00 horas los manifestantes, pese a que la convocatoria estaba convocada en redes a las 20.00 horas.

A la congregación se ha sumado el líder de Desokupa, Daniel Esteve, junto a decenas de seguidores que se han unido a los allí presentes. Asimismo, han asistido la portavoz de Vox en el Congreso, Pepa Millán, el diputado de Vox, Manuel Mariscal o la diputada Rocío de Mer.

Además, la líder del grupo neonazi Bastión Frontal, Isabel Medina Peralta, se ha subido junto con otro chico al techo de un quiosco de tabacos haciendo el saludo nazi y portando una bandera con la cruz de Borgoña.

La parte más tensa de la noche ha comenzado alrededor de las 21.15 horas cuando los asistentes han lanzado huevos a la prensa y a la Policía Nacional además de botellas de cristal que han impactado contra los furgones policiales, que se han puesto en preaviso avanzando lentamente hacia las vallas y con las porras en la mano. También han apuntado con un láser verde a los profesionales de los medios de comunicación para impedirles su trabajo.

El silencio cómplice de Feijóo y el PP

Un ejemplo de esta deriva es la actitud del líder de los popularesAlberto Núñez Feijóo, que ha pasado de ser un referente del centrismo y el diálogo dentro del PP, a convertirse en un abanderado de la crispación y la deslealtad institucional De esta manera, Feijóo, que aspira a ser el próximo presidente del Gobierno, ha demostrado con su actitud que no tiene ningún interés en defender la convivencia, el diálogo y el respeto a la pluralidad política de España. Por el contrario, ha optado por abrazar el discurso más radical y extremista de su partido, que busca confrontar y dividir a los españoles en función de su ideología o de su origen, y que solo busca el poder a cualquier precio.

Feijóo, que se presentó como el renovador del PP, ha demostrado que es un mero continuador del viejo PP, el que recurre a los exabruptos, las manifestaciones subidas de tono, la negación de la realidad y la apelación al miedo y al odio. Un PP que no puede gobernar la España de 2024, porque vive anclado en el pasado y en el rencor. Un PP que no respeta la voluntad de los españoles, que han elegido mayoritariamente un gobierno progresista y dialogante. Un PP que no tiene nada que ofrecer a España, salvo más crispación y más confrontación.