La izquierda ubicada más allá del PSOE atraviesa una situación complicada, víctima del empequeñecimiento dentro del Gobierno de coalición y la fragmentación dentro y fuera de la coalición. El sangrado electoral que pronostican las encuestas, pese a no haber ninguna cita con las urnas a la vista, la tesitura geopolítica internacional, ámbito en el que más abundan las discrepancias y, en última instancia, la decisión de Podemos de propone a Irene Montero como candidata a los próximos comicios generales han terminado por reactivar el enfrentamiento entre formaciones.
La formación morada lleva un tiempo distanciada del bloque representado por la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, llegando a desplazarse al Grupo Mixto en el Congreso de los Diputados por considerar a Sumar un socio complaciente de los socialistas. Este martes, Montero ha ido más allá al considerar a Sumar un mero invento del PSOE para terminar con todo aquello que se ubica a su izquierda. “En el Gobierno solo manda el PSOE. La operación Sumar se hace precisamente para ello, para comprometer las posibilidades de transformación de la izquierda”, ha trasladado.
La eurodiputada ha ahondado en esta teoría, señalando momentos históricos en los que asegura que los de Pedro Sánchez han seguido el mismo proceder. “Es una operación que no es la primera vez que hace el PSOE en España, recuerden lo que significó el Partido Democrático de la Nueva Izquierda, Cristina Almeida o Diego López Garrido”, ha recordado en TVE, asegurando que “la operación Sumar es lo mismo que le hicieron a Julio Anguita: sacarle una izquierda amable que terminó integrada en el PSOE y Cristina Almeida candidata del PSOE en Madrid”.
Las críticas de Montero no se han centrado exclusivamente en Díaz. La que fuera ministra de Igualdad también ha afeado a la ministra de Sanidad y parte de Más Madrid, Mónica García, que trasladase “estar más cerca del PSOE que de Podemos”. Montero ha tirado de este hilo y ha zanjado la teoría con ironía, apuntando que, “si en el Gobierno solo manda el PSOE y este partido solo está haciendo cosas que también podría hacer la derecha, ¿por qué no tener un Gobierno de derechas?”.
Defensa de su candidatura
Más allá de despegarse de las otras opciones, ha reivindicado su candidatura de cara que la izquierda se ponga “de nuevo en pie” y demuestre que “hay alternativa”. “Es un momento importante para la humanidad y probablemente las decisiones que se tomen en el mundo condicionen nuestras vidas por décadas. Es un momento para comprometerse e ir a la raíz de las convicciones más profundas”, ha desgranado sus pretensiones. “Yo no le quiero dejar esta mierda de mundo a mis hijos. Necesitamos demostrar que las cosas se pueden hacer de otra manera”.
Para este cometido, ha asegurado que su intención de la formación morada no es acudir en solitario. “Queremos que sea una candidatura más allá de Podemos. Pensamos que juntas y con más gente es mejor y eso implica interpelar, comprometer y facilitar que la gente que cree en los servicios públicos y no a la guerra deje de sentir que es un motivo de vergüenza pensar así, vuelva a sentir orgullo de pensar así y comprometerse con eso”, ha argumentado. “Si esta tarea política la conseguimos, las alianzas electorales caerán por su propio peso”, ha zanjado.
Disgusto dentro de Sumar
Las críticas de Montero y su elevación como posible candidata de Podemos no han gustado en Sumar, que ha decidido huir hacia delante y no entrar en la confrontación. "Será la gente y no será Pablo Iglesias, Ione Belarre ni Yolanda Díaz ni nadie los que hablen de las condiciones de la unidad, sino que será la gente la que ponga la cuestión encima de la mesa”, valoraba este lunes la nueva coordinadora general de Sumar, Lara Hernández, que no obstante ha matizado que esto sucederá “cuando toque".
Desde IU, la única formación con implantación territorial en todo el país, prefieren no entrar en polémicas. Su coordinado federal, Antonio Maíllo, ha asegurado no estar intranquilo por el anuncio de Montero, confiar en la unidad y respetar la hoja de ruta de todos los partidos. Esto, ha defendido, no va a implicar que el candidato sea elegido "a dedo por nadie" ni tampoco por una organización, sino sobre primarias abiertas. “IU puede aspirar a encabezar el proyecto y no tiene problemas con un proceso democrático de primarias para dirimir quien gane”, ha zanjado.
La unión parece lejana, más con el futuro que le pronostica Montero a Sumar y a la propia Díaz: la integración dentro del PSOE. A la par, los morados intentan seducir a Izquierda Unida para reeditar una unión futura. Por su parte, dentro del conglomerado Sumar, los principales partidos conformantes (Movimiento Sumar, Más Madrid, Compromís, IU) deslizan de forma indirecta y con fontanería comunicativa su disconformidad con la coalición electoral y su intención de acudir en solitario a unas futuribles elecciones. Una suma de estrategias que ya se apreciaron en el anterior ciclo electoral.