El PSOE ha terminado dando su brazo a torcer en la enmienda que había presentado y ponía en peligro la aprobación de la ley de libertad sexual, conocida como ley del ‘solo sí es sí’. Los socialistas se enfrentaron a la que es una de las estrellas de Irene Montero en la legislatura por su apoyo para abolir la prostitución. Finalmente, han anunciado la retirada de la enmienda porque “no hay votos para sacarla”, aunque sí han anunciado que este jueves presentarán una Proposición de Ley sobre la abolición de la prostitución para “que todo el mundo se retrate”.

Las intenciones del PSOE eran introducir enmiendas al articulado para endurecer en el Código Penal el proxenetismo y la tercería locativa (lucro derivado del alquiler legal de espacios para desarrollar la prostitución). En esto han encontrado al Partido Popular de su lado, y de haber seguido para adelante se hubiera tumbado la ley.

La negociación llevaba meses en marcha, tras su aprobación en Consejo de Ministros el pasado mes de julio, aunque había llegado a una situación límite con grave riesgo de que la norma acabara tumbada en el pleno del Congreso. Es en la tarde de este miércoles cuando se votan en la Comisión de Igualdad las enmiendas a la norma, que ya se encuentra en su fase final de tramitación.

Andrea Fernández, secretaria de Igualdad del PSOE, ha informado de la retirada de la enmienda, aunque ha mostrado su rechazo a la cuestión de la prostitución tal como se presenta en la ley. “Una norma dedicada a abordar el consentimiento sexual que no abordará una de las peores formas de sometimiento para las mujeres. Triste retroceso en un texto que pierde mucho valor”, ha escrito en Twitter. “Es duro y muy triste comprobar la fruición con la que todos los partidos han trabajado para evitar que el proxenetismo se aborde de forma efectiva en el Código Penal”, ha añadido.

La ley del ‘solo sí es sí’ es uno de los buques insignia del Ministerio de Igualdad dirigido por Irene Montero e introduce el consentimiento como figura clave en el enjuiciamiento de los delitos sexuales. También elimina la distinción entre abuso y violación, se pretenden castigar todas y cada una de las violencias sexuales y garantizar la libertad sexual plena de las mujeres.

Riesgo de tumbarse

El riesgo de que la ley se tumbara era real. Inicialmente, ni Unidas Podemos ni otros grupos que apoyan al Gobierno, que no estaban de acuerdo con la enmienda de los socialistas, apoyarían la ley en estas condiciones. Con ello, la ley sería tumbada y tendría que volver a comisión o decaer.

No obstante, desde el PSOE han señalado que no han negociado la enmienda con el PP, sino que son los populares los que han decidido apoyarla. También han comentado que ellos, en cualquier caso, apoyarían la ley con sus 120 escaños, depositando así toda la responsabilidad en Unidas Podemos.

En cambio, los morados han insistido en que hay consenso entre todos los grupos de la mayoría sobre la prostitución, que es diferente al de los socialistas y evita criminalizar a las mujeres que la ejercen.

Montero lamenta las complicaciones

La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha lamentado este miércoles en el Congreso las complicaciones para aprobar la norma, así como se ha mostrado un tanto preocupada por el riesgo de que decayera. “Estoy bastante preocupada por la fase final de la tramitación de la ley del ‘solo sí es sí’. Estamos proponiendo al conjunto de los grupos parlamentarios, desde hace meses, poder llegar a un acuerdo de redacción que tiene que ver con la lucha contra la industria proxeneta y la garantía de los derechos de las mujeres que están en contextos de prostitución”, ha defendido.

“Lo que le estamos proponiendo, especialmente al PSOE, que es de quien depende la posibilidad de llegar a un acuerdo, es retirar esos artículos de la ley y llevarlos a la ley de trata, para poder garantizar que aprobamos la ley del ‘solo sí es sí’ como merecen las mujeres y el movimiento feminista en España”, ha añadido.

Por su parte, Carmen Calvo, presidenta de la Comisión de Igualdad y exvicepresidenta del Gobierno, ha insistido en que el “poder legislativo debería aprovechar la oportunidad para ir rápido” hacia la abolición de la prostitución, rechazando posponer el debate sobre ello.