A paso lento, pero la Justicia sigue avanzando en la investigación del caso Púnica. En concreto, la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, que ha entregado al juzgado de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional un informe que cerca aún más a Francisco Granados y a sus supuestos cómplices en la trama, con especial atención a Javier López Madrid, yerno de Juan Miguel Villar Mir, fundador de OHL.

Dicho informe de la Guardia Civil, de casi 150 páginas, analiza el “conjunto concatenado de hechos” que llevó a que Francisco Granados le otorgara a una empresa de su socio David Marjaliza -quien ahora colabora con la Justicia- la construcción del Metro Ligero a Boadilla, con la mediación de López Madrid.

Por una parte, David Marjaliza habría suscrito un contrato privado entre dos empresas bajo su control, ARUBA y OBRUM, “con el objeto de que la primera aportara contratos de obra a esta última” aunque, en realidad, “la finalidad del mismo habría consistido en otorgar apariencia de legalidad a las comisiones percibidas por favorecer la adjudicación de diversos contratos”.

Mientras eso ocurría, Francisco Granados se convertía en consejero de Transportes de la Comunidad de Madrid y, en consecuencia, en presidente de MINTRA (Madrid Infraestructuras del Transporte). Desde esa empresa pública, Granados “adjudicó a la empresa constructora, de manera directa o por medio de otras sociedades mercantiles, distintos contratos de obra para la construcción de infraestructuras ferroviarias”. Y, mientras Marjaliza salía beneficiado por partida doble.

Aquí es donde entra en juego Javier López Madrid, yerno de Villar Mir y personaje relacionado con el comisario Villarejo y las tarjetas black de Caja Madrid, a quien la Reina Letizia llamaba “compi yogui”. Según la Guardia Civil, “López Madrid desempeño un papel fundamental para que la sociedad mercantil OBRUM adquiriera un porcentaje de participación en el contrato de obra adjudicado por la entidad MINTRA, para la construcción del Metro Ligero desde Colonia Jardín a Boadilla del Monte”.

El contrato del Metro Ligero, en principio, se lo llevó ELSAN, perteneciente a la sociedad Obrascon Huarte Lain, “de la que Javier López Madrid era consejero delegado, en unión con otras dos sociedades mercantiles”. Pero la Guardia Civil aclara que “la participación inicial de ELSAN” en la adjudicación del Metro Ligero “habría respondido a un plan urdido entre David Marjaliza y Javier López Madrid, con el objeto de que esta última empresa facilitase la entrada en el mencionado contrato a OBRUM”, la empresa de Marjaliza.

Así, después de hacerse con el contrato, la empresa que dependía de López Madrid le vendió a la de Marjaliza su participación en la obra por 2,9 millones, cuando el precio final de la ejecución “ascendió a la cantidad de 134 millones de euros”.

Como resultado de la operación, según la Guardia Civil, López Madrid se llevó una comisión de 700.000 euros, mientras que Marjaliza se embolsó 1.163.643 euros.