El PSOE ha presentado una denuncia contra Vox ante la Fiscalía General del Estado por financiación irregular. "Tras numerosas noticias en medios de comunicación sobre un modo de proceder por la formación política Vox contrario a la Ley de Financiación de Partidos Políticos, puesta de manifiesto también por el propio Tribunal de Cuentas en sus informes de fiscalización de las formaciones políticas, se ha efectuado un análisis exhaustivo de la financiación de esta formación política concluyendo que podría estar incurriendo en el delito de financiación ilegal de partidos políticos", explican los socialistas.

El delito al que se refieren los del puño y la rosa está recogido en el artículo 304 bis del Código Penal y desde Ferraz aseguran haber constatado su comisión. “Al menos desde el año 2020 hasta la actualidad, en las mesas informativas que la formación política Vox despliega a lo largo de todo el territorio español incorporaba una serie de elementos de captación de ingresos económicos a modo de ‘huchas’ o ‘cajas de caudales”, explican. Esto, trasladan, es algo “absolutamente irregular”, de igual manera que toda la oferta de merchandaising que buscaba “captar fondos en metálico de un modo absolutamente opaco”.

El PSOE calcula que la cuantía captada durante los últimos por la formación de extrema derecha de forma “irregular” podría alcanzar los cinco millones de euros. Los socialistas justifican este cálculo aludiendo directamente a las cuentas anuales publicadas por los de Santiago Abascal, líder del partido, en su propia página web. Asimismo, la denuncia también incluye el préstamo de 6,5 millones de euros concedido a los ultraderechistas por un banco húngaro, MBH Bank Nyrt, cuyo principal accionista es el Estado húngaro. 

La principal fortuna detrás de esta entidad es CORVINUS INTERNATIONAL INVESTMENT PLC, fondo estatal húngaro vinculado a Viktor Orban, primer ministro del país. Desde Ferraz aseguran que Vox “habría tratado de ocultar” este préstamo en su contabilidad, proceder que “infringiría nuevamente la normativa de financiación, que prohíbe la financiación de partidos políticos por parte de Gobiernos y organismos, entidades o empresas públicas extranjeras o de empresas relacionadas directa o indirectamente con los mismos”.

Sin contabilidad ni explicaciones

La acusación lanzada por el principal partido de Gobierno contra la extrema derecha es de una elevada gravedad y podría tener importantes consecuencias. Al préstamo húngaro que ya ha sido sujeto de debate en más de una ocasión en el Congreso de los Diputados, la formación capitaneada por Pedro Sánchez apunta ahora a la recepción de donaciones anónimas en huchas y la realización de ventas promocionales “cuando en realidad estas no se justifican con una mínima contabilidad, recibos o arqueos de caja”.

Esto “contravendría lo establecido en la normativa, que prohíbe las donaciones anónimas, pues pueden ocultar formas de financiación ilícitas, y sin aportar ninguna transparencia sobre las mismas”, ahondan. En la misma línea, consideran que  los ingresos procedentes de merchandising o actividades promocionales “también parecen carecer de toda trazabilidad, confundiéndose con los ingresos de donaciones anónimas que se anotan de forma conjunta como tales, por un valor inferior a 300 euros para evitar identificar a una persona”.

Además, desde Ferraz aseguran que todas estas actuaciones se han producido “siguiendo las directrices internas de Vox, que han sido publicadas por diferentes medios de comunicación”.