El presidente del Gobierno de España en funciones, Pedro Sánchez, ha ejercido como anfitrión de una cumbre de la Comunidad Política Europea (CPE) que es clave para el Viejo Continente y que ha dejado una postal para la historia: la de los líderes de más de 40 países disfrutando de un enclave único en el mundo como es la Alhambra de Granada.

La ciudad andaluza, convertida en capital de Europa, ha acogido a jefes de Estado o de Gobierno de los 27 países que componen la Unión Europea (UE) y a otros 20 de países del continente, además de los presidentes de las instituciones comunitarias (Consejo, Comisión y Europarlamento) y el alto representante de la política exterior, Josep Borrell. Sin duda, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, que ha visitado por primera vez España desde el comienzo de la invasión rusa, ha sido uno de los protagonistas de la jornada.

Todos ellos han abordado asuntos vitales para Europa, como la ampliación de la UE a otros socios y las reformas que serían necesarias en ese caso; la migración y la autonomía estratégica del continente; o la necesidad de reindustrializar el continente y reforzar el liderazgo de la UE en sectores estratégicos como el energético o el sanitario.

Pero sobretodo, la cumbre de la CPE ha versado sobre un asunto fundamental: evitar fisuras en el continente europeo frente a la agresión rusa a Ucrania y alejar el fantasma de la pérdida de apoyo a Kiev.

Zelenski y Nikol Pashinián en Granada

Tanto el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, como los reyes de España, Felipe VI y Letizia Ortiz, se han reunido con Zelenski. El mandatario ucraniano les ha advertido de que Rusia está tratando de “congelar” el conflicto y restaurar entretanto sus capacidades para en poco más de un lustro, dirigir su apetito imperialista contra otros.

Sánchez ha prometido a Kiev que España enviará lanzaderas Hawk para tratar de reforzar las defensas antiaéreas de Ucrania y ha lanzado un mensaje inequívoco de apoyo al pueblo ucraniano: “Nuestra vocación de unidad frente a la agresión rusa, nuestra voluntad de cooperación frente al imperialismo de Putin es aún más firme”.

La visita de Zelenski a España, que ostenta la presidencia de turno del Consejo de la UE y es anfitriona de la cumbre, ha sido contestada con bombas por parte de Rusia. Al menos 51 personas, incluido un niño de 6 años, han fallecido como consecuencia de un miserable ataque con misiles a una cafetería y una tienda de comida en el pueblo de Groza, en la región de Járkov. 

Además del presidente de Ucrania, ha destacado la presencia en la ciudad andaluza del primer ministro de Armenia, Nikol Pashinián, para tratar el conflicto de Nagorno Karabaj en el que su pueblo está siendo sometido a un genocidio por parte de Azerbaiyán.

Una postal para la historial

Pero más allá de los asuntos políticos, entre los que también se han colado la amnistía y las negociaciones de Pedro Sánchez para formar gobierno, la cumbre de la Comunidad Política Europea ha dejado una postal para la historia, la de casi medio centenerar de mandatarios posando en la Alhambra de Granada.

Un marco único en una ciudad tan bella como Granada, que se ha visto ‘bunkerizada’ toda esta semana, pero que nunca pierde su encanto tal y como han podido comprobar los acompañantes de los mandatarios europeos que han visitado los espacios vinculados a la historia de esta ciudad andaluza de la mano de Begoña Gómez, la esposa del presidente del Gobierno en funciones, que ha ejercido como anfitriona.

Los acompañantes de los mandatarios también han podido disfrutar de la cena que el Gobierno de España ha ofrecido en la Alhambra. Allí quería estar Marifrán Carazo, la alcaldesa de Granada, que pidió acudir -para asombro de la Presidencia de la Unión Europea-, con el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla.

Como era de esperar, Carazo no ha podido degustar la cena en el Parador de Granada que ha diseñado el chef Paco Morales. Se ha perdido así una actuación artística única, acompañada de flamenco en la que ha destacado un plato: el Karim.

En cualquier caso, lo que ha quedado claro es que la elección de Granada por parte de Pedro Sánchez para celebrar este encuentro ha sido todo un acierto.