La portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, ha sido la única integrante del Consejo de Ministros que ha comparecido este martes, el día en que la coalición ha corroborado que habrá “derogación” de la reforma laboral. Un acuerdo que deja todo como estaba cuando se firmó el pacto de Gobierno entre PSOE y Unidas Podemos pero que, tras dos semanas de tiras y aflojas, traslada la sensación de que el sector morado se ha marcado una victoria que se suma al haber de Yolanda Díaz. Otra más. 

La inclusión del término “derogación” es la clave de un acuerdo que no añade novedades. A pesar de que Pedro Sánchez hablase de “derogación” en su discurso durante el Congreso del PSOE en Valencia, los socialistas habían abandonado este término en el último mes, aunque sí estaba en el acuerdo de coalición que el presidente firmó con Pablo Iglesias y fue un compromiso recurrente del líder socialista en su retorno a la primera fila de la política. 

Siempre que el PSOE ha obviado la palabra "derogación" se han amparado en el argumento técnico de que no se puede derogar una ley y dejar sin marco legal el mercado de trabajo, por lo que se han de hacer reformas sobre la norma existente. Algo que ha subrayado la portavoz, al rebajar a “cuestión semántica” la discusión: “Cualquier nueva normativa laboral no se puede aprobar sin derogar la anterior y no se puede derogar una ley sin dar una alternativa”. Pero el veto al término del último mes había levantado las suspicacias de Unidas Podemos, que recelaba de un intento de la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, por rebajar el alcance de la reforma. 

El quién y el qué de la reforma laboral

Con este marco de debate, es Unidas Podemos quien se apunta la victoria, aunque todo indica que la batalla era más por el quién, que por el qué; si no hay discusión sobre el contenido, la pugna era por los protagonistas. Fuentes socialistas del Gobierno descartan que la discusión fuera por qué dirigente se pone la medalla y señalan a que era necesario que estuvieran presentes los demás ministerios, para estar al tanto de aspectos de la reforma laboral que les atañen, como la Formación Profesional y los ERTE, que implican a las carteras de Pilar Alegría y José Luis Escrivá

Sin embargo, durante la rueda de prensa, Rodríguez ha mencionado varías veces la intención de llegar a un acuerdo con todos los agentes sociales. Un deseo en el que está por confirmar la presencia de la patronal, algo que creen más probable de conseguir con mayor pluralidad de interlocutores en la delegación del Gobierno, mientras que Díaz sí contaría con el visto bueno de los sindicatos.

Rodríguez ha defendido en su rueda de prensa que el objetivo era “hacer pedagogía de la coalición” ahora que se encara “la recta final” de la negociación de la reforma laboral. “Con una mayor cooperación y un mayor diálogo”, ha señalado la portavoz, se conseguirá un “mejor acuerdo para los trabajadores”. Y, aunque ha esquivado concretar si se reducirá la ultraactividad -la extensión de los convenios cuando caducan- y si se reducirá la prioridad de los convenios de empresa sobre los sectoriales, ha insistido en crear “un marco laboral justo” para acabar con “las dificultades de los trabajadores”, a los que se ha referido en todo momento.

Ni el comunicado difundido por el Gobierno de coalición ni nadie en Moncloa quiere hablar de contenido todavía, porque hoy el protagonismo era para el acuerdo y la tregua obtenida entre los dos socios de gobierno. Para el siguiente choque, esperan a las reuniones con los agentes sociales, que se iniciarán este miércoles. El objetivo, según apuntan desde Moncloa, es que la reforma laboral pueda echar andar por decreto antes de Navidad, para después profundizar por la vía del anteproyecto de ley, como reclaman desde los sindicatos. 

Polémicos candidatos del PP al Constitucional

Otro tema que ha ocupado parte de la rueda de prensa es el de los nombramientos para el Tribunal Constitucional pactados por PSOE y PP, a la vista de la polémica generada en torno a los juristas elegidos por los populares. Enrique Arnaldo y Concepción Espejel se han examinado este martes en la Comisión de Nombramientos del Congreso de los Diputados, con el plantón de ERC y PNV y el portazo de Vox y Ciudadanos. Sin embargo, Rodríguez ha seguido la línea de Sánchez este fin de semana en Roma y ha renunciado a criticar a los candidatos del PP por su cercanía, e incluso vínculos económicos, con el PP. “Sobre aquellos nombramientos que sean más polémicos, preguntemos a los grupos que los proponen”, ha dicho la portavoz del Gobierno, “nosotros nos hacemos cargo de los nombramientos que hace nuestra formación”. 

Rodríguez ha justificado el acuerdo del PP pese a estos candidatos en un “interés mayor” que es “la renovación de los órganos constitucionales”. Y, aunque no ha querido vincular el visto bueno a los candidatos de la derecha con una futura renovación del CGPJ, la portavoz ha señalado que “esperamos que se produzca la renovación del Poder Judicial”. “Es una demanda constitucional, no del Gobierno; y cualquier partido que se precie de respetar la Constitución debe cumplirlo”, ha añadido.