Si fuese cierto que la clase política ha perdido el contacto con la realidad, al menos no será por falta de posibilidades tecnológicas. Tabletas electrónicas, ADSL en casa, teléfonos de última generación que facturan con cargo a las arcas públicas... La lista de artilugios de la que disfrutan nuestros representantes es inmensa, y en muchos casos entendible, excepto cuando se producen excesos. Y en este aspecto, la hemeroteca recoge muchas situaciones que han asombrado a los ciudadanos que cada día sufren el peso de la austeridad.

En esta legislatura, todos los diputados han recibido un iPhone 4, una línea de ADLS en su casa y, como novedad, un iPad, la codiciada tableta electrónica de Apple. La sorpresa la ha dado hoy el presidente del Congreso, Jesús Posada, cuando ha anunciado que estos artilugios no se restituirán más cuando sus señorías los pierdan o les sean robados.

iPads perdidos o robados
Resulta que el Congreso se ha quedado sin existencias después de haber dado un nuevo iPad a más de 30 diputados que aseguran haber perdido el suyo o haber sido víctimas de un robo. Una excusa que muy pocos se han creído, como han demostrado en las redes sociales.

La tableta del ministro
Aunque tampoco es una rareza que los diputados cometan estos despistes. Que se lo digan al ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, quien se dejó su iPad, con informes confidenciales sobre ETA, encendido en el AVE después de un viaje. Pocos días antes también olvidó su iPhone en una emisora de radio, aunque en este caso pudo recuperar el aparato enseguida.

Buscando un poco mejor
Sobre la polémica de los iPad, Rodrigo Blázquez, enviado de LaSexta en el Parlamento, narraba hoy una anécdota transmitida por un veterano miembro de la Mesa del Congreso: "Cuando se cambiaron al comienzo de la legislatura los HTC (otro modelo de móvil inteligente que tenían antes) por los iPhone también hubo muchos diputados que dijeron que los habían perdido. Les advirtieron: 'si no traes el viejo, te traemos el nuevo'. La mayoría busco bien y, finalmente, encontró su viejo HTC".

 

Smartphones para los senadores
En medio de todo este jaleo por los iPad, el Senado está ultimando en estos días la adjudicación del contrato de telefonía para sus señorías durante los años 2013 y 2014. El presupuesto que se baraja es de un máximo de un millón de euros y servirá para conseguir 300 teléfonos de alta gama o smartphones y otros 140 terminales de menor calidad que sólo se usarán para llamadas telefónicas, según desvela Público.

Una pantalla muy específica
Las adjudicaciones de telefonía ya han causado polémica en otras ocasiones. Es lo que pasó a finales de 2011, cuando la legislatura ya estaba terminando. Entonces, el Congreso de los Diputados sacó un concurso público en el que se pedían 600 teléfonos, 400 de los cuales "deberán ser 'Smartphone' con la tecnología más moderna, tipo iPhone o similar". El truco era que el pliego de exigencias se había calcado de la web de Apple, concretamente de la sección de características del iPhone 4. Exactamente, se pedía que los terminales tuvieran una resolución de la pantalla (960 por 640 píxeles), algo que sólo tenía el último modelo de la marca de la manzana.

El misterio del iPhone robado
Y es que el iPhone es uno de los objetos más codiciados en el ámbito político. Que se lo digan si no a Josep Sanmartín, concejal del PP en Quart de Poblet (Valencia), que fue detenido por haber robado, presuntamente, el móvil a una asesora de su partido. La mujer se dejó el teléfono en el despacho y al día siguiente había desaparecido. La policía lo rastreó y lo encontró en posesión de un amigo del concejal, quien confesó que Sanmartín se lo había vendido. El edil al final dimitió, alegando motivos personales.

Pornografía pagada por todos
Otro asunto aparte es el de las facturas que generan estos aparatos. En Torrevieja hoy se ha celebrado a petición de la oposición para investigar las minutas de los teléfonos oficiales de los concejales del PP. La razón son los miles de euros gastados en dos meses por dos ediles que tenían contratados servicios de pornografía y llamadas a prostitutas. Aparte, hay otras siete concejales que han gastado dinero público en estas actividades, pero el alcalde se niega a desvelar su identidad.

Factura astronómica
Durante unos meses, la ciudad de Burgos se ha visto sacudida por la polémica después de que se conociera que uno de sus concejales, el popular Eduardo Villanueva, había gastado 207.000 euros con su móvil del Ayuntamiento. El edil acabó dimitiendo por la enorme, e inédita, presión de su partido. Sobre todo porque al final se descubrió que no se le había aplicado la tarifa plana con la que la factura se reducía a 5.000 euros. En este caso, el PP fue implacable, quizás por las pugnas internas en el partido.

Echando unos marcianitos
Mención aparte merecen las meteduras de pata cometidas por algunos políticos con sus teléfonos. La primera, y más famosa, fue la de la ministra de Empleo, Fátima Báñez, que publicó en Twitter la puntuación conseguida con un juego de su iPhone. Báñez lo achacó a una "travesura" infantil. Algo muy parecido le pasó al presidente extremeño, José Antonio Monago, que también publicó un récord en otro videojuego de su móvil. Monago tiró por la vía del medio y lo solucionó dándose de baja en la popular red social.