Los eurodiputados del partido político, Se Acabó la Fiesta (SALF), Diego Solier y Nora Junco, que lograron un escaño junto a Alvise Pérez, el líder de la formación, han protagonizado este martes unas declaraciones con las que se desmarcan totalmente de Alvise. En este sentido, le han acusado de desinformación, amenazas personales y chantajes. Este acontecimiento se produce después de que este lunes el Tribunal Supremo abriese una tercera causa penal contra Alvise por los mensajes y el acoso hacia Susana Gisbert, la fiscal delegada de delitos de odio y discriminación de Valencia.
En diciembre, los eurodiputados se unieron a la formación que lidera Georgia Meloni, grupo de Conservadores y Reformistas Europeos (ECR) en el Parlamento Europeo, sin embargo, decidieron dejar fuera del pacto a Alvise Pérez hasta que se aclarasen las causas judiciales que tiene el líder en España.
Solier y Junco han querido separarse de los delitos con los que se está vinculando a Alvise y han dicho que quieren marcar una “frontera ética y política” y desmarcarse también de su estilo político. Además, han recriminado que “el dato matará al relato”.
Asimismo, han aseverado a través de un comunicado que están comprometidos con una “alternativa conservadora, moderna, proeuropea y alejada del populismo tóxico y el espectáculo”. Los dos eurodiputados ya no figuran como integrantes de SALF, sino como “independientes” dentro de la formación europea de Meloni.
"La delegación española en ECR actúa con plena autonomía política, guiada por un compromiso firme con la soberanía nacional, la transparencia y la responsabilidad institucional", indica la "declaración institucional" firmada por Solier y Junco en la que defienden que pese a haber logrado el escaño con SALF, desde el inicio de la legislatura han trabajado "sin ningún vínculo político ni operativo con quienes hoy representan formas ajenas a nuestros valores", en referencia a Alvise.
Además han afirmado que rechazan "rotundamente" todo intento de "difamación, coacción o chantaje" como los que dicen "venir sufriendo" ellos mismos por parte del líder de SALF. "Sus ataques personales, las amenazas públicas y privadas y las campañas de desinformación contra nosotros -incluyendo acusaciones absurdas y fabricadas- no sólo carecen de verdad, sino que revelan un estilo profundamente antidemocrático e incompatible con una labor institucional seria", han remarcado en la declaración.
En este contexto, explican que se ven "obligados" a "marcar una frontera ética y política" tras las causas abiertas contra Alvise Pérez por la justicia española. "Ni compartimos sus métodos ni participamos de su entorno. Su entrada en el Parlamento Europeo no puede normalizar prácticas ajenas a la legalidad y al juego limpio democrático", han defendido ahora los dos eurodiputados, que niegan haber "cambiado".
Tres causas penales contra Alvise
Cabe reiterar que este lunes el Tribunal Supremo acordó abrir una tercera causa contra el eurodiputado y líder de Se acabó la Fiesta, Alvise Pérez. En esta ocasión, la nueva investigación se debe a los mensajes que difundió a través de su cuenta de Telegram contra la fiscal delegada de delitos de odio y discriminación de Valencia, Susana Gisbert, por un presunto delito de injurias a funcionario público. La denuncia de Gisbert mostraba los mensajes que difundió el agitador a través de su cuenta de Telegram -donde posee 40.000 seguidores-, que contenían un tono amenazante e insultante hacia la fiscal.
De la misma manera, el pasado abril, el Alto Tribunal decidió investigarle por presunta financiación ilegal y por un delito electoral debido a los 100.000 euros que habría recibido del empresario Álvaro Romillo, más conocido como ‘Cryptospain’. A esta causa se le sumó la del presidente de la Generalitat, Salvador Illa, pues presuntamente Alvise falsificó una PCR del catalán.
No obstante, el Tribunal Supremo rechazó abrir otra causa contra el de Se Acabó la Fiesta, por un presunto delito de desórdenes públicos en las protestas contra la amnistía que tuvieron lugar en 2023, en la calle Ferraz de Madrid, en las inmediaciones de la sede central del PSOE en la calle Ferraz de Madrid.