Doce son las personas que se encuentran investigada en el momento de redacción de estas líneas por el caso Mediador. Entre ellas, exdiputados del PSOE y varios empresarios, pero hay una persona que ya ha pisado la cárcel. Actualmente, se encuentra en prisión provisional, acusado de cohecho y tráfico de influencias . Se trata de Francisco Javier Espinosa Navas, exjefe de la Guardia Civil en Algeciras.

Los presuntos implicados tenían mote, por lo general, en la trama desmantelada por los cuerpos y fuerzas de seguridad. Los dos más conocidos son el del exdiputado Bernardo Fuentes Curbelo, alias Tito Berni; y el de Marcos Antonio Tacoronte, alias El Mediador. En el caso del antiguo jefe de la Benemérita, dentro del clan le conocían como Papá.

Trayectoria en la Guardia Civil

La trayectoria de Espinosa en la Guardia Civil parecía impecable, pero algunos de sus movimientos habrían hecho saltar las alarmas entre los años 2020 y 2021, cuando se producen los hechos protagonistas del escándalo. Así las cosas, no es detenido hasta el pasado 15 de febrero, aunque su propio cuerpo ya le había puesto el ojo encima tiempo atrás.

Durante aquellos años, el exjefe de la Benemérita en Algeciras estaba jubilado, pero seguía controlando el proyecto GAR-SI Sahel, que se ocupaba de la formación de gendarmes en los países de África Occidental, lo que quiere decir que no tenía dependencia directa de la estructura orgánica de la Guardia Civil.

Dentro del organismo cuenta con una amplia e importante carrera desde 2012, año en el que su profesión da un giro de 180 grados después de ser nombrado jefe de la misión de la Unión Europea (UE) en la lucha contra el terrorismo y el crimen organizado en el Sahel.

“Chochito volador”

Según voces conocedoras de la trama, el protagonista de estas líneas se reunía en el bar de la comandancia con el presidente de la Unión Deportiva Las Palmas, Miguel Ángel Ramírez, y usaba un vehículo de alta gama que la Guardia Civil había incautado a los narcotraficantes.

Otra de las personas clave en este entramado era Adelaida, amante de Espinosa y que tendría relación con el máximo responsable del club de fútbol de la isla. Era conocida, según apunta elcierredigital, como “chochito volador” o “chocho volador”, y su función en el caso Mediador era trabajar como comercial para algunos de los empresarios que a la postre serían estafados por el Guardia Civil.

El propio Tacoronte declaró ante el juez que, en uno de los viajes, la presunta amante “le puso los cuernos en día de su cumpleaños y, despechado, pidió acostarse con un churumbel, un travesti, pagado por otro empresario que pagó con drones”.

61.100 euros cuando fue detenido

El general de la Guardia Civil guardaba en su vivienda de Madrid en fajos de billetes escondidos en una caja de zapatos y entra la ropa. La juez de la causa considera “ilícita” la procedencia de la cantidad.

Los indicios -siguiendo el auto dictado el pasado 16 de febrero- apuntan a que el dinero proviene de las comisiones que el general cobraba a empresarios a cambio de hacer de puente con otras sociedades o con el proyecto europeo de asistencia en material de seguridad a los países del Sahel, programa que dirigió desde 2017. Revisando los ingresos, el fiscal concluye que dicho trabajo “no justificaría el origen” de la cuantía, por lo que se presupone su “ilícita procedencia”.

Más de 2.000 folios

Esta pieza del caso Mediador consta de 2.165 folios entre los que se encuentran pruebas que hacen pensar a la inspectora que el exjefe de la Guardia Civil cobró comisiones en efectivo, en tarjetas prepago y comidas, viajes u hoteles de varios empresarios interesados en beneficiarse de su influencia. También que pidió a uno de ellos que se contratara a su amante por 3.000 euros al mes.

Además de los billetes, en su casa apareció asimismo una cartulina con una cuenta bancaria anotada cuyo número coincide con la que él le da al El mediador y que aparece en uno de los audios del sumario. Sobre ello, el juez se mantiene a la espera de que las autoridades belgas contesten a la orden europea de investigación.

El propio Espinosa ha reconocido que algunas personas habían empleado dinero en “comidas y viajes a Fuerteventura y Las Palmas” y que recibió a empresarios en su despacho de la sede central de la Benemérita. También que había pedido “tarjetas prepago”. Sin embargo, el antiguo general niega “haber recibido dinero”, sosteniendo que único que hizo fue ponerse en contacto con dos empresarios de Gran Canaria, que no están imputados en la causa y de los que era amigo, pensando en un futuro después de la jubilación.