Este periódico ha presentado a los cuatro precandidatos una serie de cuestiones de actualidad, las mismas a todos ellos, cuyas respuestas expondremos a partir de hoy, y que permiten comparar las diferencias y similitudes de posiciones de los precandidatos en asuntos que hemos considerado cruciales.
PREGUNTA: ¿Ve necesaria una reforma constitucional? ¿Para qué temas... debiera incluirse entre ellos la consulta monarquía/república?
EDUARDO MADINA
Creo que los pilares que han sostenido nuestro sistema democrático durante los últimos 35 años sufren cansancio de materiales. Han funcionado bien, nos han dado buenos resultados, pero hay que apuntalar el edificio democrático para generar un marco de convivencia sólido para los próximos 30 años.
Hay que elevar la protección de la educación y la sanidad a la Constitución. Estos dos pilares son los que garantizan la igualdad de oportunidades y no podemos permitirnos que ningún gobierno los deteriore. Los derechos no pueden convertirse en bienes de consumo.
Creo también que debemos reforzar nuestro marco de derechos, obligaciones y libertades públicas y creo que debemos avanzar hacia un modelo federal que elimine las tensiones territoriales, que sea inclusivo y que garantice la cohesión, la diversidad y la pluralidad de nuestro país.
Finalmente, yo soy republicano y la mayor parte de las personas de mi partido lo son. Pero si algo caracteriza al PSOE es que es un partido productor de convivencia. Y aunque tenemos mucho que cambiar, debemos seguir siendo un factor de convivencia y cohesión. El debate sobre el modelo de jefatura de estado lo tendremos con total seguridad, pero lo único irrenunciable es que la jefatura de estado sea una institución transparente, moderna y eficaz. Cualquier debate en este sentido debe pivotar sobre el principio de fortaleza y calidad de la democracia.
José Antonio Pérez Tapias (Foto: EFE)
JOSÉ ANTONIO PÉREZ TAPIAS
La reforma constitucional, además de atender a la reconfiguración del Estado como Estado federal plurinacional, ha de retomar los cambios necesarios para definir el Estado español como estado coherente y consecuentemente laico. Una reforma de la Constitución ha de reforzar las garantías jurídicas de los derechos sociales (educación, vivienda, salud y trabajo). Igualmente, ha de modificarse el artículo 135 de la Constitución para cambiar lo que supuso introducir en él la "prioridad absoluta" del pago de la deuda pública por parte del Estado y todas sus administraciones, cuña neoliberal en nuestra carta magna que nunca debió introducirse.
Y en cuanto a Monarquía o república, en el marco de un proceso constituyente es cuestión que debe abordarse para ofrecer a la ciudadanía española, en el momento procedimental oportuno, la posibilidad de pronunciarse sobre el modelo de Estado y la jefatura del mismo.
PEDRO SÁNCHEZ
En nuestra reciente conferencia política, en la que hubo una alta y cualificada participación de militantes, la posición del PSOE fue clara: somos un partido constitucional, de alma republicana, que tiene claro que España precisa grandes reformas. Las vamos a acometer, sin tabúes, y sabiendo cuáles son las prioridades y los cauces para llevarlas a cabo: los marcados por la Constitución.
El primer y gran problema de la España actual es el cuestionamiento de su soberanía nacional. Atajarlo constitucionalmente es importante y urgente. La reforma de la Constitución tendrá que dar una respuesta clara y sensata a lo que se ha dado en llamar “la cuestión territorial”, para evitar un choque de trenes entre Cataluña y el resto de España.
De igual modo, otra de las grandes preocupaciones se refiere a la solidaridad e igualdad de oportunidades y al blindaje constitucional de los servicios públicos, las grandes prestaciones sociales que se han conquistado a lo largo de los años y que el Gobierno del PP amenaza con derribar: la sanidad y la educación públicas, la igualdad de género, el apoyo a las personas con alguna discapacidad o en situación de exclusión.
ALBERTO SOTILLOS
Es necesario abrir un proceso constituyente. La ciudadanía tiene que, una vez superado el ruido de sables, decidir libremente una reforma completa de la Constitución especialmente en los temas de mayor relevancia, que nos asegurarían desarrollar un modelo de mayor profundidad democrática: Jefatura de Estado, Sistema Electoral, Ley de partidos, independencia judicial, modelo territorial, blindaje de derechos esenciales. Son muchos los temas que merecen una reforma que cuente con la participación ciudadana.
