Pedro Sánchez ha decidido empezar su ronda de contactos para conseguir los apoyos de la investidura menos de 24 horas después de ser designado por el rey, de forma oficial, como candidato a la reelección en el Congreso de los Diputados. Serán una negociaciones duras, advirtió el presidente en su rueda de prensa este martes, por lo que el PSOE ha creado una comisión negociadora conformada por siete personas, ocho en el caso de los temas tratados en clave catalana: el propio presidente liderará una comitiva de la que también formarán parte la ministra de Hacienda, María Jesús Montero; el ministro de Presidencia, Félix Bolaños; la ministra de Educación, Pilar Alegría; el Secretario de Organización, Santos Cerdán; la Secretaria de Política Territorial y Cooperación al Desarrollo, Hana Halloul; José Ramón Gómez Besteiro, diputado por Lugo, y su homólogo por Valladolid, Óscar Puente, consagrado como la estrella emergente del socialismo.

Además, en las negociaciones con los partidos catalanes, Pilar Alegría, en rueda de prensa, ha aclarado que Pedro Sánchez introducirá en la sala de máquinas al presidente del PSC, Salvador Illa, conocedor de las vicisitudes de la sociedad catalana y perfil para tener en cuenta por ser, actualmente, el líder que venció en las últimas elecciones regionales.

“Tal y como ayer trasladaba el presidente en funciones, aceptamos el encargo con la máxima responsabilidad. Estamos en el momento de la verdadera política después de una investidura postiza del señor Feijóo. Estamos ante la única investidura posible, que emana de los resultados del pasado 23 de julio”, ha indicado la portavoz socialista. "No hay tiempo que perder. Esta misma mañana ha tenido lugar la primera reunión, con la líder de Sumar, y ha transcurrido en un ambiente de máxima cordialidad, confianza e interés compartido por conformar un Gobierno de coalición progresista que aporte estabilidad”, ha proseguido.

Justo después ha llegado el turno de explicar quiénes serán los integrantes de la comisión negociadora elegida por Ferraz. Cuatro ministros, una persona de la Ejecutiva y dos diputados rasos con buen papel en las sesiones plenarias que han tenido lugar en el Parlamento. Gómez Besteiro fue el primer diputado en hacer uso de las lenguas cooficiales en el Congreso. Concretamente, el diputado por Lugo utilizó visiblemente orgulloso el galego en la sesión en la que se aceptó tomar en consideración el cambio del reglamento de la Cámara. Puente, en cambio, se emergió como una estrella emergente en su réplica a Alberto Núñez Feijóo durante su sesión de investidura, totalmente inesperada y pillando a contrapié al entonces candidato popular.

Sobre el conflicto catalán, y la exigencia de un referéndum vertida tanto por Junts per Catalunya como por ERC, Alegría se ha limitado a indicar que es el momento de la discreción. No obstante, al igual que ha venido haciendo el presidente, ha asegurado que la gente puede estar tranquila, ya que el marco sigue siendo la Constitución: “El camino se hace andando. Le hago esta referencia porque creo que este partido y este Gobierno hemos andado un camino que no siempre ha sido sencillo, en el que hemos adoptado varias decisiones que claramento han beneficiado la convivencia que se disfruta en Cataluña. Esa ha sido nuestra política: diálogo y convivencia enmarcada en la Constitución”.

“No nos movemos en el oscurantismo ni la opacidad. Se mantienen reuniones en el marco de la discreción, pero, cuando llegue el acuerdo, que nadie se preocupe: seremos transparentes y claros. ¿Sobre el referéndum? Penesamos lo mismo que la ciudadanía catalana. Debemos apostar por mejorar la convivencia; la confrontación y la ruptura de 2017 es algo que nadie desea", ha añadido.

Sumar, reunión I

El presidente del Gobierno ha decidido que la pragmática importa más que el decoro. Alberto Núñez Feijóo, en su turno de negociaciones, decidió arrancar por el PSOE, siguiendo así un orden impuesto por la representatividad parlamentaria. Sánchez, en cambio, que ya había declinado comparecer en el Congreso tras su audiencia con el rey para acabar haciéndolo en Moncloa, el último de todos, y con la candidatura bajo el brazo, decidió empezar por lo que importa: el socio de coalición.

Yolanda Díaz y su equipo llevaban una semana aireando problemas, diferencias estructurales que no han sido resueltas pero se explican con un tono menos agresivo. El presidente del Gobierno en funciones ha reunido a la que, previsiblemente, seguirá siendo su vicepresidenta. Ambos, sonriendo, tranquilos y confiados en alcanzar un acuerdo, han debatido sobre medidas programáticas donde todavía difieren: jornada reducida de 32 horas, un nuevo Estatuto de los Trabajadores que endurezca el despido, conciliación laboral o garantización del derecho a la vivienda.

El encargado en salir a explicar cómo se había desarrollado la reunión por parte de Sumar ha sido Nacho Álvarez, secretario de Estado de Derechos Sociales, portavoz económico de la formación magenta y candidato a ministro según todas las quinielas que por el momento se comentan en los corrillos donde todo se cuece.

“Llevamos negociando dos meses. Hemos avanzado mucho en la cuestión territorial, pero faltan por cerrar flecos estructurales principalmente en el sector del trabajo y el ámbito social. En este sentido, Sánchez y Yolanda Díaz han acordado que será necesario acelerar para tener un acuerdo cerrado en el mes de octubre", ha indicado, poniendo de esta forma un plazo concreto en el horizonte y un parte de tareas que ambas partes confían en solucionar. “No hay alternativa posible”, coinciden