El ministro de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, mantuvo un encuentro con el vicesecretario institucional del Partido Popular, Esteban González Pons, el pasado lunes. Un encuentro infructuoso que se saldó con la enésima voladura de puentes de los conservadores. Al menos, según las palabras del socialista, quien asegura que el conservador le trasladó que “nunca más” se sentarán a negociar con el Gobierno la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

El órgano de Gobierno de los jueces, bloqueado desde hace más de un millar de días, permanecerá en funciones por un largo periodo de tiempo si el Partido Popular cumple con la amenaza que le atribuye el ministro de Presidencia. El pasado lunes, Bolaños y Pons se citaron después de que el popular anunciara en rueda de prensa una propuesta para la renovación del Poder Judicial y posterior “reforma” del sistema de elección, de manera que la responsabilidad de la composición final del Consejo recaiga sobre el Congreso (grupos parlamentarios) y no sobre el partido de Gobierno y de la oposición de turno.

La proposición de Génova estaba sujeta a la retirada, por parte del Gobierno, del proyecto de Ley para que capacite al Poder Judicial para nombrar a los dos magistrados del Tribunal Constitucional (TC) que le corresponden por cuota o que, al menos, le otorgara un plazo de quince días. Bolaños declinó la oferta del Partido Popular en la cita del lunes.

Enésima voladura de puentes

En declaraciones a TVE, el ministro de Presidencia ha explicado que acudió a la reunión con visos de renovar “en serio” el CPGJ. Pons le trasladó cuál era la condición sine qua non que establecía su formación, lo que impactó al propio Bolaños. “¿Desde cuándo para cumplir la ley se ponen condiciones?”, se cuestiona.

Las conversaciones se dilapidaron tras calificar como “inaceptables” las peticiones de Génova. En ese momento, Pons le avanzó que “no se sentarían nunca más”. El ministro de Presidencia se ha preguntado si los de Feijóo pretenden gobernar “lo que las urnas no les han dado”. Asimismo, ha valorado que los deseos de los conservadores pasan por un retorno a la Prehistoria en lo que a “recursos” se refiere. “No quieren avances”, ha abundado.

Desde el pasado lunes, no ha habido ademán de un nuevo contacto con el Partido Popular, que se ha levantado de la mesa de negociación abruptamente. Bolaños ha subrayado que el Congreso es “soberano” para garantizar la renovación del Constitucional en plazo y arguye que están adoptando medidas que transiten en ese camino.

Una reunión infructuosa

Desde Génova acusaron al Gobierno de negarse a estudiar siquiera la propuesta del PP durante el trámite de enmiendas de la ley planteadas por el Ejecutivo para la reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial. "La aprobación de esta reforma de la que nos enteramos por los medios es una línea roja que el Ejecutivo no debía cruzar", apuntalan fuentes conservadoras, quienes también lamentan la "imposibilidad" de alcanzar acuerdos con Moncloa en materia de Justicia.

Los conservadores alegan que el rechazo del Gobierno dibuja un "bloque" debido a las "preferencias" de Pedro Sánchez, a quien responsabilizan de "preferir" un Tribunal Constitucional adaptado a los gustos de ERC, que un "pacto por la Justicia" en connivencia con el Partido Popular. 

Por su parte, en Moncloa resaltan que el propio Bolaños instó a su interlocutor a "cumplir" con la Constitución y el marco legal, además de exigir premura en la renovación del CGPJ. "Cuanto antes", apuntaló el ministro de Presidencia, según trasladan fuentes gubernamentales. En suma, desde la facción socialista del Gobierno lamentan que los populares se escuden en "excusas" para no hacerlo y clamen por la retirada de una proposición de ley que, a su juicio, garantiza la "renovación del Constitucional", como moneda de cambio.