El domingo se venía celebrando que no ocurriera algo que comienza a ser habitual en diferentes partes del mundo: el cuestionamiento de la extrema derecha al proceso democrático. Sin embargo, la alegría duaba poco, y es que Vox pedía tener acceso a las actas de los comicios emitidas la misma noche electoral para comprobar la corrección de los resultados y que “la contabilización de los votos emitidos por los españoles se ha realizado de forma correcta”.

Los de Santiago Abascal avanzaron ya el propio lunes que solicitarían el escrutinio general, como ha hecho en todas las elecciones que han tenido lugar hasta la fecha y en las que su partido ha concurrido. Así lo estimaba el secretario general de la formación, Ignacio Garriga, quien explicaba desde la sede que iban a “solicitar el escrutinio general, como no podía ser de otra manera”: “Vamos a aceptar el conteo voto por voto y vamos a seguir siendo fieles a los españoles, a nuestros votantes, para que no se tire ningún voto y que se contabilicen todos sin ningún tipo de sospecha”.

Vox destaca que las elecciones del pasado domingo “han sido especiales” por la fecha en la que se han celebrado. El desarrollo de la jornada en pleno verano, asumen, ha hecho “que se disparara el voto por Correo” provocando “un caos en el reparto de la documentación para emitir el voto”. Por ello, la meta que persigue la extrema derecha, que se ha dejado 19 escaños en las urnas con respecto a la anterior legislatura, es comprobar las actas resultantes de la votación para descartar cualquier fallo en la contabilización de las papeletas.

Sin embargo, las mismas ya han sido destruidas -así lo marca la ley salvo que se considere que no son válidas u objeto de alguna reclamación-. Por ello, el partido solo dispondría de las actas rellenadas por cada mesa en la noche electoral.

A modo de curiosidad, explicar que las actas contemplan no solo los resultados, sino también los datos de los votantes, la consignación sumaria de las reclamaciones que hubiere y los acuerdos adoptados por la mesa, lo mismo que los incidentes que hubieren alterado el orden de la votación y el consiguiente escrutinio.

Las papeletas se rompen

Lo que ocurre con las papeletas una vez se ha llevado a cabo el recuento es un hecho curioso y que no todo el mundo conoce. Así las cosas, una vez que las urnas han quedado vacías y el presidente de las mesa anuncia el número de electores censados, el de votantes, el de votos nulos, el de votos en blanco y el de votos por candidaturas, las papeletas se destruyen según lo recogido en el Real Decreto 605/1999, de 16 de abril, de regulación de procesos electorales.

Eso sí, se salvan aquellas que contienen votos nulos o han generado alguna reclamación, que entregan en el Juzgado de Primera Instancia o de Paz junto con el acta de la sesión, firmado por el presidente. De hecho, estas papeletas solo se destruyen después del escrutinio definitivo, que se realiza por las Juntas Electorales Provinciales entre el tercer y el sexto día después de las elecciones y es de carácter público.

Teorías conspiranoicas

La conspiración vuelve a mostrarse en abierto desde el pasado domingo, incluso antes; y es que desde la derecha y la extrema derecha pidieron la limpieza de la jornada y cuestionaron el voto por correo. Cabe recordar que no es la primera vez que lo hacen, ya que en las anteriores elecciones, las municipales y autonómicas del 28M, incidieron en la posibilidad de pucherazo.

Debido a lo favorable de los resultados, nadie en las derechas puso en duda entonces  los mismso en una fiesta de la democracia, la primera pero no última de este año, que dejó al PP como vencedor de la noche y a Vox con una subida sustancial que a posteriori le ha permitido alcanzar acuerdos pese a que en muchos casos los ‘populares’ no fueran la lista más votada, algo que choca directamente con el discurso que venía defendiendo su líder.

Por el contrario, en las actuales elecciones el fantasma de fraude ha vuelto a aparecer, tanto de manera pública como anónima. La campaña por “fraude” se ha llevado a cabo en redes, pero también la han lanzado plataformas como Hazte Oír, reconocida por su ultra catolicismo y conservadurismo.

En esta línea, ha emitido un comunicado al que ha tenido acceso ElPlural.com anunciando que este mismo viernes, día en el que comienza el escrutinio, entregará firmas ciudadanas de quienes “han manifestado su preocupación por el reiterado incumplimiento de la ley Electoral”. Sostiene que la legislación “indica claramente que el recuento debe hacerse sin tener en consideración los resultados provisionales que da el Ministerio de Interior, la noche de las votaciones” porque éstos, dicen, “no tienen vigilancia alguna por parte de la JEC”.

“Las pruebas videográficas muestran un incumplimiento de los artículos 100 y 108 de la LOREG en diferentes Juntas Electorales Provinciales”, apuntan asimismo; mientras califican de “escándalo” un hecho que “ha llegado a la opinión pública junto a otras irregularidades acontecidas en cuanto al voto por correo”.

Apunta como añadido que la JEC respondió a una de sus reclamaciones expresando que “tras la experiencia de las pasadas elecciones locales y autonómicas las Juntas Electorales Provinciales deben recordar que están obligada a hacer el escrutinio como ordena la ley en su artículo 107, porque los resultados provisionales facilitados el día de la votación por la Administración convocante del proceso electoral carecen de toda vigilancia o supervisión por parte de la Administración Electoral”.

En este sentido, en la misma dirección que Vox, solicitan que “se abran todos y cada uno de los sobres que contienen las actas electorales de cada mesa electoral, en todas y cada una de la Juntas Electorales Provinciales, y se sumen así todos los datos de dichas actas, sin que se interfieran los datos provisionales de Indra que no cuenten con ningún aval de la JEC”.