El cambio de organigrama en el PP no ha conseguido acabar con los problemas que originaron la defenestración exprés de Pablo Casado como líder del PP. El nuevo presidente nacional de los populares, Alberto Núñez Feijóo, y su núcleo duro, con Cuca Gamarra y Elías Bendodo a la cabeza, son conocedores de que Madrid está siendo un auténtico quebradero de cabeza para la pretendida paz interna que Galicia está tratando de imponer en el seno del partido. 

Fuentes de Génova explican a ElPlural.com que la preocupación por el fuego amigo en el PP de Madrid proviene de tres focos principales: el entorno de Ángel Carromero, ex asesor del alcalde con importantes conexiones con la fontanería de la estructura municipal; el alcalde José Luis Martínez-Almeida y las NNGG del PP de Madrid; y la presidenta Isabel Díaz Ayuso, a quien, junto a su áulico jefe de Gabinete, Miguel Ángel Rodríguez, temen fuertemente desde la dirección nacional sabedores de lo que es capaz de hacer por el peso territorial que ostenta, su popularidad en las calles y la herida que aún arrastra desde que el nombre de su hermano fuese puesto en el disparadero a través de una presunta trama de espionaje dirigida directamente desde la planta 7 de la sede nacional del partido. 

“La información sale directamente de Madrid. Es fuego amigo”, sostienen estas mismas fuentes, seguros de que el cruce de reproches y los resquemores del pasado siguen protagonizando un modus operandi que empieza a pasar factura al partido en sus aspiraciones de gobernabilidad. Por el momento, las encuestas vaticinan un buen resultado de Feijóo, pero en Génova temen que la historia se repita y su propio dèjá vu acabe implicando un retroceso de la marca: “Se nos va de las manos”. 

La actual dirección nacional del partido, salida del Congreso Extraordinario que el PP celebró en Sevilla el primer fin de semana de abril, ha tratado de limar asperezas con su líder más popular, Isabel Díaz Ayuso. Es cierto que de aquel cónclave no salió una estructura con un marcado acento madrileño, más allá del nombramiento de Pedro Rollán, sorayista confeso, como vicesecretario de Coordinación Autonómica y Local, una cartera muy alejada de las voluntades madrileñas de ocupar las responsabilidades de Organización, pero los plenipotenciarios en la toma de decisión del renovado PP creyeron que convocando el Congreso del PP de Madrid, principal aspiración de la presidenta regional a corto plazo y motivo de discordia con la otrora cúpula popular, los ánimos se amansarían. No ha sido así. Las filtraciones son constantes, el tándem Almeida-Ayuso se resiente y Feijóo teme que la corriente acabe arrastrándole a un pozo sin salida.

Del hermano de Ayuso a las comisiones de Luceño y Medina

A estos problemas internos hay que sumar las manchas de corrupción que corren tras el PP y les han vuelto a salpicar. A las comisiones del desaparecido hermano de Ayuso se han sumado las millonarias que recibieron los empresarios Alberto Luceño y Luis Medina por la compra de material sanitario para el Ayuntamiento de Madrid.

El hermano de Isabel Díaz Ayuso, Tomás Díaz Ayuso, debería haberse presentado este lunes en la séptima sesión de la comisión de investigación del Ayuntamiento de Madrid sobre el presunto espionaje a la presidenta regional. La propia Comunidad de Madrid terminó confirmando que el hermano de la presidenta cobró de la empresa de su amigo 283.000 euros de comisión. Lo hizo a través de Priviet Sportive en cuatro facturas, empresa a la que el Gobierno autonómico adjudicó un contrato a dedo de 1,5 millones de euros en mascarillas. En la actualidad, tanto Tomas Díaz Ayuso como Shengli Chen, propietario único de la empresa para la que trabaja el hermano de la lideresa regional -que obtuvo hasta 18 contratos a dedo-, y que también estaba citado este lunes, están en paradero desconocido.

Por su parte, Luis Medina y Alberto Luceño también estaban citados este lunes como investigados ante un juzgado de Madrid por haber estafado en la compra de material sanitario y haberse embolsado más de seis millones de dólares. Tras casi dos horas de comparecencia, los partidos de la oposición, personados como acusación popular, solicitaban al juez la retirada del pasaporte a ambos y la comparecencia ante los juzgados cada 15 días.

Finalmente, el magistrado ha decidido retirar el pasaporte a ambos comisionistas y obligarles a la comparecencia quincenal. Durante esta declaración, tanto Medina como Luceño se han negado a contestar a las partes y al fiscal, y solo han atendido a las preguntas del juez.