El Gobierno de coalición encara la fase decisiva de la reforma laboral. Tras meses de conversaciones con agentes sociales, la pasada semana se produjo un fuerte choque entre la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, con motivo de presuntas injerencias de ésta última, que apuesta por una normativa más descafeinada. Los morados se plantaron y Pedro Sánchez entró en escena a poner orden. A las 12:00 horas de este martes mantendrá una reunión con Calviño y Díaz a fin y efecto de encarrilar las conversaciones.

La metodología, el cómo, ya está acordado. El presidente del Gobierno pactó con sus socios articular una mesa coordinada por Díaz y que integrará al Ministerio de Economía y al de Seguridad Social. En concreto, la mesa la comandará el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey; y estará compuesta por un director general de la vicepresidencia Económica -que hará las veces de representante de Calviño- y un director general de Seguridad Social. Además, “en función de los temas que se traten, podrán acudir representantes de otros ministerios afectados”, señala Moncloa. Los equipos se reunirán todos los martes en víspera de la cita de los miércoles con el diálogo social y harán lo propio tras dicho encuentro para evaluar los progresos.

Ahora solo falta el qué. Los contenidos de la reforma laboral se moldearán conforme avancen las conversaciones, pero este martes será el punto de partida. Sánchez dará instrucciones a Calviño y Díaz, haciendo especial hincapié en la necesidad de unificar voces. La propia ministra de Asuntos Económicos valoró positivamente el acuerdo alcanzado con Podemos para coordinar la derogación de la reforma laboral -pese a que evita por activa y por pasiva hablar de “derogación”-. Calviño incidió en que lo pactado, hasta ahora, se limita a fijar “cómo organizamos la coordinación y cómo gestionamos el proceso de negociación”, que encara “la fase decisiva”.

Díaz no titubea y habla abiertamente de “derogación”, palabra otrora blandida por Sánchez y ahora tan esquiva. Por su parte, Calviño también la evita; y preguntada por si, tal y como se ha publicado, “no quiere ir demasiado lejos”, ha asegurado que “eso no refleja en absoluto la realidad”. Asimismo, que la reforma laboral se trata de “un compromiso de investidura, forma parte de la hoja de ruta y estaba en el plan de recuperación avalado por la Unión Europea”. Eso sí, no ha mentado la palabra “derogación” en ningún momento.

Díaz vuelve a ganar

La pasada semana Unidas Podemos solicitó una reunión de urgencia con motivo del choque entre Díaz y Calviño por presuntas injerencias de ésta última en la reforma laboral. Ambas formaciones se vieron el pasado lunes y la cita concluyó sin acuerdo y con lecturas bien distintas. Mientras los socialistas valoraban que fue “constructiva” y primó el “buen tono”; Unidas Podemos constató que "será necesario seguir negociando dado que por el momento no hay un consenso sobre la reforma laboral”, según fuentes.

Tras trascender el malestar de los morados, Sánchez no solo apoyó a la ministra de Asuntos Económicos atribuyéndola incluso un rol de coordinadora, sino que pretendía diluir a Podemos articulando una mesa para concretar y ultimar la reforma laboral que estaría integrada por varios ministerios. Finalmente, el presidente ha constituido este órgano, pero estará supervisado por Díaz, no por Calviño.

¿Tutelar a Díaz?

La portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, precisó que este pacto define “la manera en la que van a participar” los distintos ministerios, por lo que en ningún caso se pretende "tutelar" a Yolanda Díaz. Por su parte, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo expresó su "satisfacción" por el "acuerdo sobre la necesidad de abordar los contenidos de la reforma laboral": "Doy las gracias a los equipos negociadores porque por fin vamos, de nuevo, a fijar los límites, el alcance de la reforma laboral más importante que vamos a hacer del mercado de trabajo en nuestro país". También agradeció a Sánchez su disposición para presidir la reunión que mantendrá con Calviño el 2 de noviembre porque "el presidente que representa a todo el Gobierno" y "nos permitirá volver a hablar, una vez más, del alcance y los contenidos de la reforma laboral".