Cada cierto tiempo en España se vuelve a poner de moda hablar de la “cultura del esfuerzo” y de todas las oportunidades que tiene tener esta mentalidad de tiburón. Un discurso que se basa en repetir eslóganes vacíos y con nula profundidad, dando por sentado que en este país quien no avanza es quien no quiere. En este sentido, y para sorpresa de muy poca gente, los últimos en sumarse a esta moda han sido los miembros del Partido Popular. Sin embargo, el problema de este tipo de homilías es que, salvo contadas excepciones, se desmontan muy rápido. Y esto es precisamente lo que le ha ocurrido a Beatriz Fanjul, presidenta de las Nuevas Generaciones del PP (NNGG), que ha sido objeto de numerosas críticas en redes sociales.

Para ser más precisos, Fanjul ha sido tendencia durante varias horas después de que se viralizara una reflexión de esta acerca de la cultura del esfuerzo en una entrevista concedida a The Objective. En dicho encuentro, la presidenta de las NNGG aseguraba que “la cultura del esfuerzo trae progreso y futuro” y que “los jóvenes no queremos paguitas”, sino “oportunidades” porque el voto de estos “no se compra”.

Un discurso made in Silicon Valley que sin embargo ha tenido un recorrido muy breve puesto que rápidamente las palabras de Fanjul se han encontrado con centenares de usuarios que no han dudado en recordar a la presidenta de las NNGG su “cultura del esfuerzo”. Entre todos los mensajes, especialmente destacable es el del economista Julen Bollain, que solamente ha necesitado un tuit para desmontarla. “Habla de cultura de esfuerzo una persona de 31 años, que no terminó la carrera de Administración y Dirección de Empresas en la Universidad de Deusto, y que cobra 88.175,64 euros al año (7.347 euros brutos al mes)”, ha subrayado Bollain.

“Eso sí, afiliada al PP desde los 18 años. Cultura del esfuerzo”, ha sentenciado el economista en un mensaje que acumula más de 3.000 me gustas en el momento que se está redactando esta noticia.

"Discurso rancio de la cultura del esfuerzo"

Asimismo, dada la repercusión que está teniendo el tuit, el economista escribía un segundo mensaje matizando sus palabras: “No estoy diciendo que haya que tener un título universitario para tomar parte activa en política. Ni mucho menos. Lo que quiero criticar es ese discurso rancio de la cultura del esfuerzo cuando no existe una igualdad de oportunidades real entre la ciudadanía”.