La Unión Ciclista Internacional (UCI) se posicionó del lado de La Vuelta y cargó las tintas contra el Gobierno de España por “alentar” a una supuesta violencia callejera en las manifestaciones propalestinas que obligaron a la ronda española a cancelar su última etapa en Madrid. Críticas que el propio organismo rector reorientó hacia la capacidad del propio país para organizar eventos de calado mundial como este y que motivaron al Ejecutivo a dar réplica a tales afirmaciones. Ha sido el presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), José Manuel Rodríguez Uribes, quien ha trasladado a la entidad dirigida por David Lappartient su “profundo malestar y sorpresa” por su comunicado, retratando su tratamiento del genocidio israelí en la Franja de Gaza e incluso advirtiendo de que utilizar el deporte para blanquear a los “miles de muertos, niños y niñas inocentes” comporta un atentado contra las valores del deporte.
A través de una misiva dirigida al presidente de la UCI, Rodríguez Uribes expuso el “profundo malestar” y “sorpresa” que le provocaron el comunicado emitido por el organismo rector del ciclismo mundial, que se puso de perfil ante el conflicto en Gaza mientras expresaba su “preocupación” por los incidentes sucedidos durante La Vuelta. Por ello, el socialista fue tajante en su respuesta, comenzando su misiva con un sonoro recordatorio: “En España, como en todas las sociedades democráticas, el derecho de manifestación, libre y pacífico, es un derecho fundamental, consagrado en nuestra Constitución de 1978”.
Así arrancaba Uribes la misiva que remitió al presidente de la UCI, David Lappartient, agregando que, si además la causa por la que se protesta es “justa y noble en defensa de los Derechos Humanos” tal expresión “libre y pacífica adquiere la condición de obligación moral”. Y es que la entidad se abonó a la retórica de La Vuelta y de la derecha política y mediática española al cuestionar el “pacifismo” que menciona en su carta el secretario de Estado para el Deporte. Es más, incluso dejó en el alambre la “capacidad de España para acoger grandes eventos deportivos internacionales” mientras cargaba contra Pedro Sánchez por su “admiración” explícita hacia los manifestantes.
Blanquear un genocidio
En este sentido, el presidente del CSD parafraseó al jefe del Ejecutivo y destacó el “orgullo” que sienten por la “grandeza del pueblo español”, así como su “sensibilidad frente a situaciones profundamente inaceptables e intolerables”. Incluso defendió que el deporte no puede aislarse de lo que sucede en su contexto geopolítico. “Desde la más profunda admiración y respeto por nuestros deportistas y trasladando, como siempre hemos hecho, nuestro rechazo ante cualquier tipo de actitud violenta, creemos que el deporte no puede ser una isla indiferente a lo que sucede en el mundo ni mucho menos permanecer ajeno a las graves violaciones de los Derechos Humanos”, esgrimió.
Uribes continúa su disertación remarcando que no existe paz “sin justicia” y añadiendo que “blanquear a través del deporte un genocidio como el que se está cometiendo en Gaza”, con miles de muertos y una hambruna ya declarada por Naciones Unidas, “sí es una posición política que contraviene la Carta Olímpica y los valores más básicos del deporte”. Así, recriminó a la UCI su cobardía al no haber emitido comunicado alguno solicitando a Israel el cese de sus acciones en Gaza. “Sorprende constatar que en su comunicado no se realiza en ningún momento una petición expresa al Gobierno de Netanyahu instando a que pare la masacre y la barbarie que está sufriendo el pueblo de Palestina”, explicó.
Al mismo tiempo, incluyó el nuevo sentimiento que ha florecido en el Gobierno en las últimas fechas y que Sánchez verbalizó el lunes ante sus diputados y senadores en la Interparlamentaria: Rusia, lo mismo que Israel. Los socialistas corrigen así su argumentario y consideran que en el contexto actual debería interpelar a actuar “con la misma contundencia” que en el año 2022 ante la invasión de Rusia a Ucrania.
La capacidad organizativa de España
En último término, Rodríguez Uribes blindó las capacidades del país para organizar eventos de primer nivel mundial a escala deportiva. Lamentó que la UCI pusiera en cuestión tales aptitudes, máxime cuando España siempre ha hecho “bien las cosas”. “Con éxito y seguridad”, apostillaba. De hecho, repasa los “numerosos eventos internacionales” que se han celebrado en el país y los que están por venir, que también representan el “buen hacer del pueblo español”.
"El reciente Europeo de descenso de ciclismo en La Molina, la Copa Libertadores de 2018, los Grandes Premios de automovilismo y motociclismo, la eliminatoria de Copa Davis de ayer contra Dinamarca o el próximo Mundial 2030 con Portugal y Marruecos, así como tantos otros ejemplos de buen hacer, serio y eficaz, prueban nuestra enorme capacidad organizadora, conocida en toda Europa y en el mundo. Sin duda, el diálogo y el entendimiento, el deporte como puente de comunicación de las naciones que favorece la unión y no la división, es un propósito que compartimos. Pero no olvide que, como decía Kant, ‘la paz sin justicia es la paz de los cementerios’”, finalizó.