Este domingo, el PCE celebra su centenario. 100 años de historia de los que en septiembre se vivió un aperitivo que quedó marcado por la supuesta confesión de Pepe Álvarez de su militancia comunista. Nada más lejos de la realidad, como explica en esta entrevista con ElPlural.com donde aclara que el "orgullo" que siente por el PCE es paralelo a su militancia desde hace "47 años en el PSOE" y está relacionado con la aportación de los comunistas a "la sociedad que tenemos hoy". Álvarez reclama a los militantes de izquierdas que se sientan orgullosos de su pasado, incluso de cuando "no fueron los mejores momentos de nuestra historia", frente a una derecha que "cambia más de nombre que de ropa interior". "Hoy se llama VOX, ayer se llamaban Alianza Popular. Antes, Fuerza Nueva. ¿Eso qué hace? Que nunca tienen pasado, nunca se les puede pedir cuentas", señala.
Sobre Solidaridad, el sindicato formado por Vox, Álvarez se niega incluso a pronunciar su nombre: "Hablar de esto ya les da publicidad y yo no les voy a dar ninguna". Eso sí, admite que si España acaba colocando a Vox en Moncloa en una coalición con Pablo Casado, negociará con el ministro de Empleo que toque: "Tendremos que negociar con quien decidan las Cortes Generales. En todo caso, yo espero y confío en que mi país hará lo suficiente como para que esa circunstancia no se dé.
Pregunta: Este proceso de aprendizaje para advertir a la sociedad de la ultraderecha está en tiempo de descuento. Puede que en dos nos encontremos con un país diferente. ¿Se ve en una mesa de negociación codo con codo con el sindicato Solidaridad de Vox o un ministro de Empleo o de Empresa como Vox?
Respuesta: La verdad, un sindicato… Para hablar de un sindicato tiene que tener algún elemento que le dé esa condición. Los sindicatos los presentamos a las elecciones sindicales. Esto no es como una seta que nace, hay que presentarse a las elecciones sindicales y tener representantes de los trabajadores en las empresas. Y, de momento, los sindicatos que estamos presentes somos los que somos, con la representación que tenemos. La UGT y Comisiones Obreras, Comisiones Obreras y la UGT por arriba del 78% de representación en nuestro país. Por lo tanto, no me veo con nadie, salvo que los trabajadores y las trabajadoras de nuestro país decidan que la representación es otra y ya no sé si estaré yo.
Nosotros no decidimos quién está en el Gobierno, lo deciden los ciudadanos, y tendremos que negociar con quien decidan las Cortes Generales
Pregunta: Vox ha presentado una proposición de ley para bajar el límite de proporcionalidad exigida a un sindicato.
Respuesta: Pues nada, que bajen el nivel de representación y que todos los partidos políticos que no llegan al 1% o que no lleguen al 0.3% puedan estar presentes en el Parlamento. Es absurdo. Cuando tú tienes un sistema de elecciones para medir la representatividad de las organizaciones, ese sistema hay que respetarlo y yo creo que eso es lo que ha de tener en cuenta. Pero hablar de esto ya les da publicidad y yo no les voy a dar ninguna. De hecho, no he pronunciado su nombre y no lo pienso pronunciar.
Pregunta: Quitemos a la “seta” de la ecuación y hablemos de los que, a lo mejor dentro de dos años, forman gobierno con Pablo Casado. ¿Se vería negociando con un ministro de Vox?
Respuesta: Nosotros no decidimos quién está en el Gobierno, lo deciden los ciudadanos, y tendremos que negociar con quien decidan las Cortes Generales. En todo caso, yo espero y confío en que mi país hará lo suficiente como para que esa circunstancia no se dé.
Pregunta: Hablando de su buena relación con Comisiones Obreras, es evidente que su coalición sí que funciona bastante bien. Pero si volviera a sus tiempos de delegado sindical, ¿cómo convencería a un trabajador de que se afilie a UGT y no a CCOO?
Respuesta: Bueno, yo primero intentaría convencer al trabajador que se afilie a una organización sindical. Es evidente que yo estoy en la UGT y creo que nosotros somos un sindicato directo, sin trabas, claro, contundente, que tiene 133 años de historia, que responde siempre… Porque 133 años de historia quiere decir que tenemos pasado. Porque quien no tiene pasado, y no me estoy refiriendo a Comisiones Obreras, tiene ciertas dificultades. Nosotros tenemos pasado, nos conocen, y estamos ahí. Pero lo importante para un trabajador o una trabajadora es que fortalezca el sindicalismo de clase. Es tan trascendental que en los lugares donde las organizaciones sindicales estamos presentes, negociamos los convenios colectivos y los convenios colectivos salen.
Es donde están los mejores salarios. Donde está presente el sindicato, es donde hay menos accidentes de trabajo. Donde está presente el sindicato, es donde hay menos discriminación y más igualdad entre mujeres y hombres. Es decir, el sindicato aporta al trabajador y a la trabajadora y mejora las condiciones de trabajo.
Yo creo que ese es el elemento fundamental para que se acerquen y decidan cuál es el sindicato que les atrae, que les atrae más.
Pregunta: A finales de septiembre hubo polémica por unas declaraciones suyas en la celebración del centenario del PCE en las que hablaba de sentirse orgulloso de militar en el partido comunista. Hubo un poco de choque porque mucha gente interpretó que estaba hablando de su militancia, frente a la relación histórica de PSOE y UGT. ¿Qué quería decir, para aclararlo de una vez por todas?
Respuesta: No, yo no soy militante del PCE, soy militante del Partido Socialista desde hace 47 años. Pero yo estoy muy orgulloso de vivir en un país en el que el Partido Comunista de España ha tenido un peso tan importante y ha contribuido tanto a la sociedad que tenemos hoy. Más allá de eso, como secretario general de la UGT, yo no puedo dejar de situar los vínculos históricos que ha habido entre el Partido Comunista de España y la UGT. El primer presidente de la UGT, que salió elegido en el año 1888, en el año 1921, cuando se constituye el Partido Comunista de España, es elegido secretario general del Partido Comunista de España y esa es la vinculación histórica que ha tenido la organización que yo hoy dirijo. Por eso me parece que es importante, porque hay un cierto complejo para mirar nuestra historia hacia atrás y para los militantes de izquierdas sentirnos orgullosos de nuestro pasado lo he querido situar.
En España pasa una cosa curiosísima. La derecha cambia más de nombre que de ropa interior. Hoy se llama VOX, ayer se llamaban Alianza Popular. Antes, Fuerza Nueva. ¿Eso qué hace? Que nunca tienen pasado, nunca se les puede pedir cuentas por cuál ha sido su pasado. Nosotros tenemos que estar orgullosos de nuestro pasado, defenderlo, incluso en algunos casos, reconocer que no fueron los mejores momentos de nuestra historia. Pero el balance del papel del Partido Comunista de España en estos 100 años de vida, yo creo que es digno de resaltar y digno de que nos podamos sentir orgullosos más allá de que hayamos militado en el Partido Comunista de España o no, que no es mi caso.
