Grupos neonazis y de ideología ultraderechista han encabezado la manifestación de este martes frente a la sede del PSOE en Ferraz. Unas protestas en las que se han podido escuchar vítores en contra de Pedro Sánchez y otras proclamas ultras como el ‘Cara al Sol’, entre otras lindeces.

Entre todos estos ultraderechistas, ha destacado la presencia de la neonazi Isabel Peralta, que no se ha escondido y se ha subido a una caseta frente a Ferraz, desde donde ha realizado varias veces el saludo nazi.

Isabel Peralta es una joven que se ha convertido en la cara visible del fascismo español. Estudiante de Historia en la Universidad Complutense de Madrid, dirige la Sección Nacional Femenina de la Falange y es miembro de Bastión Frontal, un grupo neonazi que defiende la violencia y el racismo. También forma parte del Sindicato Español Universitario (SEU), una organización falangista que actúa en el ámbito universitario.

Peralta saltó a la fama en febrero de 2021, cuando pronunció un discurso antisemita en un acto de homenaje a los caídos de la División Azul, los voluntarios españoles que lucharon junto a Hitler en la Segunda Guerra Mundial. En su alocución, culpó a los judíos de todos los males del mundo y ensalzó la figura del dictador Francisco Franco. El vídeo de su intervención se hizo viral y provocó una gran indignación en la sociedad española. La Fiscalía de Madrid abrió diligencias para investigar si sus palabras constituían un delito de odio.

Desde entonces, Peralta ha seguido participando en actos y manifestaciones de extrema derecha, tanto en España como en el extranjero. En octubre de 2021, viajó a Alemania para asistir a un congreso del partido neonazi Der III. Weg, pero fue detenida por las autoridades alemanas, que le prohibieron la entrada y la residencia en el país por su ideología y sus contactos con grupos radicales. En marzo de 2022, fue retenida en el Reino Unido por la policía fronteriza, que le incautó su teléfono y su ordenador, al intentar acudir a un evento ultranacionalista en Londres. Su presencia en territorio británico generó una fuerte protesta de la comunidad judía y de algunos políticos, que pidieron explicaciones al gobierno.

Peralta se define como una enamorada del fascismo desde los 13 años y dice estar dispuesta a luchar por él hasta las últimas consecuencias. Niega el Holocausto, rechaza la democracia y se muestra orgullosa de su camisa azul de la Falange.

La Policía blinda Ferraz y algunos manifestantes se trasladan a Gran Vía y el Congreso

Miles de manifestantes --a falta del dato oficial-- se han congregado por segundo día consecutivo en la calle Ferraz, y lanzando proclamas contra el Gobierno por sus pactos con los independentistas y la ley de amnistía. La Policía, equipada con cascos desde el primer momento, ha procedido a cortar el acceso en la calle Ferraz, Buen Suceso y parte de Marqués Urquijo evitando así acceder a la sede nacional socialista.

Entre cánticos de "España no se vende, España se defiende", "Puigdemont a prisión" o "que te vote Txapote" se han congregado a las 19.00 horas los manifestantes, pese a que la convocatoria estaba convocada en redes a las 20.00 horas.

A la congregación se ha sumado el líder de Desokupa, Daniel Esteve, junto a decenas de seguidores que se han unido a los allí presentes. Asimismo, han asistido la portavoz de Vox en el Congreso, Pepa Millán, el diputado de Vox, Manuel Mariscal o la diputada Rocío de Mer.

Como este lunes, los manifestantes han lanzado insultos contra la Policía Nacional tachándoles de "cobardes" frente a las vallas de protección que estaban dispuestas, y gritando "contra los moros no tenéis cojones", al tiempo que les han animado a apoyar la protesta.

Alrededor de las 20.00 horas en la esquina de Ferraz con la calle Manuel Urquijo se han producido encendidos de bengalas rojas coreando al unísono frases contra la izquierda como "puto rojo el que no bote" o "Pedro Sánchez hijo de puta".

En primera línea de la congregación y separados por vallas de la Policía Nacional, los manifestantes han mostrado una gran pancarta en la que se leía "España no paga a traidores. Amnistía no" o "la Constitución destruye la nación" escrita en una bandera de España.