La ministra de Transición Ecológica y vicepresidenta tercera del Gobierno, Teresa Ribera, ha valorado el rechazo de la Unión Europea del Midcat: "Es importante entender qué ha dicho la Comisión, que se trata de un proyecto que no está en la lista de interés comunitario. Es cierto que esa lista, que se actualiza con cierta periodicidad, es previa al debate que se ha suscitado en este momento del contexto europeo", ha aseverado la ministra.

En esa línea, asegura, no se trata de buscar la "literalidad" de las palabras, sino de la "importancia": "Cuando hay un choque de intereses es lógico plantear que en un momento excepcional merece un debate más de foco. Si la Comisión considera que la medida no es la mejor con ese espíritu europeísta se puede plantear otra con total naturalidad", ha apostillado.

Sin embargo, ha recalcado que el MidCat sí que figura en el anexo de infraestructuras importantes del plan RepowerEu, el cual "adoptaron los jefes de Estado y de Gobierno a propuesta de la Comisión Europea antes del verano", ha recordado la titular de Transición Ecológica.

Bruselas traslada la última decisión a los países involucrados

Este martes Bruselas se ha desentendido sobre el proyecto del Midcat, dejando la última palabra a los países involucrados, es decir, a España y Francia, para abordar a no la finalización de la construcción del gasoducto.

"Lo que puedo decir, muy simplemente, sobre esto es que cualquier proyecto de infraestructura transfronteriza adicional que conecte la península ibérica con el resto de Europa debe ser analizado por los Estados miembros involucrados y el promotor", ha manifestado en una rueda de prensa el portavoz de Energía del Ejecutivo comunitario, Tim McPhie.

En ese sentido, Ribera ha hecho hincapié en que "es lógico" que cuando se produce una coincidencia de intereses entre los países -un escenario que no se da en este caso- por cuyo territorio pasan este tipo de infraestructuras es "sencillo" que puedan avanzar. No obstante, también ha defendido la necesidad de plantear este tipo de infraestructuras en un momento "excepcional", esgrimiendo que el planteamiento de España para el gasoducto es que el mismo también pueda ser utilizado en el futuro para transportar hidrógeno verde