El presidente del PP, Pablo Casado, ha urgido este jueves al jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, a explicar si compró test que no funcionan para detectar el coronavirus y si lo hizo a una empresa "sin licencia, como dice China", ya que, según ha recalcado, si eso "es cierto" sería "una auténtica irresponsabilidad que debe tener consecuencias".

Varios medios de comunicación publican que esos test rápidos que adquirió el Ministerio de Sanidad no funcionarían con la precisión debida. Según el diario 'El País' esos test tienen una sensibilidad del 30%, cuando debería ser superior al 80%.

El líder de los 'populares' se ha hecho eco de esas informaciones para recalcar que Sánchez "debe explicar por qué el Gobierno no ha validado los test que ha comprado y que no funcionan", en un momento en que la cifra de contagiados supera los 56.000 y los fallecimientos superan las 4.000 personas.

El Gobierno, por su parte, ha realizado un comunicado detallando los pormenores de la operación y explicando que, pese a lo comentado por la embajada china, los test rápidos fueron “comprados a un proveedor nacional” y contaban con el marcado CE: “España se guía por la normativa de la UE y, por tanto, si un producto cuenta con la homologación europea, se puede comercializar y comprar en todo el espacio comunitario”, reza el escrito.

Crítica, sí; autocrítica, no

Pese a las continuas apelaciones a la lealtad y responsabilidad en esta época de lucha común, Casado sigue aprovechando cada oportunidad para lanzar acusaciones a Pedro Sánchez. El PP ya acusó al Ejecutivo de bloquear material sanitario en las fronteras y de impedir que las autonomías realizaran operaciones de forma autónoma. Dos mentiras que se han desmontado con el paso de los días.

Sobre lo que Casado ha preferido guardar silencio ha sido sobre los lotes de productos que Isabel Díaz Ayuso anunció haber comprado a un empresario chino el pasado domingo. La presidenta de la Comunidad de Madrid realizó este anuncio a bombo y platillo, pero, sin embargo, pasados los días, la dirigente ha tenido que reconocer que no sabe dónde se encuentran estos materiales.

Desviando la atención en las sucesivas entrevistas que ha concedido, la presidenta popular se ha limitado a decir que comprar material sanitario está siendo complicado. Unas dificultades que se reproducen por las megalómanas operaciones cerradas por las grandes potencias mundiales y la fuerte demanda mundial. Una especie de “mercado persa” -como ella misma lo definió- que, cinco días después, todavía no ha hecho despegar las aeronaves repletas de material con dirección Madrid.