Minutos después de que Mariano Rajoy fuese investido presidente del Gobierno con 170 votos a favor, 111 en contra y 68 abstenciones, alrededor de 400 personas se concentraron a las puertas del Congreso de los Diputados. Concretamente en las inmediaciones de la calle de Zorrilla, frente a la puerta donde habitualmente salen los periodistas y diputados que abandonan andando el hemiciclo. 

Los manifestantes no habían sido convocados por Podemos, pero el partido de Pablo Iglesias no ocultó su buena sintonía con una manifestación -la de "Rodea el Congreso"-, a la que incluso recomendaron acudir a los concejales de las confluencias y líderes de los círculos de Podemos en la Comunidad de Madrid.

Tanta era la sintonía entre los manifestantes y los dirigentes de Podemos, que la mayoría de sus líderes eran ovacionados cuando abandonaban el Hemiciclo. 

ELPLURAL.COM retransmitió en directo la salida de un Iñigo Errejón, que llegó a cruzar la valla para fundirse en un abrazo con los mismos manifestantes que minutos después arrojarían objetos a varios diputados de Ciudadanos. 

Latas, mecheros y monedas que también tuvieron que esquivar los periodistas que cubrían lo que acaecía a las puertas del Congreso.

Objetos hacía algunos diputados y abrazos para otros, como para el diputado de Unidos Podemos, Alberto Rordríguez Rodríguez, quien también se acercó a saludar a los manifestantes y en una entrevista a ELPLURAL.COM llegó a alabar a los manifestantes a la par que criticaba a Pedro Sánchez. 

Entre gritos recuperados del 15-M como "No nos representan" o "PP-PSOE, la misma mierda es", los ánimos se fueron caldeando. Pasadas las 22:00 horas, la Policía empezó a retirar las vallas avisando a los manifestantes de que, de no retirarse, acabarían cargando contra ellos. Así que el centenar que todavía aguardaba a las puertas del Congreso no tuvo más remedio que replegarse a otras zonas de la capital.