El Gobierno ha empezado los trámites para forzar la inhabilitación de Luis Rubiales. El todavía presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), en el ojo del huracán por su intolerable actitud en la celebración del mundial conseguido por la selección femenina, ha comparecido este viernes para anunciar que permanecerá en el puesto, que defenderá su verdad y actuará en consecuencia con sus ideales hasta las últimas consecuencias. Cinco minutos después de escuchar a un exaltado Rubiales, protegido y ovacionado por los asambleístas presentes en el plenario urgente y extraordinario convocado en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, ha sido Víctor Francos, presidente del Consejo Superior de Deportes, quien ha anunciado que el organismo público no esperará y pondrá en marcha desde ahora mismo los mecanismos necesarios para que Rubiales sea forzado a apartarse del ente federativo.

De esta forma, el Gobierno pone sobre la mesa todas las acciones que tiene en su mano para acabar con una situación insostenible y vergonzosa para el fútbol español. En una rueda de prensa cargada de excusas y reproches, Rubiales ha disparado contra todos, se ha parapetado tras un Jorge Vilda entregado al que poco después ha ofrecido medio millón de euros al año, ha retorcido la realidad hasta límites insospechados en su versión del beso a Jennifer Hermoso, ha pedido a sus hijas que estén orgullosas de él, ha denunciado una campaña de acoso y derribo (“un asesinato social”) contra su persona realizada por poderes fácticos y medios de comunicación y, para acabar, se ha permitido la licencia de asegurar que sus próximos pasos no serán otros que disfrutar de “un merecido descanso” en forma de vacaciones en Motril (Granada), pueblo de su infancia y juventud.

Rubiales ha organizado su comparecencia en varios actos: el presidente de la RFEF ha arrancado disculpándose, a medias, con la reina Letizia por llevarse las manos a los testículos en el palco de autoridades; una vez liquidando la primera de sus imágenes vergonzosas ha insistido en que el beso a Hermoso fue consentido (“Me cogió de la cadera y le dije… ¿un piquito? Me dijo que sí”); posteriormente ha pasado a señalar a Tebas y los medios de comunicación por orquestar su asesinato; ha sido entonces, vitoreado por los suyos y aplaudido por los dos seleccionadores, Jorge Vilda y Luis de la Fuente, cuando, a gritos, ha soltado la bomba: “¡No voy a dimitir! ¡No voy a dimitir!”.

Al anuncio de suicida resistencia le ha seguido un conjunto de argumentos que le han llevado a pedir a sus hijas y a su padre que no llorasen, a los asambleístas que siguiesen apoyándolo y a ministras como Irene Montero, Yolanda Díaz o Ione Belarra que cesasen en sus esfuerzos por vilipendiarle amenazándolas con llevar sus comentarios a los tribunales.

Las reacciones tampoco se han hecho esperar. El mundo del fútbol y el de la política se han unido para condenar sin paliativos lo que ha sucedido. En el primero de los campos una de las decisiones más drásticas y tempranas ha sido la de Borja Iglesias, quien ha anunciado a través de sus redes sociales que dejara la selección hasta que “este tipo de actos no queden impunes”. En lo administrativo, una de las más duras ha sido la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, quien ha pedido al Ejecutivo que actúe de “forma urgente”. En la misma línea se han posicionado dirigentes como María Jesús Montero, Ione Belarra o Félix Bolaños, entre otros.

Se activa la vía de la inhabilitación

Estaba avisado y ha decido huir hacia adelante. Reto aceptado por el Gobierno, que no demorará la vía de la inhabilitación. Será esta misma tarde cuando Víctor Francos, hombre fuerte de Miquel Iceta dentro del Ministerio de Cultura y Deporte, definirá la estrategia gubernamental de forma detallada en una rueda de prensa.

De esta forma, tal y como ya ha confirmado Moncloa, el CSD enviará todas las denuncias contra Rubiales de forma exprés y urgente al Tribunal Administrativo del Deporte. Con esta actuación, esperan, Rubiales debería ser suspendido. Cabe recordar que el Gobierno tiene limitadas sus acciones, pero puede dejar en manos del TAD una solución rápida que acabe con la presidencia de Rubiales al frente de la RFEF.

El órdago ya estaba lanzado y no ha pillado por sorpresa a Rubiales ni a los asambleístas de la federación que este viernes han aplaudido a su jefe en su momento más crítico. Durante estos últimos días, y después de que Pedro Sánchez ya dejase entrever su disconformidad en la recepción de la selección femenina, han sido muchos ministros y ministras tanto del PSOE como de Unidas Podemos los que han salido a declarar que era urgente acabar con el mandato de Rubiales.

Este viernes, cinco días después de la consecución de un mundial femenino empañado por cuestiones extradeportivas, no ha sido diferente. “Lo que hemos visto hoy en la Asamblea de la Federación es inaceptable. El Gobierno debe actuar y tomar medidas urgentes: se acabó la impunidad para las acciones machistas. Rubiales no puede seguir en el cargo”, ha manifestad Yolanda Díaz. “¡Que se enteren bien! España ya no acepta actitudes machistas ni permite que se denigren a las mujeres. Cualquier ataque a la igualdad, encontrará la respuesta firme de un Gobierno feminista”, ha proseguido María Jesús Montero.  “La sociedad española no quiere ni machismo ni machistas. La España real es la que celebra la victoria de las jugadoras en el Mundial, no esta vergüenza. El feminismo nos hace mejores. Actuaremos”, ha sentenciado Bolaños.