El líder del Partido Popular, Pablo Casado, ha exigido al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que comparezca en el Congreso para dar explicaciones sobre la salida de España de Afganistán tras la vuelta 20 años después de los talibanes al poder. En un mensaje en Twitter, ha calificado al Ejecutivo de ser "una jaula de grillos incapaz de gestionar".

Esto se produce después de que el PP lanzara este miércoles la campaña #DóndeEstáSánchez, con la que ha acusado al presidente de no actuar​ frente a los problemas. "Que no despache un asunto tan complejo y tan grave como es Afganistán con un simple tuit; no es un influencer", afirmó con un mensaje en Twitter la portavoz popular en el Parlamento Europeo, Dolors Monserrat. 

También Cuca Gamarra, portavoz en el Congreso, ha lanzado un dardo a Sánchez​. En un tuit, ha confirmado que ha expresado en una llamada telefónica al ministro de Presidencia, Félix Bolaños, su queja por "la falta de comunicación suficiente con la oposición". Añade, además que el Ejecutivo "está obviando" el papel del Parlamento en política exterior.  

La tragedia del Yak-42

Todas estas declaraciones han despertado las críticas de los usuarios de las redes, quienes les han afeado que estén llevando a cabo esta estrategia contra el Gobierno en vez de sumarse a la lucha. Así, les han recordado el terrible accidente del Yak-42 en Afganistán y en la que perdieron la vida 75 personas, 62 de ellos militares españoles que regresaban de Kabul.

El 26 mayo del 2003 el Gobierno de Jose María Aznar fletó un avión -de una cadena de hasta seis subcontratas- en un visible mal estado. Algunos de los militares criticaron precisamente la antigüedad de la aeronave: "Reza por mí, este avión es una mierda", dijo el comandante José Antonio Fernández a su mujer antes de embarcar.

Una sucesión de mentiras

Tras el accidente cerca de Trebisonda, en la costa norte de Turquía, se sucedieron numerosas mentiras por parte del ministerio de Defensa de Federico Trillo, quien achacó el accidente a un error humano. Desde ese momento, hubo incontables despropósitos en el esclarecimiento de lo ocurrido. 

La mitad de los españoles fallecidos no fueron identificados correctamente por el Ejecutivo, que se apresuró a repatriar los cuerpos a los dos días del accidente. Incluso hubo casos en los que se llegaron a mezclar restos de varias personas en un mismo ataúd. Además, la aparición de una pierna 15 años después demostró que algunos se quedaron en Turquía.

Trillo visita al lugar del siniestro del Yak-42 un día después
Trillo visita al lugar del siniestro del Yak-42 un día después

Trillo asumió más tarde que el ministerio había recibido doce quejas previas sobre la seguridad de los aviones de bajo coste y que los pilotos habían superado las 22 horas de viaje, por encima del tiempo legal. El Gobierno reconoció que no contrató los seguros obligatorios para cada uno de los militares que viajaban y que la caja negra del aparato estaba estropeada.

Condecoraciones e indultos

A esta tragedia tuvo que sumarse la ausencia de responsabilidades políticas. Es más, el entonces ministro fue recompensado con el cargo de embajador en el Reino Unido y hubo medallas y ascensos para los militares responsables de las falsas autopsias.

Sólo tres fueron condenados por el accidente del Yak-42: el general Vicente Navarro, el comandante José Ramón Ramírez y el capitán Miguel Sanz. Los tres fueron defendidos -según declaró Luis Bárcenas en la Audiencia Nacional- gracias supuestamente a la caja B del PP. Los dos últimos, además, fueron indultados por el Gobierno de Mariano Rajoy.