El llamamiento realizado por Vox y colectivos de extrema derecha para arruinar el Congreso del Partido Socialista Europeo (PSE) que se celebra en Málaga ha fracasado.

Solo unas 150 personas han acudido a la concentración ideada para acosar al presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, y a los dirigentes socialistas de toda Europa que han acudido al Palacio de Ferias y Congresos de Málaga.

La intención de los manifestantes era demostrar a los líderes europeos la supuesta animadversión que la amnistía provoca en la ciudadanía española. La realidad es que lo que los líderes europeos han presenciado es una concentración de unas 150 personas, muchos de ellos radicales, que lanzaban insultos y amenazas a participantes en el Congreso y periodistas.

Banderas de España con el escudo monárquico cortado, pancartas con el lema de ‘Sánchez traidor’ o carteles que pedían prisión para el PSOE: Eso es los que han visto, entre otros líderes europeos, los presidentes de Alemania, Olaf Scholz; Dinamarca, Mette Frederiksen; Rumanía, Marcel Ciolacu, o Malta, Robert Abela

Málaga no es Madrid

Un fracaso que se suma al protagonizado este viernes frente a la subdelegación de Gobierno en Málaga. Los ultras querían desbordar el Paseo de Sánchez, la calle de la ciudad de la Costa del Sol, en la que se reunían Sánchez y Scholz. Pero Málaga no es Madrid. 500 personas son muchas personas, pero desde luego no se puede hablar de concentración multitudinaria.

La ciudad andaluza ha sido la elegida para celebrar un Congreso que diseñado para marcar línea política de los socialistas de cara a las elecciones europeas de junio de 2024.

Bajo el lema "Adelante Europa: Soluciones progresistas a los retos globales”, el Congreso ha reunido en Málaga a dirigentes militantes y simpatizantes de todo el continente.

Un hito que se suma a la presidencia española del Consejo de la Unión Europea y que ha vuelto a traer a nuestro país a decenas de dirigentes internacionales.

Durante el Congreso, los socialista europeos han elegido a su nueva cúpula directiva y adoptado una resolución con las prioridades para el partido, que sentará las bases de cara a las próximas elecciones europeas en junio de 2024.

Sánchez, aclamado 

Pedro Sánchez, ha sido aclamado con una fuerte ovación y cánticos de "Pedro, presidente" al llegar al Congreso del Partido Socialista Europeo.

En su intervención ante el congreso, el presidente del Gobierno ha abordado las recientes protestas protagonizadas por la "ultraderecha más nostálgica de esa cruel dictadura franquista", instando al Partido Popular a mostrar "cordura y mesura" y a aceptar los resultados electorales.

El presidente del Gobierno en funciones ha expresado su preocupación por la resurgencia de un pasado que se creía superado, vinculando este fenómeno a la "complicidad de una derecha tradicional ya parasitada por la ultraderecha". Dirigiéndose al Partido Popular, Sánchez ha solicitado que acepten los resultados de las urnas y que se desmarcaran de la ultraderecha.

En medio de la ovación del público del congreso, Sánchez también ha instado al Partido Popular a rechazar el "abrazo del oso de la ultraderecha" y abandonar la senda reaccionaria por la que, según él, se están encaminando. En este sentido, ha subrayado la importancia de aceptar la legitimidad del próximo gobierno que se formará en España y ha destacado la necesidad de evitar la influencia de la ultraderecha en la política española.

Sánchez ha aseguraedo que gobernará "para todos los españoles y españolas" durante los próximos cuatro años, comprometiéndose a garantizar avances sociales en beneficio de la mayoría social, la convivencia y la estabilidad institucional del país. En este sentido, ha recordado que el futuro Ejecutivo contará con el respaldo de 179 escaños en las Cortes, representando la voluntad popular expresada en las elecciones del 23 de julio.

Finalmente, el líder del PSOE ha destacado la importancia del reconocimiento del pluralismo político y la diversidad territorial de España. En contraste con el Partido Popular, que según Sánchez solo puede acordar con la ultraderecha, el PSOE se presenta como la fuerza política capaz de llegar a acuerdos con todas las demás fuerzas, a excepción de Vox.