Pedro J. Ramírez y Federico Jiménez Losantos



Debe de estar satisfecho y orgulloso Su Majestad Felipe VI. Federico Jiménez Losantos, Dios nos coja confesados,  le ha tendido cariñosamente la mano. En efecto, la loa de Losantos en El Mundo  al nuevo Rey es, como mínimo, espectacular. Recordemos que tanto el periodista mencionado, como su amigo Pedro J. Ramírez,  criticaron con singular  gran fuerza -y desde diversas tribunas- a Juan Carlos I.

La más notoria  de tales tribunas fue, sin duda, la COPE. Durante aquellos años de esplendor  de la cadena radiofónica episcopal, se  cargaba sobre todo contra Zapatero, Rajoy y, de cuando en cuando, contra el Rey.  Losantos y Ramírez, protegidos ambos por el poderoso cardenal Antonio María Rouco Varela, pusieron a caldo con frecuencia al monarca. Y fusilaron sin piedad alguna al que era director de ABC, José Antonio Zarzalejos. ¿Su pecado?  No era uno de los suyos y sí era un moderado.

Ahora quien intenta exhibirse como moderado y monárquico es ni más ni menos  que Federico Jiménez Losantos. Cosas veredes.  Quien defendía a Losantos, ante el Rey Juan Carlos I, fue la presidenta entonces de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre. La lideresa  fue, y sigue siéndolo, amiga de la pareja Losantos/Ramírez. Este clan ha funcionado con evidente eficacia pro domo sua. Los favores entre ellos son bastante conocidos. Y muy interesantes.

Por cierto, en  el acto  de la élite, tras la proclamación como Rey de  Felipe VI, éste se inclinó al máximo para besar la mano de Rouco Varela. El relativamente joven monarca, en todo caso, optó por no topar con la Iglesia. Leyó en su discurso una frase de El Quijote. Pero olvidó  otra de Miguel de Cervantes respecto a la Iglesia.

Pues bueno, don Federico, su fervor por el sucesor de Juan Carlos I está a la vista. Hete aquí algunas frases de Losantos: "Casi nada de lo que dijo [Felipe VI] me disgustó y casi todo me gustó pero sobre todo una cosa: la asunción de su responsabilidad como Rey constitucional y también como referencia moral de una sociedad desmoralizada, la española, que ni puede ni debe soportar tanta y tan desvergonzada corrupción (...) En un país enfermo de irresponsabilidad, que el primero de los españoles asuma las suyas, con un horizonte político espeluznante, es digno de admiración (...) Un gran día para España, sí Señor".

Como siempre en su carrera periodística, Losantos se va al sol que más calienta. Con Rajoy, después de que el presidente del Gobierno se cepillara a Ramírez, le queda muy poco margen al citado Losantos. Su expulsión de la COPE fue muy grave.

Su televisión no tuvo ningún éxito. Su radio va tirando como puede. Resiste en Libertad Digital y se ha acogido a su amigo/enemigo Julio Ariza, el presidente de Intereconomía, otro multimedia en grave crisis. No son buenos estos tiempos para la lírica. Losantos se nos ha hecho un lírico, dispuesto a sobrevivir en la España de Felipe VI. ¡Viva el Rey Felipe, grita don Federico!