La marcha de Albert Rivera de Martínez-Echevarría, el bufete de abogados en el que trabajaba desde su hundimiento al frente de Ciudadanos, va camino de convertirse en un divorcio complicado. Tal y como publica 'El Confidencial', el expolítico pretende reclamar su sueldo hasta 2025, e incluso podría denunciar a la compañía por daños morales.

En concreto, el mencionado medio señala que tanto Rivera como José Manuel Villegas, quien también ha dejado claro su intención de abandonar el bufete, acusan a Martínez-Echevarría de incumplimiento de contrato, denunciando las supuestas promesas incumplidas tanto en el papel que iban a tener ambos dentro de la compañía, como por la falta de pago del variable y de la entrega de una parte del capital de Right Option, sociedad que está detrás del mencionado bufete de abogados.

Por ello, a través de sus respectivos abogados, tanto Rivera como Villegas reclaman a Martínez-Echevarría las remuneraciones que les adeudan del pasado y que les habrían correspondido hasta marzo de 2025 –fecha del fin de contrato de ambos-.

Asimismo, Rivera y Villegas tampoco descartan reclamar al bufete de abogados una compensación por lo que entienden ellos que se trata de daños morales y reputacionales, después de que la compañía les haya criticado públicamente por “baja productividad” –una acusación que también se habría traslado a los socios del bufete a través de un correo interno-.

No tienen pensado regresar a la política

Por otra parte, tanto Rivera como Villegas han asegurado que no van a regresar a la política y que van a iniciar un nuevo proyecto vinculado al mundo jurídico del que ofrecerán más detalles en los próximos días. Además, han deslizado que lo emprenderán junto a "más gente".

De esta manera, pese a todo, el exlíder de Cs y el que fue secretario general de la formación 'naranja' han sostenido que de estos dos años en el bufete, al que llegaron tras su salida de Cs, se llevan "una buena experiencia profesional" en la que han obtenido los mejores resultados de la firma y crecido en plena pandemia.

"El despacho ha pasado de facturar 16 millones a casi 20 y la oficina de Madrid ha pasado de facturar 1,5 millones a facturar casi 4 millones", han puesto de relieve, al tiempo que han agradecido el trabajo a los compañeros que les han acompañado y a los clientes "que han confiado en este proyecto".