En el PSOE creen que esta deriva del Partido Popular arranca con la no asunción de su derrota en las elecciones de 2019. “A partir de ahí, bloquea”, argumentan fuentes próximas a la ejecutiva federal. La realidad es que el Partido Popular, con la complicidad del Tribunal Constitucional, han bloqueado la tramitación de la reforma del sistema de mayorías para renovar a los magistrados. Hasta el momento, en Ferraz no se barajan alternativas para sortear la “injerencia” de la corte de garantías en el Legislativo y optan por centrar el tiro en la incesante denuncia de la “aberración democrática” que supone la maniobra de la “derecha política y judicial”, con el aliento de la “mediática”.

Pilar Alegría hizo hincapié en reiteradas ocasiones desde el cuartel general del PSOE este lunes: los conservadores son los responsables de una “crisis institucional sin precedentes” en España al no aceptar su derrota en las urnas. Desde entonces, Génova “ha deslegitimado” al Gobierno, al Poder Judicial y “pretenden hacerlo ahora con el Congreso y Senado”. Es el sentir que rezuma en la sede de los socialistas, por encima de la búsqueda de una vía paralela para esquivar el bloqueo.

Voces autorizadas del partido remarcan a este periódico la “importancia” de profundizar en estas denuncias públicas. “A fuerza de tratar de ir pantallas para adelante, estamos dando por normales cosas que son aberraciones democráticas”, resuelve un dirigente socialista. En resumen, el PSOE achaca a los populares que comenzaron bloqueando el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y hacen lo propio con el Constitucional. “Puro despecho por su derrota”, comentan las mismas fuentes, que en paralelo recuerdan los “palos en la rueda” constantes de los conservadores tanto en Europa como en el interior para torpedear la “buena gestión” del Ejecutivo y que esta “llegue a los ciudadanos”.

Una “actitud antisistema” que no responderán -de momento- mediante la proposición de senderos alternos. “Lo importante no es el fin, sino lo que está ocurriendo”, insisten desde altas instancias del PSOE, mientras relatan que el escenario actual es fruto de la actuación conjunta de la “derecha política y judicial, alentadas por la mediática”. El argumentario vira con frenesí hacia Feijóo, quien llegó con un maremágnum de loas y optimismo y a quien le auguran una salida “por la puerta de atrás”. “Ha hecho bueno a Pablo Casado. Del felón hemos pasado al dictador. Los mismos insultos, el mismo PP”, lamentan fuentes de Ferraz que sentencian que aunque el gallego “se vista de centro está cada vez más próximo a Vox”.

Guerra judicial

Mientras Alegría comparecía en sala de prensa, el jefe de la oposición enarbolaba ufano el estandarte conservador tras declarar a Sánchez la guerra judicial. Feijóo ha prometido trasladar el campo de batalla del Legislativo al Judicial, independientemente del sentido de la decisión del pleno del Constitucional. El presidente del Partido Popular, que celebró horas después la victoria tras aceptar el pleno su recurso de amparo, afeó a Moncloa su línea de acción y acusó directamente al líder del Ejecutivo de poner en jaque a la democracia misma al adoptar una deriva que causa “vergüenza” a Felipe VI.

Declaraciones similares a las que, horas después, ha ofrecido la portavoz parlamentaria del PP y número dos de la formación, Cuca Gamarra, ante los micrófonos de la Cadena COPE. La conservadora ha jaleado la decisión del TC frente a la “deriva autoritaria y autocrática” de Pedro Sánchez, a quien ha acusado de “desacreditar”.

En Génova acogen el fallo con albricias porque supone un blindaje a la “confianza en el Estado de Derecho”, pese a los intentos de Sánchez por “copar los poderes y suprimir los contrapoderes”. “No es nuevo, es una dinámica en la que ha entrado hace mucho tiempo de desacreditar no solo al discrepante sino desacredita a toda institución, organismo y, en este caso, al máximo garante de la Constitución si no se pliega a sus intereses”, afea Gamarra.