Mientras el Gobierno pide al resto de fuerzas parlamentarias responsabilidad para afrontar la crisis del coronavirus, la derecha y las formaciones soberanistas insisten en tratar de denostar la labor del Ejecutivo al frente de esta emergencia sanitaria propiciada por una pandemia nueva, sin precedentes, que ha derivado en el confinamiento de la sociedad española y en la decretación del estado de alarma.

Pedro Sánchez insiste en la labor realizada por los expertos, así como por el Comité Técnico de Gestión que se ha puesto al frente de todas las administraciones y servicios esenciales, liderado por el propio presidente y los ministerios con competencias delegadas (Sanidad, Interior, Defensa y Transportes). Sin embargo, más allá de la excepcionalidad de la situación, tanto PP como Vox exigen una depuración de responsabilidades y reivindican la necesidad de autocrítica central: mensajes cargados de lecciones a posteriori para defender que las medidas adoptadas no han sido suficientes y han acabado generando que el brote haya alcanzado, a día de hoy, a más de 17.000 personas en nuestro país.

La extrema derecha ha sido especialmente crítica. La manifestación del 8 de marzo ha sido uno de los objetivos principales. Una marcha multitudinaria que no fue frenada pese a, según exponen, existir indicios suficientes de la gravedad de la situación. Se omite que Vox, el mismo día de la convocatoria feminista, realizó un mitin multitudinario dándose un auténtico baño de masas con Javier Ortega Smith a la cabeza -contagiado tras viajar a Milán cuando la ciudad transalpina ya estaba decretada como zona de riesgo-.

Pero más allá de los exabruptos vertidos por los liderados por Santiago Abascal, que ha confirmado que se encuentra fuera de peligro este jueves tras superar el Covid-19, es el Partido Popular el que lidera la confrontación operativa. La propia Isabel Díaz Ayuso (también contagiada) ha arremetido contra el Gobierno central en las últimas fechas por no proveer de las mascarillas y el material necesario a su región, principal foco de contagio en España. "Madrid estaba caminando muy rápido pero ahora tiene todo esto paralizado", ha explicado la presidenta autonómica, alegando que el Ejecutivo está bloqueando en las aduanas este material imprescindible para el correcto tratamiento de los enfermos hacinados en los hospitales madrileños.

Pero Isabel Díaz Ayuso no está sola en esta lucha. El Partido Popular al completo ha salido en defensa de su dirigente: "Isabel Díaz Ayuso tiene toda la razón. Nadie comprende que el material sanitario no llegue a las comunidades autónomas y que esté en las aduanas", ha esgrimido Pablo Montesinos, vicesecretario de Comunicación del PP, prosiguiendo con una petición al Gobierno: “Nuestros mayores han de ser la prioridad de todos y han de ser la prioridad del Gobierno”.

En la misma línea que los populares está actuando el independentismo. Tras el mensaje deleznable de la eurodiputada Clara Ponsetí (“De Madrid al cielo”), Torra reivindica las competencias propias pidiendo al Gobierno que no abuse de la recentralización de los servicios. Ahora, y siguiendo la estela marcada por Díaz Ayuso en Madrid, exige que llegue el material sanitario prometido acusando a Pedro Sánchez de boicotear el suministro.