La rueda de prensa celebrada este martes tras el consejo de ministros ha evidenciado la estrategia del Gobierno en torno a la figura de Felipe VI. En palabras de la portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero, las actuaciones judiciales que se están realizando en Suiza por la gestión de una sociedad offshore para presuntamente esconder una donación millonaria de Arabia Saudí "se están dirigiendo al antiguo jefe del Estado, y para nada tienen repercusión o impacto en el actual jefe del Estado".

Así, Montero ha salvado al actual monarca de los escándalos que rodean a su padre y predecesor en el cargo. Según ha afinado la portavoz, la justicia es “igual para todos” y el Gobierno de España colaborará con los tribunales tanto nacionales como internacionales cuando así se le solicite. Además, la dirigente ha solicitado que se respete la “presunción de inocencia”, pilar fundamental en cualquier Estado de Derecho.

Pero la divisoria entre Juan Carlos I y Felipe VI ha ido más allá. Montero ha recordado que cada persona responde ante la ley a título individual: "Las personas que son llamadas o requeridas en los tribunales tienen que responder de forma individual a la cuestión que los jueces puedan dictaminar fuera y dentro de nuestro país”, ha explicado.

“El alcance que tienen las informaciones que hemos conocido llegan hasta las personas que están directamente involucradas. Será la Justicia la que tendrá que determinar y aclarar las posibles responsabilidades a las que hubiere lugar de todos y cada uno de aquellos que están compareciendo ante los tribunales. Nuestra función será auxiliarlos y ayudarlos en la medida de nuestras posibilidades", ha proseguido, salvando así a Felipe VI de la ‘quema’ pública y mediática que está sufriendo el emérito por sus ominosos negocios.

Echando un capote añadido, la portavoz del Gobierno ha recordado que el rey renunció a la herencia de su padre en cuanto empezaron a trascender informaciones que apuntaban en la dirección de un presunto delito: “Renunció (Felipe VI) de manera explícita a la herencia que en su caso le pudiera corresponder".

Junto a Montero se encontraban el titular de la cartera de Justicia, Juan Carlos Campo, y el vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias. Si bien este último ha optado por no responder a ninguna pregunta que hiciera relación al escándalo del exmonarca, Campo sí que ha instado a la sociedad española a confiar en la democracia nacional: “Quizá hace muchos años nunca pensamos que gente importante podía ser condenada. La Justicia es lenta, pero les aseguro que se hace”.