El portazo de Génova a la propuesta extendida por Pedro Sánchez el lunes ha provocado que en el PSOE eleven el tono y la presión sobre Alberto Núñez Feijóo. El Partido Popular declinó la proposición de someterse a un cara a cara semanal con el presidente del Gobierno y candidato socialista a la reelección, antes de asegurar este mismo martes que sí habrá al menos un debate entre los dos cabezas de cartel de las principales formaciones del arco parlamentario. En cualquier caso, la estrategia de Ferraz pasa por retratar a un jefe de la oposición que “no tiene proyecto” o que pretende ocultarlo, argumentando que los españoles no se merecen a un contendiente que “se esconde”.

El presidente del Gobierno reubicó el foco del debate público con una propuesta de seis cara a cara con el jefe de la oposición en horario de máxima audiencia. Los socialistas saben de los beneficios que reportan un cara a cara con Feijóo. Prueba de ello, según han argumentado durante este último año de legislatura, son las dificultades del conservador en los diferentes enfrentamientos a tumba abierta en el Senado. De ahí, que la estrategia haya dado un giro de 180 grados con respecto a la campaña del 28 de mayo. Ahora, el PSOE focalizará sus esfuerzos en trasladar la batalla electoral a los platós de televisión y, en caso de que el líder del Partido Popular decline la proposición de Sánchez, retratar una suerte de debilidad argumental a la hora de contraponer modelos en un debate propositivo, exento de ruido y de las salidas de tono habituales.

Génova fue tajante el lunes. No habrá “más debates” para esta campaña que en los 40 años de democracia en su conjunto. Incluso apuntaron a una “excentricidad más” del presidente del Gobierno. De hecho, afearon a Sánchez su negativa a debatir con Pablo Casado en el año 2019, mientras que los socialistas recuerdan que Feijóo se mostró como firme defensor de los debates electorales cuando era presidente de la Xunta de Galicia y, en 2006, se presentaba a la reelección para reeditar una nueva mayoría absoluta. “Son obligatorios y no opinables”, esgrimió en aquel momento el actual jefe de filas del PP. No obstante, 24 horas más tarde, ante los micrófonos de Onda Cero, ha asegurado que al menos se celebrará un cara a cara.

Presión de Ferraz

En paralelo, resortes del PSOE hacían lo propio desde diversos medios de comunicación. Pilar Alegría, ministra de Educación y portavoz de la formación, ha exhibido su sorpresa ante el rechazo de los conservadores a la propuesta de Sánchez. La dirigente socialista ha asegurado que lo que es una excentricidad es no dar posibilidad a esos debates, mientras apunta a que España no se merece un candidato que “se esconde”. El país, continuó Alegría en TVE y Antena 3, necesita de líderes que “se expliquen” y no se evadan ante “algo de tan sentido común como el contraste de ideas”.

La portavoz de los socialistas cree que el portazo de los conservadores puede oscilar entre dos motivos: o bien “no tiene proyecto” o “pretende esconderlo”. “No sé qué es lo más grave”, continuó la ministra de Educación. El PSOE, a través de su secretario de Organización, Santos Cerdán, se puso en contacto con el Partido Popular con el objetivo de fijar unas “reglas básicas” para este rosario de cara a cara. Sin embargo, la respuesta conservadora aún no ha llegado, mientras justificaba la viabilidad de que los dos únicos candidatos con posibilidades de presidir el Gobierno quieran contraponer propuestas. De hecho, ya dejó Sánchez claro que no son incompatibles con formatos que cuenten con todos los candidatos.

Alegría ha mantenido que los cara a cara son útiles para “explicar y contrastar” proyectos, por lo que ha instado a Feijóo a que sea partícipe de este tipo de formato. De esta manera, ha proseguido la portavoz socialista, tiene la oportunidad de aclarar sus políticas de pensiones, salarios o becas para estudiantes, entre otras cuestiones de urgencia. Por ello, entiende que lo que es una “excentricidad” es no posibilitar estos encuentros. “Qué problema, qué miedo hay, ¿no tienen programa o lo quieren esconder?”, ha preguntado la dirigente del Partido Socialista, quien ha defendido la propuesta del presidente del Gobierno. “Queremos participar, explicar y contrastar ideas y proyectos”, ha rematado.

Conversación inminente con Bendodo

En una línea similar se ha movido la vicesecretaria general del PSOE y ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero. Defiende la propuesta del presidente del Gobierno, argumentando la salubridad que comporta “debatir en democracia”. “Siempre es sano”, ha apostillado en su intervención en El programa de Ana Rosa. Asimismo, ha percutido en que son los dos partidos con “aspiraciones” reales de gobernar el país, por lo que entiende estrictamente el contraste de propuestas en un cara a cara, aunque insiste en que no es incompatible con la celebración de debates a cuatro.

En cualquier caso, el turno recae ahora sobre los equipos de campaña, según ha apostillado la que fuera ministra portavoz. Ambas facciones han de ponerse en contacto y perfilar los modelos y las condiciones de los debates. Por ello, está previsto que se abra una vía de diálogo con Elías Bendodo “a lo largo de estas horas” para llegar a una “solución”.