El debate de la quinta prórroga del estado de alarma ha sido bronco y cargado de réplicas. Una de ellas ha venido a colación del término utilizado por Santiago Abascal para referirse al Ingreso Mínimo Vital como “limosna”. No es la primera vez que lo han hecho, ya que han llegado a definirla como “paguita para menas”.

Y es precisamente en esta visión racista en la que ha vuelto a caer la extrema derecha española, asegurando que el ingreso mínimo vital provocará un efecto llamada de personas extranjeras que llevará a España a la ruina.

Sin embargo, Gabriel Rufián ha querido contestarle al líder de la extrema derecha española recordándole un capítulo de su pasado político: "Siempre se va cuando empiezo a hablar, pero le voy a responder. Llama "limosna" al Ingreso Mínimo Vital. Entiendo que los 82.000 € que le pagaba el PP por el chiringuito "Fundación para el Mecenazgo" era cultura del esfuerzo, ¿no?".