El terremoto del caso Koldo se cobrará la vida de Ábalos. Así lo ha resuelto la Ejecutiva federal del PSOE “por unanimidad”. En paralelo, la cúpula socialista ha dado una vuelta de tuerca a la estrategia para contener los daños de la causa Delorme con el registro de una comisión parlamentaria para investigar todos los fraudes en la compra de material sanitario durante la pandemia. Según ha podido saber ElPlural.com, la estrategia del partido pasa por forzar el desfile tanto de Tomás Díaz Ayuso, hermano de la presidenta de la Comunidad de Madrid, como de su amigo íntimo Daniel Alcaraz, propietario de Priviet Sportive SL.

En la reunión de la Ejecutiva federal de este lunes, la plana mayor del PSOE ha redefinido la estrategia a seguir para blindarse ante las salpicaduras de la trama de las comisiones en la compra de material sanitario encabezada por el exasesor de José Luis Ábalos. Sintonía absoluta en las conclusiones extraídas por la cúpula: Ábalos tiene que dimitir. Dicho y hecho. Así lo ha hecho saber este lunes la portavoz socialista, Esther Peña. El ex secretario de Organización de la formación tiene 24 horas para presentar su renuncia como diputado por Valencia.

El PSOE busca desquitarse de cualquier atisbo que siembre la duda sobre su compromiso en la lucha contra la corrupción, una de las premisas sobre las que se asentó la moción de censura de Sánchez contra el Gobierno de Mariano Rajoy en 2018. Los socialistas han hecho gala de su “transparencia” y “cooperación con la Justicia” desde entonces.

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Objetivo: Tomás Díaz Ayuso

El mensaje no sólo tiene a Ábalos como destinatario, sino también al Partido Popular. Los socialistas proyectan la imagen de organización implacable contra la corrupción. No sólo con el ultimátum a su exnúmero tres, sino también con la creación de una comisión de investigación parlamentaria que analice “la compra de material sanitario desde las Administraciones Públicas en la época de la pandemia del coronavirus".

Iniciativa que nace del seno del partido y que, tal y como ha expuesto la portavoz socialista en rueda de prensa, tendrá como “principal tarea” precisamente el caso Delorme, que previsiblemente se cobrará la vida del exministro de Transportes por sus vínculos con Koldo, uno de los cabecillas de la trama comisionista.

El espíritu de la comisión es más ambicioso. La jugada del PSOE buscará retratar al Partido Popular. En especial a una Isabel Díaz Ayuso, cuyo entorno ya tuvo que afrontar una investigación judicial en este sentido. Según ha podido saber ElPlural.com, los socialistas pretenden que, toda vez se esclarezcan las incógnitas del caso Koldo, desfilen por el Congreso de los Diputados los dos actores protagonistas de uno de los casos de comisiones por compra de mascarillas más sonados: Tomás Díaz Ayuso y Daniel Alcaraz.

Tanto Tomás Díaz Ayuso como Daniel Alcaraz fueron los actores principales de una causa similar a la que lideraba, junto a otros socios, Koldo García. De hecho, a pesar de que la Fiscalía Europea archivara el año pasado la causa, el ruido en torno a estos sucesos sigue ensordeciendo los oídos de la presidenta de la Comunidad de Madrid; máxime tras el estallido de la trama que ha devuelto a José Luis Ábalos al foco mediático. A diferencia de los socialistas, el aparato del PP maniobró en la sombra para evitar la caída de su baronesa y se cobró la vida de un Pablo Casado que aireó la presunta corruptela madrileña.

Presión para Génova

La maniobra de los socialistas se orienta hacia el vértice madrileño. Devolver la presión que Génova envía contra Sánchez y provocar la declaración en sede parlamentaria de los dos principales actores de la trama que puso en jaque a la jefa del Ejecutivo madrileño. De hecho, el Gobierno regional admitió que el hermano de la presidenta cobró, a través de la empresa Priviet Sportive SL -a la que su administración adjudicó un contrato a dedo de 1,5 millones de euros en mascarillas- un total de 283.000 euros distribuidos en cuatro facturas diferentes.

Ferraz marca distancias, de esta manera, con el modus operandi de Génova en lo relativo a la lucha contra la corrupción. Peña, durante la rueda de prensa, ha puesto al Partido Popular frente a su espejo, ironizando que en el cuartel general del PSOE “no hay ruidos de martillazos ni de destrucción de discos duros”, como hicieran en la sede del PP con el caso Bárcenas. Todo lo contrario. El mensaje es que los socialistas son los primeros interesados en que “se sepa toda la verdad”.

Por ello, lanzan el balón al tejado del PP, a quienes le auguran ya “excusas peregrinas” para no apoyar la creación de la comisión parlamentaria. “Colaboración con la Justicia, transparencia absoluta y asunción de responsabilidades”, ha recordado la portavoz del PSOE, que abre las puertas de su cuartel general a todos los actores judiciales para esclarecer lo sucedido. “No nos verán hablar de tramas contra nuestro partido. Verán transparencia”, ha remachado.

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