El conflicto en la Franja de Gaza ha abierto una brecha entre los dos partidos que forman la coalición. La ministra de Asuntos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, encendió la mecha este pasado fin de semana, instando al Ejecutivo a que llevara a Benjamin Netanyahu, primer ministro israelí, ante la Corte Penal Internacional por “crímenes de guerra”, además de referirse a Israel como un estado “ocupante”. Posicionamiento que confronta con el sosiego que mantienen desde el ala socialista. El propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, insistió este pasado lunes en la legítima defensa de Israel, pero garantizando la protección de los civiles palestinos. Mismo argumento que blandió el jefe de la diplomacia española, José Manuel Albares. El titular de Exteriores ha percutido sobre este asunto en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, rebajando las declaraciones de la dirigente de Podemos y subrayando que tan sólo hay “dos voces autorizadas” para marcar la política exterior y son la de Sánchez y la suya.

“La posición del Gobierno es muy clara. Lo ha sido desde el primer minuto, desde que se produjo el ataque terrorista contra Israel”. Con esta contundencia, el jefe de la diplomacia española, José Manuel Albares, ha repelido las cuestiones relativas a las opiniones de la ministra de Asuntos Sociales, Ione Belarra. La dirigente de Podemos, que a su vez mantiene un tira y afloja interno con el organigrama de la plataforma de Yolanda Díaz, donde se integró, con no menos peros, a su partido, marcó la pauta este pasado fin de semana. Tanto es así, que sus palabras provocaron una reacción por parte de la Embajada de Israel en España, cuya responsable remitió una misiva al departamento que dirige Albares para afear las intervenciones públicas de cierto sector del Ejecutivo.

Una polémica a la que respondió el propio ministro de Asuntos Exteriores, calificándolo como un “gesto inamistoso”. En cualquier caso, pese al momento de tensión vivido en la tarde del lunes, Albares da por “zanjado” el encontronazo con Israel y lo enmarca en un “incidente puntual”. El ministro ha agregado, además, que las “únicas voces autorizadas” para hablar de política exterior son el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y él mismo.

Disparidad de opiniones

El jefe de la diplomacia española ha rehuido el cuerpo a cuerpo con la ministra morada, evitando la valoración de sus declaraciones y encapsulándolas en las diferentes opiniones que conviven en un Ejecutivo de coalición. En privado, otras voces autorizadas del gabinete presidencial se posicionaban de igual modo con lo verbalizado por Albares en rueda de prensa. “El ministro del ramo es el que marca la pauta”, remataban fuentes gubernamentales al tiempo que daban por amortizada la polémica con sus socios.

Albares se ha reiterado en la disparidad de criterios ideológicos en el Gobierno, evidenciando que la posición del Ejecutivo, pese a la disonancia argumental entre las dos fuerzas de la coalición, es clara y está pautada por Sánchez y el departamento de Asuntos Exteriores. “En todo Gobierno hay distintas opiniones. Ocurre en uno monocolor, mucho más en una coalición”, ha justificado en rueda de prensa. Sin embargo, ello no es óbice para resaltar que cada ministerio tiene su “perímetro” y gestiona unas “políticas determinadas”.

La posición de Moncloa

El ministro de Asuntos Exteriores ha recordado que España fue uno de los primeros países en posicionarse de forma “clara y concisa” ante la escalada bélica en la Franja de Gaza. “Lo hicimos desde el minuto en que se produjo el ataque terrorista por parte de Hamás. Lo condenamos, exigimos la inmediata e incondicional liberación de todos los rehenes y lamentamos y deploramos todas las víctimas inocentes que se están produciendo”, ha precisado. Albares insiste en el derecho de Israel a la “legítima defensa” contra la ofensiva de Hamás, pero siempre entre los márgenes del “Derecho Internacional y el Derecho Internacional Humanitario”. En este sentido, ha remarcado la necesidad de “diferenciar entre objetivos terroristas y la población civil de Gaza”, quien debe tener garantizado el acceso a suministros básicos como el agua o la electricidad, algo que, por otro lado, no se está produciendo.

Albares ha defendido que la ayuda al desarrollo de la Unión Europea con Palestina debe mantenerse, dejando patente la voluntad de mantener la ayuda a nivel bilateral. Por este motivo, ha adelantado que el primer paquete de un millón de euros destinado a la emergencia humanitaria en Gaza no será el último, habida cuenta de la perspectiva de que se incrementen las necesidades en zonas costeras. A tenor de este asunto, ha redundado en la apertura de corredores humanitarios para permitir la entrada de asistencia, destacando que la Cooperación Española está “preparada” para participar en el caso de que se autoricen.

Españoles en Gaza

El Ejecutivo ha puesto énfasis en la situación de los españoles que se encuentran atrapados en la zona. Albares ha evitado las especulaciones en cuanto a cifras, a pesar de que la ministra de Defensa apuntó a que se situaría en unos 120. A pesar de ello, el jefe de la diplomacia ha confirmado que el Gobierno ya cuenta con un “censo” de los ciudadanos que quieren abandonar Gaza.

Tampoco ha desgranado las interioridades del eventual operativo de evacuación, subrayando que se pondrá a disposición del público la información pertinente cuanto éste “termine exitosamente”, apelando a cuestiones de seguridad. Con todo, Albares ha confirmado que está en contacto permanente y fluido con sus homólogos en Palestina e Israel, así como con diversas organizaciones internacionales, con el fin de practicar la “operación de evacuación” de los españoles en la Franja “en cuanto sea posible”.