El Gobierno ha ratificado su compromiso con Bruselas para ampliar el cómputo de los años de cotización para las pensiones de jubilación. Precisamente hoy hablamos con Pepe Álvarez, secretario general de UGT desde 2016 y reelegido en mayo de este año como líder del sindicato, con el 86% de los votos. El secretario general se pronuncia sobre el futuro del sistema de pensiones en medio de unas semanas plagadas de negociaciones con Gobierno y empresarios, marcada por las diferencias incluso en el seno del Ejecutivo. 

PREGUNTA: Bruselas nos pide aumentar el cálculo de años de cotización más allá de los 25 años a los que hemos llegado ahora, aunque no da una fecha concreta, para recibir los fondos europeos. ¿Cuál es la posición de UGT ante lo que parece, en principio, una bajada de las pensiones?

RESPUESTA: Bruselas bien, bien, no pide. Hay un documento que ha presentado al Gobierno que sitúa este elemento. Si el Gobierno lo quiere cumplir, ya lo puede cumplir, porque en el año 2022 se van a emplear seis meses para hacer el cálculo de la pensión para cumplir los 25. Porque los 25 se han ido incorporando de manera paulatina y se concluye en el 2022 la incorporación. Por lo tanto, el Gobierno podría decir perfectamente que ha cumplido, porque Bruselas no dice que tienen que ser 30 años, ni 26 ni 27.

Por lo tanto, no es esa la cuestión. Nosotros no vamos a entrar en ampliar los años para hacer el cálculo de la pensión, porque es recortar las pensiones en general. Es verdad que hay un colectivo de trabajadoras y trabajadores pequeño que, posiblemente, depende cómo, podría mejorar, sobre todo si le dejan elegir los años para hacer el cálculo de su pensión, pero, globalmente, la mayoría de los trabajadores y las trabajadoras ven mermada su pensión, que puede ser hasta un 5% menos si se llega a los 30 o los 35 años.

No está en la agenda, no está en las negociaciones y yo creo que, además, que no hay condiciones para que se pueda aprobar una reforma de esas características en España. Esto no depende de la Comisión Europea ni depende solo del Gobierno español, también depende de las Cortes Generales. Yo no veo al Parlamento español votando una reforma de esas características, sobre todo si tenemos la suerte de que el PP diga que no a todo, aunque haya cosas con las que esté de acuerdo.

Por eso tengo la absoluta seguridad de que no se va a ampliar el cálculo, porque no es necesario, porque en estos momentos en el sistema de pensiones está equilibrado. Estamos en la última reforma de subir un poquito las cotizaciones a las pensiones. Estamos hablando de un 0,5%-0,6%, con eso sería suficiente

"Que tengamos que subirla un poquito (la cotización empresarial) es el mínimo que debemos de solidaridad intergeneracional"

P: ¿Estaría de acuerdo en llenar de esa manera la hucha de las pensiones, como propone el ministro Escrivá?

R: Sí, claro. Yo estaría de acuerdo hasta en que fuera un poco más. Porque aquí los empresarios se han rasgado las vestiduras, pero se llenan los bolsillos cuando, desde el año 1982 hasta hoy, se ha bajado la cotización empresarial a la Seguridad Social cuatro puntos. En 1982, era cuatro puntos más alta que hoy. Que tengamos que subirla un poquito me parece que es el mínimo que debemos de solidaridad intergeneracional con las personas que nos vamos a jubilar en los próximos años.

P: Precisamente, por las personas que se jubilen en los próximos años, se avecina un problema con la avalancha de los baby boomers que pasan de trabajar a ser jubilados. ¿Dónde creen que estará la solución en ese momento? ¿Que en el futuro los robots coticen por nosotros o dependemos mucho de la inmigración?

R: La solución está en más de una cuestión. Desde luego, la tasa de natalidad es muy baja, por lo tanto creo que la inmigración es una bendición que puede solventar este gravísimo problema. Por otro lado, creo que los robots y las nuevas tecnologías van a tener que acabar cotizando porque eso se va a hacer absolutamente necesario. Nosotros hemos abierto el debate en España desde hace unos años. Hoy ya no es un debate solo en España, lo es en el Parlamento Europeo y lo es en el conjunto del mundo. Para mantener el sistema lo va a haber que hacer.

A corto plazo, para los baby boomers esto ya está solucionado. Tenemos un acuerdo firmado y un acuerdo que está a punto de cerrarse, que prevé que el Estado pague a la Seguridad Social aquellos costes que no le son propios. Son 20.000 millones de euros que la Seguridad Social venía pagando de cuestiones que no son el pago de las pensiones, sino otras cuestiones que el Estado venía cargando a la Seguridad Social.

Vamos a ir a un proceso de destope de las cotizaciones y eso querrá decir más recursos. Hay que ir a un proceso de subida de salarios. Cada vez que subimos el salario mínimo interprofesional no solo ganan los trabajadores y las trabajadoras, sino que la Seguridad Social gana de manera muy importante. Si además asumimos ese 0,5%-0,6% está solventada la entrada de los baby boomers en nuestro país, sin ningún lugar a dudas.

"La inmigración es una bendición que puede solventar este gravísimo problema"

P: En el caso de la inmigración, que podría ser una solución para frenar el problema, ¿cree que el auge de la ultraderecha podría afectar a este factor?

R: A mí me parece que, en todo caso, a la ultraderecha hay que combatirla y el combate no es cerrando fronteras. El combate es, sobre todo, mostrando la aportación importante que hacen los inmigrantes que vienen a nuestro país, que lo hacen a nuestro sistema de Seguridad Social. La riqueza que genera la mezcla de culturas y de razas. Eso siempre ha beneficiado lo mejor del ser humano.

Yo no le encuentro ningún inconveniente a que puedan venir los inmigrantes que necesitamos de otros países para poder cubrir esas necesidades del mercado de trabajo que tenemos. Lo demás es racismo y xenofobia, es intentar dividir a la sociedad por razones religiosas, por razones étnicas, por razones culturales que creo que no nos llevan a ningún sitio.