El presidente de la Xunta y líder del Partido Popular gallego, Alfonso Rueda, ha evitado este jueves avalar a José Manuel Baltar como candidato de la formación a la presidencia de la Diputación de Ourense. Como ya ocurrió en 2019, el PP vuelve a depender de Democracia Ourensana y del PSOE para conseguir la presidencia de la Diputación de Ourense. No obstante, en esta ocasión, Baltar se ha visto envuelto en una serie de polémicas que ha provocado en cierta medida el rechazo en la formación, vistas las declaraciones que este jueves ha protagonizado el líder del PP gallego.

En primer lugar, Rueda ha defendido que, a falta de un acta para sumar los 13 diputados que suponen la mayoría absoluta en la institución provincial, considera que un candidato de su partido debería dirigir la Diputación de Ourense, aunque no ha pronunciado expresamente el nombre de José Manuel Baltar, que ocupa el cargo desde 2012, momento en el que lo heredó de su padre, José Luis Baltar Pumar.

“Lo que creo es que un candidato del PP debería presidir las entidades locales donde fuimos los más votados. Lo defiendo con respecto a la Diputación de Ourense y de cualquier otra. Y es lo que defenderé, sin hablar de personas, ni siquiera en la que vamos a gobernar”, ha dicho. Pese a ser preguntado expresamente por Baltar, no ha querido respaldarle ni darle su aval directamente.

Cabe recordar que Baltar está a la espera de la resolución de un proceso judicial iniciado después de ser pillado circulando a 215 kilómetros por hora con un coche oficial en Zamora. Este juicio fue suspendido el pasado miércoles por la huelga de funcionarios de la Administración de Justicia, tal como informaron fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León.

Pese a esta cancelación, no se ha señalado ninguna otra fecha para la celebración del juicio, por lo que el dirigente popular ourensano seguirá pendiente del fallo judicial por un supuesto delito contra la seguridad vial después de que el pasado domingo 23 de abril fuera interceptado a 215 kilómetros por hora en la A-52 a su paso por Asturianos a manos de un coche oficial, tal como figura en el informe definitivo de la Guardia Civil de Tráfico.

Baltar, en jaque

Pese a que Baltar recibió el respaldo de Rueda durante la campaña electoral, su situación ahora es muy diferente, ya que desde Génova se estaría buscando una salida negociada. Tal como ha avanzado Faro de Vigo, el PP de Madrid le ha pedido en varias ocasiones que se fuera y ya se le habrían ofrecido opciones en Bruselas o el Senado.

Además, las negociaciones entre PSOE y Democracia Ourensana para desbancarle de la Diputación de Ourense pueden terminar con su presidencia en la institución. Los socialistas ourensanos decidieron en su ejecutiva provincial tras los comicios iniciar conversaciones con el también polémico alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, -implicado en unos audios de WhatsApp en los que presumía de saber cómo blanquear dinero para la campaña-, para así desbancar al baltarismo de la diputación, que lleva gobernando desde hace más de tres décadas (entre padre e hijo).

De materializarse este movimiento de los socialistas, se abriría la puerta a un cambio histórico en el poder provincial ourensano. Y es que si éste se cristaliza, el PSOE podría conservar tres de las cuatro diputaciones gallegas y compensar la pérdida inesperada del mando en Pontevedra tras los resultados de las elecciones del pasado 28 de mayo.

Aritmética endiablada

Al juicio por un delito contra la seguridad vial, que ha vuelto a posponerse y ya es la tercera vez, con unas excusas y explicaciones un tanto cuestionables, se junta la aritmética endiablada que salió de las urnas para poner más en cuestionamiento el futuro político de Baltar en Ourense. Como ocurrió en 2019, el resultado del PP en Ourense ha sido pobre y los números no le dan para formar gobierno en solitario, con lo que está a un acuerdo de perder la joya de la corona, la diputación.

El puñado de votos que le faltó al PP para alcanzar la mayoría absoluta, fijada en 13 escaños, son los que sí le dan a PSOE (7), BNG (3) y Democracia Ourensana (3). Un pacto entre estas tres formaciones sería la clave para desahuciar a Baltar y quitarle su bastión, y así poner fin a las décadas de baltarismo en la Diputación de Ourense.

No obstante, las opciones que hay sobre el tablero son un gobierno del PP en solitario, reeditar el pacto entre Baltar y Jácome -quedándose Baltar con la Diputación y Jácome con la alcaldía de Ourense- o el pacto a tres entre PSOE, BNG y DO.

No obstante, los cuatro años de pacto Baltar-Jácome han servido a sus protagonistas para convertirse en enemigos íntimos, hasta el punto de que el regidor ourensano acusó directamente al popular de filtrar durante la campaña electoral los audios “manipulados” en los que presumía de saber blanquear dinero. Pero, lejos de perjudicar esta polémica a Jácome, le ha reforzado, ya que el pasado domingo Democracia Ourensana pasó de ser la tercera fuerza a la más votada, consiguiendo 10 ediles.